Capítulo194
—¡Óscar! ¡Tú mismo dijiste que querías casarte con Luna! —mi cuñada intentaba detenerme al ver cómo me perdía cada vez más en mis impulsos.

Sabía que, si no insistía ahora, jamás tendría otra oportunidad para estar con ella.

Así que ignoré por completo sus palabras y seguí acercándome, provocándola poco a poco.

Apresurado, logré desabrochar su pantalón.

Ella notó mi urgencia y, casi en tono de súplica, me pidió: —Óscar, cálmate un poco, por favor.

—Cuñada, ¿de verdad crees que en este momento puedo tranquilizarme?

No había posibilidad de detenerme. Cuando un hombre llega a este punto, no tiene otro pensamiento más que seguir adelante con lo que quiere hacer.

Metí apasionado mi mano en su ropa, y sentí una humedad cálida en su piel.

Sonreí y le dije: —Mira, ya estás mojada. ¿Por qué sigues resistiéndote?

—No estoy resistiéndome, estoy tratando de mantener la claridad.

—Óscar, cometer errores es fácil, pero arreglarlos luego es mucho más complicado.

—¿Te has puesto a pensar en lo que pas
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo