Capitulo610
No dije nada en absoluto, simplemente cargué a mi cuñada y nos fuimos.

A mitad del camino, de repente mi cuñada me dijo: —Óscar, no quiero regresar.

—Cuñada, con ese pie así, si no lo tratas pronto, seguro que no será bueno para ti.

Pensé que quizás no le importaba mucho su herida, por lo que, con paciencia, intenté recordárselo una y otra vez.

Ella estaba sobre mi espalda, y no podía ver su rostro.

Lo que no sabía era que, en ese preciso momento, la cara de mi cuñada estaba completamente sonrojada, y por dentro sentía una corriente de emociones.

Este contacto físico entre nosotros era algo tan natural pero tan cargado de significado, no solo me traía sensaciones olvidadas, sino que también le evocaba a ella sentimientos similares.

Su corazón latía con fuerza, y esa sensación de ansiedad reprimida, que había estado controlando durante tanto tiempo, parecía que ya no podría contenerla por mucho más tiempo.

Con un tono de voz muy suave, casi en ligero susurro, me dijo al oído: —Lo que qu
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP