A partir de ahora, no puedo ser tan ingenuo al hacer las cosas, porque si no, podría terminar siendo engañado y, lo peor, ni siquiera me daré cuenta. Seguiré pensando que esa persona es buena.

Ahora, por fin entiendo por qué mi cuñada insistió tan firmemente en que mi hermano jamás diría algo así.

Piénsalo bien: un hombre que quiere hacer algo grande, convertirse en un gran jefe y estar por encima de los demás, no podría tolerar que su hermano, al que ha apoyado tanto, se acostara con su propia esposa, ¿verdad?

Pero la realidad es que mi hermano sí hizo eso.

Y es eso lo que me llena de pavor y angustia.

Siempre creí que mi hermano me pedía que lo hiciera porque quería salvar su matrimonio con mi cuñada.

Pero ahora, al pensarlo bien, parecía que la situación no era después de todo tan simple.

Mi hermano debe tener algún otro propósito escondido. Pero, ¿cuál?

Y yo, en su plan, ¿era simplemente una herramienta?

Al pensar en todo esto, un escalofrío recorrió mi cuerpo, y el vello de mi nuc