Christian ya se había dado cuenta de que algo no iba bien en el ambiente y siguió negándose. —Hoy es fin de semana, no tengo nada importante que hacer. De todos modos, debes comer antes de irte—insistió Paula tercamente.

—Está bien—Christian cedió a regañadientes ante la determinación de Paula.

—Espera, ¡mi esposo y yo también iremos contigo!

Al ver a Paula llevando a Christian hacia la puerta, Patricia hizo una seña a Emilio, y la pareja los siguió.

Después de la conversación en el dormitorio, Patricia malinterpretó el comportamiento de Christian y ahora no confiaba en él. Por supuesto, no se sentiría tranquila dejando a su hija salir sola con él.

Luego, caminaron hasta la planta baja del edificio residencial. Paula condujo con Christian y Patricia, y se dirigieron hacia una zona comercial cercana hasta llegar a un lujoso hotel de alta gama.

—Paula, podrías haber elegido un pequeño restaurante en la calle para comer. ¿Por qué venir a un lugar tan caro?

Patricia tenía una expresión des