Para tranquilizar a Paula, Patricia también tuvo que aceptar la solicitud de Paula.

En ese momento, se escuchó el sonido de un automóvil y un lujoso auto deportivo de alto valor se detuvo frente al hotel.

La puerta del auto se abrió y un joven de unos veintiséis o veintisiete años salió del auto. Detrás de él, había dos guardaespaldas vestidos de traje, imponiendo una presencia imponente.

—señor Fuentes, ha llegado usted—dijo Iván con una expresión de alegría, acercándose amablemente.

—Hmm, vamos—respondió el señor Fuentes con una actitud altiva, siguiendo a Iván para entrar al hotel. Pronto se encontró con Emilio, Christian y los demás.

—Iván, ¿quiénes son estas personas?— frunció el ceño señor Fuentes.

—Permítame presentarle. Esta es mi novia, Lorena, y los demás son sus familiares—Iván estaba a punto de presentarlos uno por uno, pero fue interrumpido por el señor Fuentes.

—¿Los familiares de tu novia? ¿Me has invitado para discutir una colaboración o para una reunión familiar?— el