Capítulo81
—De acuerdo, vamos pues a tu casa.

Ambos nos apresuramos a llegar a la casa de Luna.

Luna, ansiosa, intentaba desabrochar con torpeza mi correa.

Y justo en ese momento, para mi mala suerte, la correa se atascó y no había forma alguna de quitarlo.

Luna, mientras luchaba con el cinturón, de repente comenzó a desconsolada llorar.

—Luna, ¿por qué lloras? — le pregunté, confundido.

Luna, entre sollozos, le respondió: —Cada vez que estamos a punto de hacer el amor, siempre sucede algo que lo interrumpe. ¿Será que hasta Dios no quiere que estemos juntos de esa forma?

—¿Qué tonterías dices de Dios? No creo en esas cosas. Mejor ve y tráeme unas tijeras para cortar la correa.

Luna soltó una risita coqueta entre lágrimas.

—Está bien.

Enseguida, fue por unas tijeras.

Yo corté la correa a la altura de la cintura.

—¿Ves? Es así de fácil.

Luna bajó ansiosa mi pantalón y metió su mano directamente.

En ese preciso momento, me sentí como si estuviera volando.

Luna me quitó el pantalón por completo.

Mirá
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo