Llegaron al lugar de recreación y organizaron todo, vieron llegar a Salvatore junto a Jisso, Amaranta tensó sus dientes y desvío la mirada.— Tranquila mi boni.— Lo estoy Xavi, lo estoy. — Respondió Amaranta viendo a sus mellizos correr a los brazos de Salvatore.— Hola Salvatore. — Pronunciaron ellos mientras Salvatore los recibía con sus brazos abiertos, y ellos miraban a Jisso sonreír.— ¿Quien e ella? — Interrogó Páris.— Niños, les presento a la tia Jisso Sánchez, es como mi hermana, pero me guardan el secreto con su mamá, ella cree que es mi novia. — Dijo guiñando un ojo y ellos rieron mirando hacia su madre.— ¿Le darás celos a nuestra mamá? La pequeña Aroa preguntó mirando a su padre.— Tranquilo papá, que te ayudaremos a reconquistar a mamá.Salvatore miró a Jisso, y sus ojos se llenaron de lágrimas los abrazó tan fuerte que rieron y cayeron al suelo riendo a carcajadas entre lágrimas. Jisso se sentó junto a ellos.— Mis sobrinos son muy inteligentes, mucho más que su padr
Salvatore despertó, se duchó y salió esa mañana en busca de sus pequeños que esperaban por él para llevarlos al colegio, llegó y los grandes portones de la villa estaban con seguridad,El encargado se acercó y vio que era Salvatore quien estaba ahí esperando.— Buenos días señor De la Rosa.— Hola Ciro, ¿Me dejas pasar por favor.?— Lo siento señor De la Rosa, pero estoy dejando todo en orden, los señores salieron de viaje.Esa noticia fue como un valde de agua fría para Salvatore.— ¿ Como que se fueron de viaje? ¿ a donde? ¿ cuando regresan?Las preguntas eran una tras otra.— No lo sé señor, solo me llamó el doctor Xavier para darme instrucciones de la seguridad de aquí.Salvatore caminó de un lado a otro intentando comunicarse con Amaranta.— No es posible, como es que se va sin decirme nada, como es que se volvió a llevar a mis hijos.Subió al auto y regreso al departamento, subió tan rápido como podia, y tomó el ascensor, llegó al piso, y lo primero que hizo fue ir a su portátil
Amaranta sintió su cuerpo estremecerse ante el roce de Salvatore, y quitó su mano de la de él.— No me toques, por favor, mantén tu distancia.Salvatore sintió un estrujón en su corazón, y retiró su mano.— Discúlpame, no volverá a pasar.— Los niños ya saben que eres su padre, ¿Por qué se los dijiste?— No fui yo, ellos simplemente me lo dijeron y ya, yo jamás hubiera hecho algo sin tu consentimiento.Amaranta miró a sus hijos jugar y miró a Salvatore.— Necesitamos arreglar lo de la identidad de los niños, y yo, necesito los papeles del divorcio firmados por ti.— AmiCris, podemos hablar de eso en otro momento, por favor, ahora quiero que salgamos a dar un paseo en familia. ¿Vamos?.— ¡Siii mamá! Siii por favor vamos quiero que mis nuevos amigos vean que si tenemos papá y que no solo tenemos padrino. — Expresó muy emocionada una Aroa.— Está bien mis amores, será hoy por qué mañana tenemos que regresar a casa.— ¿A Islandia? ¿Y por qué no nos quedamos aquí? Mamá, allá no tenemos pri
Salvatore salió de la habitación de Amaranta acompañó al médico hasta la puerta.— Doctor, mi esposa y yo estamos pasando un mal momento, ella no desea que la acompañe a su consulta,¿Me permitiría estar ahí sin que ella se entere?— Por supuesto que sí, señor De la Rosa.— Perfecto, ahí estaré.El galeno se despidió y Salvatore volvió a su habitación, tomó su celular y llamó a Jisso.Al día siguiente muy temprano antes de que Amaranta salga, salió él al hospital.— Buenos días señorita, tengo cita con el director Izquierdo.— Pase, lo está esperando.Salvatore pasó al consultorio, el galeno lo paso a la habitación de la ecografía donde se escondió detrás de uno de los vestidores.Quince minutos después llegó Amaranta, a la consulta y todo lo escuchaba Salvatore.Muy bien señora Pierre, tiene seis semanas de embarazo, y hasta ahora todo está bien con su bebé.— Eso no es posible doctor, ¿está seguro, de lo que me está diciendo?— Claro que si, mire aquí está este punto negro, ese es su
Amaranta fue a su habitación, fue al baño, y bajo la lluvia artificial cerró los ojos, venía a su mente las palabras de Salvatore, sentía su corazón estrujar se, también recordó las palabras de el enmascarado y sentía su piel erizarse.Ese juego de seducción se le salió de las manos, no podía estar con ese hombre pues no sabía quién era y esperaba un hijo de él, no podía estar con Salvatore, por esa misma razón, el bebé en camino.— Dios, que locura, que locura hice.Amaranta se maldecía mentalmente, por no ponerse límites.Salió de ahí se cambió y maquilló dejo a sus pequeños con Sun-Hee y salió Llegó al IMPERIAL CLUB colocó su máscara y paso a la barra.— Esto es para la mujer enmascarada.— Gracias.Caminó sintiéndose en el aire, cada paso que daba era como si estuviera flotando.— No se que pasará hoy, pero si no revelamos nuestra identidad no le diré nada de mi hijo. — Se dijo así misma en un susurro.Llegó a la puerta de la sala VIP, cerró los ojos, y pasó la llave electrónica
La ropa estaba esparcida por todos lados, la habitación era llena de los gemidos de ambos, sus cuerpos estaban empapados por el sudor.Las embestidas eran fuertes, profundas y placenteras.Amaranta y su enmascarado ahora no solo tenían sexo, se estaban haciendo el amor con tanta, pasión y tanto deseo.— ¡Aaaagh! Si, más, por favor. — Pedía Amaranta entre gemido.Salvatore bebía de sus pechos, mordía suavemente sus pezones, subía por su cuello y llegaba a sus labios, la danza de sus lenguas, les descargaba intensas sensaciones, al igual que la danza de sus caderas, ella salía a su encuentro, y eso hacía más placenteras las penetraciones.— Te amo Ami, eres la mujer de mi vida. — Susurró sobre sus labios y profundizando sus besos.En un movimiento sincronizado ella quedo encima de él, empezando a cabalgar lo, Salvatore acariciaba sus pechos, mientras ella tiraba su cabeza hacia atrás sintiendo lo todo dentro de ella, seguían con sus movimientos, ella gemía mientras el succionaba uno, lu
— ¡Salvatore! — Gritaba Amaranta clavando sus uñas en el brazo de su Salvatore, este de un brinco estaba fuera de la cama y dando vueltas en la habitación.— Ya mi amor sopla, sopla.— Decida y lo hacía el mostrándole como hacerlo.— ¡No quiero soplar! No, no quiero, me duele y ¡Apurateee!Salvatore se agarraba de los pelos, era la primera vez en esos apuros, y a pesar de recibir las clases prenatales, era un desastres en el momento de ponerlas en prácticas.— Ya, ya, ya, mi vida, araña me, golpearme si eso te disminuye el dolor, pero por favor explícame. ¿Que hago?Amaranta lo fulminó con, la mirada, y le gritó.— Salvatore De la Rosa, si no me llevas ahora mismo al hospital, juro que te voy a colgar del árbol más alto.— ¡Al hospital! Si, ya vamos, vamos.Tomó a Amaranta la puso en la silla de ruedas la llevó al ascensor y bajaron, y llegaron al estacionamiento.— Gloria, por favor avisa a la familia que vamos camino al hospital.Subió a Amaranta en el auto y lo hizo el también y
Entre besos apasionados llegaron a la habitación, Amaranta con sus piernas envueltas en la cintura de Salvatore y empotrada contra la pared, el mordía y succionaba sus pechos, cayeron a la cama y fue bajando, y dejando mordidas suavemente por su vientre, bajó a sus piernas y subió, y las abrió, y con su dedo pulgar acarició su punto que le abrió las puertas del cielo.Acarició, y apretó muy despacio su clítoris, mientras sus dedos entraban y salían de ella, uno, luego dos, los gemidos eran fuertes y los movimientos de sus caderas le daban a entender que ni era suficiente.— ¡Aaaagh! Más, más. —Susurró entre gemidos.Salvatore bajó a su punto y la hizo estremecer, pasó su lengua caliente que le provoca una descargas electrizantes en el cuerpo de Amaranta, ella se sacudió toda,Salvatore la penetraba con sus dedos, mientras su lengua jugaba en su punto.Amaranta, agarró los cabello de Salvatore y presionó contra ella.El siguió complaciendo la, mientras ella sentía su cuerpo tensarse,