BrookMiro a la terca mujer que no me dejó darle mi sangre regresar del hospital, acaricio distraído la cabeza de una de mis hijas antes de hablar lo más bajo posible para no despertarlas.—¿Por qué tardaste tanto? — la miro — ¿Duele?Ella suspira, mueve sus ojos hasta las niñas y después de unos minutos responde a mis preguntas.—Tuve que esperar mi turno Brook, así que tuve que esperar — sonríe sarcástica — dijeron que no era nada grave y que si algún doctor se desocupara me atendería — mira su mano — lo bueno es que el chico que me curó me dio analgésicos, ya puedes irte a casa Brook.—Brittany déjame ayudarte y explícame cómo diablos, se te ocurrió tomar una tetera del fuego con las manos desnudas.—Estaba distraída Brook — es lo único que dice al respecto — ahora vete a casa, me pareció ver el auto de Ivette cuando venía hasta aquí.Me pongo en pie de golpe, camino hasta donde está ella sin que pueda evitarlo y le doy un ligero beso en la mejilla. Brittany no dice nada. Sé que es
Brittany—Sabía que te meterías con esta puta, nunca me equivoqué — abro los ojos de un golpe ante esa voz — ¡Maldita, bastarda! — me acusa Ivette, tratando de llegar a mí — tan zorra como tu madre puta, humana de mie…—¡Basta!Mi cabeza duele ante esas palabras, me doy cuenta entonces de que Brook está junto a mí mientras Ivette, se queda congelada en su lugar. Maldigo mi tonta idea de beber anoche, como si eso fuese a resolver mi vida. Acabo de causar un problema solo porque ese maldito alfa no ha dejado de llamarme, como si beber fuera a hacer que el teléfono deje de sonar o él siga diciéndome que va a encontrarme. Es verdad que me sentía tan sola y asustada, pero terminar bebiendo de más solo ha causado un problema aún más grande.—Porque malditamente vienes a mi casa — Le grito a Brook porque sin duda Ivette está aquí solo porque él se quedó, lo empujo enfadada — mira lo que has provocado.Ivette bufa, se cruza de brazos mientras Brook sale de la cama y puedo ver que está intenta
Brook—¡Sabía que era ella! — grita Ivette — estaba segura de que esa puta tenía que ver en esto y no voy a permitirlo.—No tienes que hacerlo — le grito — este matrimonio no te da ese derecho — soy firme — no te quiero Ivette y si, ella es la mujer que amo, mi luna, la única que…Mi esposa me muestra sus dientes, sus uñas se clavan en mi piel cuando me abofetea y sé que debo hacer algo más, pero no pienso corresponderle. La miro con fijeza antes de dejar que mis propios colmillos se muestren.—No olvides que soy tu alfa — le gruño — tú eres una simple molestia que me estoy obligando a soportar, lo que escogí y ella es mi luna Ivette — ella intenta abofetearme, pero la tomo del brazo antes de que lo haga — así que apártate de ella porque es algo que nunca va a cambiar.Salgo de la casa sin decirle una palabra más, sé que volver aquí en la noche será un infierno, pero ni siquiera voy a pensar en eso. Trato de hablar con Brittany una vez más, pero se niega y la forma en que me echa de a
BrittanyCierro mis ojos, mientras el dolor punzante de lo que acabo de decir se clava en todo mi ser. Él va a odiarme, pero qué más da eso ahora, estoy asustada, sola y embarazada una vez más. Lloro en pánico total mientras me digo una y mil veces que jamás debí regresar aquí. Me acusarán de ser justo como mi madre. No pararán hasta descubrir quién fue el lobo que durmió conmigo.Mi corazón se detiene ante el hecho de que lo descubrirán. Todos dirán que soy como mi madre y mis hijas vivirán el maldito infierno que me tocó a mí. Todo eso de jamás ser como mi madre. Todas esas veces que me dije que jamás permitiría que las cosas llegaran hasta aquí las tiré a un lado por un lobo que nunca podría darme más que esa vida secreta que me propuso.¡Esto es un maldito problema!Mi barbilla comienza a temblar mientras un millón de ideas pasan por mi mente, trato de encontrar una forma de huir, pero no tengo salida, no cuando ese alfa sigue ahí fuera. Doy un salto sobre la cama cuando la puerta
