Esa misma noche, después que Rosalin había logrado dormir a Harry, estaban en la habitación preparándose para dormir y el señor Duncan dijo unas palabras que sonaron aterradoras en el corazón de Rosalin:-Cariño, estoy muerto. Sólo quiero dormir – Dijo el señor Duncan acercándose a ella con el pantalón del pijama puesto como solía dormir - ¿Me perdonas? Te prometo que te lo compensaré – -¡Claro! ¡Descansa! Yo voy al baño – Dijo Rosalin cerrando los ojos para aceptar el beso en la frente que le llenó el corazón de un frío que no había sentido sólo cuando murió su madre –Rosalin entró al baño y mientras cerraba la puerta vio al señor Duncan acomodarse en su lado de la cama para dormir. Cerró la puerta del baño y se lavó la cara, el cuello y los brazos tratando de hacer desaparecer la sensación que tenía de que algo catastrófico estaba a punto de ocurrir y ella no sabía cómo detenerlo. Se miró en el espejo y se pasó las manos por la cara. El espejo le decía que era una mujer bonita y
El señor Duncan estaba sentado en la sala de juntas con los demás abogados esperando que llegara la señorita Chamberlain para el informe de lo que había recabado para la defensa de su caso contra Michael Miller. Ya habían presentado el caso y se hizo una segunda sesión para presentar los testigos, por lo que se estaban preparando para la tercera sesión donde escucharían testimonios. La abogada estaba retrasada 20 minutos. Cosa que no había ocurrido antes, pues la abogada había demostrado ser muy cumplida. -¿Ya la llamaron? – Preguntó el señor Duncan –-Sí, pero cae la contestadora en su número – Respondió el abogado –De pronto, se abrió la puerta y dejó ver a una señorita Chamberlain con la ropa totalmente empapada. Su cabello y maquillaje hechos un desastre. -Siento mucho la tardanza – Dijo la abogada observando todos los rostros que la miraban asombrada – Cuando venía por la autopista, se me pincharon los cuatro cauchos bajo la lluvia. Lamento la demora – -¿Usted está bien? ¿Nec
Rosalin y el señor Duncan llegaron al edificio del juzgado donde se estaba llevando a cabo el juicio y entraron hasta llegar al pasillo donde estaba ubicado el salón que correspondía al juicio del día de hoy. La abogada ya se encontraba allí y se le dibujó una gran sonrisa en el rostro al ver al señor Duncan y también se le descuadró al notar que Rosalin iba del brazo de su esposo. A Rosalin no le pasó por desapercibida la mirada que ésta le dio de arriba abajo y se veía que no le gustaba para nada.-Señor Duncan estamos listos para iniciar con la tercera parte del juicio – Dijo la abogada –-La parte oral – Respondió el señor Duncan –-Exacto. Comenzaremos a sacar las pruebas que cada uno tiene – Dijo la abogada y los antecedió a entrar al salón donde ya había mucha gente. Rosalin y el señor Duncan, se sentaron justo detrás de donde se encontraba la abogada Chamberlain.Rosalin se volvió a ver al señor Michael Miller sentado al otro lado y notó que éste la miró con cierto desprecio m
-¿Un arreglo? – Preguntó el señor Duncan mirando a la abogada para que se acercara – ¿Qué clase de arreglo?-La verdad es que pienso en el bienestar de mi nieta Sarah y no quiero que esto le vaya a traer problemas – Dijo el señor Miller – Así que te propongo quitar la demanda con dos condiciones –-¿Cuáles serían esas condiciones? – Preguntó el señor Duncan –-La primera condición: es alejar a Evelin Vonsaken de mi nieta – Dijo el señor Miller – Y la segunda: Que yo sea el albacea del fideicomiso que mi hija Helen le dejó a Sarah –El señor Duncan iba a responder airadamente a las peticiones del señor Miller pero la abogada lo interrumpió:-Señor Miller: Le haremos llegar la respuesta, porque como comprenderá hay que discutirla –Una vez que el señor Miller se hubo retirado, el señor Duncan se volvió a la abogada:-Yo no pienso darle el fideicomiso que dejó mi esposa para mi hija a ese hombre, porque ellos están en bancarrota. Están urgidos de dinero y no voy a ceder – Dijo el señor D
