HayleyDos meses despuésTrago el dolor que sigue latiendo en mi pecho cuando veo a las personas pasar de largo frente a mi nueva tienda de dulces. Mis piernas me duelen, así que me siento en una de las sillas y me digo que solo necesito darles tiempo. Mis pensamientos vuelven a Brook antes de que pueda evitarlo. Quizás es el embarazo o yo soy una tonta, pero estoy tan emocional últimamente que ni siquiera puedo pensar en él antes de comenzar a llorar como una tonta.Él me abandonó, me dejo esperándolo durante toda una noche y luego envío es regalo de bodas tan hiriente. Quizás si hubiese enviado algo menos sugerente me habría dolido menos, pero envío lencería, lencería blanca con una nota bastante aclaratoria de lo maravillosa que debía ser la noche de bodas.Bufo, antes de acariciar mi cuello, es la tradición de la manada. Una sutil forma de decir que deben tener una noche de unión pura y próspera. Dios fue un claro inicio de que había cambiado de opinión con respecto a ir por mí y
BrookOdio ver a la mujer qué amo marcharse, me frustra saber que está feliz con alguien más. Alguien que tomó lo que era mío porque mi familia a la que realmente nunca le he interesado se encargó de impedirme ir tras ella solo para obligarme a dormir con Ivette.Mis ganas de correr lejos de aquí pican fuerte bajo mi piel, la necesidad insoportable de ir tras ella para besarla. Decirle que es solamente mía, también es incesante. Pero sé que eso solo empeorará las cosas porque ella cree que la dejé plantada, Mi luna me odia e incluso si mis padres tuvieron algo que ver también es mi culpa por dudar y no haberme ido con ella mucho antes.Regreso a la sede para una reunión, aclaro algunas quejas y dudas con algunos miembros de la manada antes de, tomo el auto hasta el área en donde está siendo realizada la construcción. Intento de todas las maneras posibles no ir encima de ese hijo de perra que apareció aquí para tomar a mi mujer. Tenemos una charla con algunos de los obreros y trabajado
BrittanyMiro la invitación que dejaron para mí en la tienda una vez más. Me debato entre abrirla o no. Es la insignia oficial de la familia de mi padre, pero aun así siento que todo esto solo me hará peor de algún modo.La puerta de mi local se abre, la misma chica de ayer aparece frente a mí con dos de sus amigas y las escucho debatir sobre qué deberían o no llevar. Terminan tomando algunos de los pies de almendra.Cobro, agradecida de que al menos alguien entre a mi tienda. Las horas pasan, algunas otras personas vienen hasta mi tienda y cuando me doy cuenta es casi la hora de almuerzo. Vuelvo a tomar la carta en mis manos. Me siento en una de las mesas por un segundo para abrir el sobre de una maldita vez.Mi corazón duele ante el cromado infantil al borde de la hoja, paso mis ojos rápidamente por la invitación antes de lanzarla al suelo. Mis lágrimas brotan sin límites, cubro mi rostro con una mano mientras trato de recuperar la compostura.Me digo que estoy bien, que esto iba a
Brittany No puedo creer que realmente me invitara aquí, no estoy segura de que esta fuera una buena idea, pero necesito hacerlo. Necesito demostrarles a todos que estoy firme en mi lugar, que puedo seguir aquí a pesar de todo. Miro el vestido de color café que escogí para hoy, le agradezco a Cristofer en silencio por apoyarme cuando protesto hasta el último minuto. —¿Estarán las niñas bien? Cuestiono, mientras subimos al auto, miro hacia la casa un tanto preocupada, pero la chica que nos despide desde el porche me reconforta ligeramente. —Estarán bien, no te preocupes — suspira — aunque si no quieres ir nosotros podemos… —No Cris, tengo que hacer esto — repito — por todos. Mi amigo niega antes de prender el auto, estos últimos días han sido mucho mejor para mi tienda, no tengo una gran cantidad de clientes, pero las personas han decidido comprar de vez en cuando. Me propuse abrir esta tienda porque es algo que puedo hacer de forma temporal. No le he comentado a Cris, pero estoy s