BrookContengo mis ganas de correr hacia la maldita casa de huéspedes y golpear al maldito lobo que acaba de invadir mi propiedad y meterse ahí. Estoy tan dolido con Brittany, tan furioso que ni siquiera puedo decir cómo me siento realmente. La amo, ella es mía y que ese tipo se atreviera a ponerle un solo dedo encima me enfurece.—Deja de mirar por la ventana como un acosador y ven a la cama — dice mi mujer — podemos hacerlo para distraerte.—Púdrete Ivette — me alejo de la ventana — no me hables, ni siquiera deberías estar aquí.—Eres mi marido, esta es mi casa — suspira — no debo estar en otro lugar.—No quiero ser tu marido, no quiero que esta sea tu casa — le gruño — así que déjame en paz.Bajo las escaleras hasta mi oficina y me bebo de un trago media botella. Me dejo caer en el sofá y mientras bebo hasta casi perder la conciencia me digo que después de todo es mi culpa que esté con él. No tuve las pelotas de elegirla. No pude dejar el honor, mi matrimonio del infierno o la mana
BrittanyLa puerta de mi local se abre, suspiro antes de salir de detrás de la nueva barra de mi negocio. Mis ojos se encuentran con Cris y me siento incómoda después de lo que dijo hace dos días cuando apareció en mi casa. Nunca lo había visto en su forma de lobo y que lo hiciera después de que lo dijo me dio curiosidad, pero todo eso pasó a segundo plano cuando me habló de su loca idea.¡Dios ni siquiera puedo pensar en eso!—Cris, te dije que dejaras las cosas como estaban — bajo una de las sillas de las nuevas mesas que llegaron ayer — no vengas con lo mismo.Él se acerca para ayudarme, mis ojos van a la bolsa que ha dejado sobre una de las mesas y mi amigo llama mi atención una vez más hasta el cuándo habla.—Brittany es una mejor idea a dejar que todos anden murmurando — rodea la mesa — sé que te afecta.—No quiero, tendré que superarlo — respondo — ya lo hice una vez y no quiero meterte as en esto.Mi amigo señala el moretón que está a mucho mejor que ayer. Me siento un poco ma
Brook—¡Qué estás diciendo!Grito al sujeto molesto que está sentado frente a mí en mi oficina como si no estuviera sucediendo nada. Paso una mano por mi cabeza tratando de controlarme. Coloco los ojos en Cristofer una vez más.—No me hagas repetirlo otra vez — dice — estoy haciendo esto por Brittany — me mira fijamente — por sus hijas.—No quiero que te acerques más a ella — gruño — no lo voy a permitir, ella es mía.Salgo de detrás de mi escritorio con rabia, Cristofer se pone en pie casi al instante y no hace nada cuando lo sujeto del cuello. La rabia me llena aún más, las ganas de patearlo hasta que mueran están bajo mi piel una y otra vez, pero sé que eso solo empeoraría las cosas.—Te atreviste a dormir con ella — gruño — está embarazada de ti, bastardo por eso y vienes aquí a decirme que te casaras con ella porque es lo mejor — niego — debería acabar contigo bastardo.—No lo harás — me responde — no puedes hacerlo porque sabes que ella te odiara más — su voz es dura—porque sabe
BrittanySoy una estúpida, una pobre estúpida que cree cada cosa que Brook dice, entro en casa cuando el sol está a punto de salir y subo las escaleras para ver a mis pequeñas dormidas en la cama donde crecí. Estoy tan dolida que se me hace difícil respirar.Camino en silencio hasta la habitación de mi madre, me contengo de llorar para evitar que mis hijas me escuchen y me digo que fue una tontería esperarlo. Él nunca dejaría nada por mí, él jamás aceptaría a alguien como yo. Dios, ni siquiera puedo culparlo, soy la única estúpida en todo esto.Me dejo caer en la maca, cubro mi cuerpo con la manta que está sobre la cama, el olor a limpio me hace sentir aún más miserable. Mis lágrimas caen sobre la almohada, el ardor en mi pecho es insoportable. Acaricio mi vientre pensando en que estoy a punto de comenzar una vez más con esta hiriente realidad. La realidad en la que mi alfa, mi mate no me ha elegido, la realidad de que solo soy y seré la humana bastarda que nunca va a poder ser parte