Rosalin y el señor Duncan llegaron a la corte muy temprano para encontrarse con la abogada quien le dio los buenos días muy sonriente al señor Duncan y una sonrisa fingida para Rosalin quien por enésima vez sólo respiro profundo para aguantarse a la Femme Fatale. Pero nada la podría haber preparado para la noticia que les tenía la abogada ese día.-Señor Duncan: Le tengo malas noticias – Dijo la abogada –-¿Qué sucede? – Preguntó el señor Duncan –-No me pregunte cómo, pero el abogado de Miller consiguió la firma de un juez para poder abrir el expediente de Evelin y traerla hoy como testigo –Dijo la abogada mirando por un momento a Rosalin –-¿Qué? ¿Qué es lo que está diciendo? ¿Evelin va a declarar? – Preguntó Rosalin confundida --Sí – Respondió la abogada –-Pero, no pueden permitirlo. ¿Ese expediente no estaba sellado y protegido por la policía? – Preguntó Rosalin mirando al señor Miller a lo lejos hablando con su abogado –-Consiguieron la firma de un juez para que se permitiera
-¡Oh Por Dios! ¿Qué había hecho? – Se dijo agarrándose la cabeza – Trataba de recordar ysólo llegaban a él recuerdos de ellos dos en la sala bebiendo vino y también.... Tambiénrecordó que ella se le acercó y lo besó en los labios, por lo que pensó en los reclamos deRosalin, pero lo que no recordaba era cómo había llegado a la habitación y mucho menos ala cama.El señor Duncan se levantó y comenzó a buscar su ropa, la cual estaba sobre una silla alotro lado de la habitación y se vistió con rapidez. Sacó su teléfono del bolsillo de suchaqueta y lo revisó. No había ni un mensaje de Rosalin. Era comprensible con lo mal quela trató. Se pasó las manos por la cara. Habían tomado mucho. En ese momento, sedespertó la abogada quien parecía muy feliz y relajada.-Buenos días, Kyle – Dijo estirándose como un gato y arreglando su cabello enmarañado,largo y oscuro –-¿Qué sucedió Laurelay? ¿Por qué amanecí en tu cama? ¿Qué pasó anoche? No recuerdocomo llegué a tu cuarto – Dijo el señor Du
-¿Qué tengo que ver con Melanie Caldwell? – Dijo la abogada – Directamente nada, pero ¿Quién cree que hizo llegar mis referencias a sus abogados?-¿Melanie? – Preguntó el señor Duncan asombrado - ¿Por qué?-No sé. ¿Venganza tal vez? – Respondió la abogada con las manos en la cintura sin preocuparle que no llevaba ropa puesta –-¿Todo fue una trampa? – Preguntó el señor Duncan –-Sí. El señor Miller también salió muy favorecido – Dijo la abogada –-¿Así que le dieron dinero a un hambriento como Miller? –Dijo el señor Duncan - Pero jamás van a lograr quitarme el fideicomiso de Sarah – Dijo el señor Duncan con los ojos entrecerrados – A menos que el objetivo no fuera ese sino otro – Dijo el señor Duncan mirando la habitación y la cama revuelta – ¡A menos que el objetivo fuera separarme de Rosalin! – Gritó el señor Duncan –-¡Y creo que se logró! No creo que ella te perdone esto – Dijo la abogada –-¡Oh No! ¡Eso no sucederá! ¡No, si yo puedo evitarlo! – Dijo el señor Duncan saliendo de la
Rosalin iba entrando al edificio que era la empresa de su esposo. La mayoría la conocían y la saludaban con amabilidad. Se dirigió al ascensor para subir directamente a la sala de juntas y al entrar, allí se encontraba su esposo reunido con los abogados. Todos se voltearon a verla sorprendidos.-¿Rosalin? ¿Qué estás haciendo aquí? – Preguntó el señor Duncan –-Buenos días – Dijo Rosalin acercándose a la mesa - ¡Qué extraño no ver por aquí a la señorita Chamberlain iluminando con su carisma!-Hay muchas cosas que debo contarte Rosalin y esa es una de ellas – Dijo el señor Duncan – La señorita Chamberlain está despedida. Te lo iba a decir esta mañana, pero estabas apurada para tu reunión –-¡Qué interesante! – Dijo Rosalin colocando una carpeta con toda la información recabada por los senadores – Porque esa reunión a la que fui ésta mañana, me llenó de luz y sabiduría, pues me consiguieron las pruebas para aplastar definitivamente a Miller –-¿Pruebas? ¿De qué pruebas estás hablando? –