BrookNi siquiera me siento capaz de tener una charla con alguien sin que termine gritándole o reprochándole alguna casa. La rabia de ser forzado a toda esta hermosa, falsa y malditamente premeditada fachada de familia feliz me tiene harto. Mi madre no solo organizó una fiesta sin siquiera consultarme. Tuvo el descaro de invitar a Brittany y estoy segura de que el hecho de que Ivette colocara con su propia letra que estas eran para el nacimiento del primer hijo del alfa no tenía nada de Inocente. Miro por la ventana hasta la calle algo poblada. Las ganas de ir tras Brittany siguen aquí, cada vez más incontrolables, pero ayer pude ver que ella realmente no quiere verme, pude ver el dolor en sus ojos cuando la sujeté.Pero como siempre no hice nada más que seguir mi papel, así que mientras ella charlaba con Cristofer me quedé junto a mi irritante esposa que no paró de amargarme la noche con sus estúpidos comentarios.Realmente no quiero que las cosas sigan así, aun así, no voy a hacer
BrittanyDos meses despuésSuspiro mientras seis de mis mesas están llenas de personas, miro el móvil que de repente ha dejado de sonar y me siento más segura ahora. Mi corazón se emociona ante la idea de que ese maldito alfa probablemente ya encontró a alguien más. Me digo que quizás si pueda seguir viviendo aquí hasta que se cumpla el plazo de mi padre.—Disculpe señorita, me puede poner dos postres de miel para llevar.Comenta una chica que se acerca al mostrador, mis ojos se mueven hasta la mesa de la que viene y me doy cuenta de que la mujer mayor sentada ahí evita completamente mirarme. Sonrío ligeramente para evitar que se ofenda. Sigo siendo un ser bastante controversial en este lugar, pero definitivamente mis postres son buenos.—Lo llevaré enseguida.La chica me da las gracias rápidamente y me apresuro para preparar el empaque, mi móvil suena justo entonces así que lo tomo con prisas maniobrando con lo que estoy haciendo.—¿Sí?—Hola dulzura, me extrañaste.El postre cae de
BrookNo quiero estar aquí, pero no tengo de otra, así que simplemente trato de ignorar todo a mi alrededor y comer en silencio.—¿Quieres un poco más de cenar cariño?La voz de mi madre se mueve entre el espeso silencio que nos rodea. Cierro los ojos frustrado mientras me digo a mí mismo que esto fue lo que escogí. Mi mujer suspira antes de rechazar la propuesta de mi madre.—Estoy bien así, no quiero engordar demasiado incluso con el embarazo, así que…—Vas a engordar Ivette porque estás embarazada , deja de decir tonterías como esa.Todos me miran, pincho un poco de mi carne y como tratando de calmar mis ganas de mandarlos a todos al demonio. Ayer cuando llegué a casa Ivette simplemente me dejo muy claro que debía ir con ella a una cena familiar.Sabía que esto pasaría tarde o temprano, ya que he estado resistiendo a vivir este incómodo momento casi desde la fiesta de celebración, pero esta vez no pude escapar. Mi madre trata de decir alguna cosa, pero le doy una mirada que la hace
BrittanyPaso una mano por mi vientre mientras siento ese punzante pinchazo en la parte baja. Trago profundo antes de sentarme detrás del mostrador con rapidez. Miro a las personas que charlan y disfrutan de mi tienda. Miro el móvil tratando de ignorar el pequeño dolor en mi vientre.—No deberías estar tan inquieto cariño — murmuro — no es un buen día.La mañana no empezó bien, mis hijas estaban teniendo una crisis de esas que los lobos sufren. Cristofer tuvo la bonita idea de decirme que si fuéramos una pareja mi vida sería más fácil y terminamos discutiendo como nunca antes.Miro hacia la calle, las personas que deambulan más allá de mi tienda. Las cosas están mejorando, antes nadie quería siquiera pasar frente a mi tienda y ahora incluso entran. Obviamente, las miradas despectivas siguen ahí, pero es menos hiriente. La puerta de la tienda se abre, un par de cuatro mujeres que se han vuelto, mis clientes más frecuentes entran para sentarse en una mesa junto a la ventana.Camino hast