Christian, al escuchar esto, sintió que esta noche debía haber una emboscada. Hace un momento, solo estaba probando a Gairin con sus palabras, pero no esperaba que Gairin lo invitara con tanta prisa. Con su inteligencia, no era difícil adivinar que esto no era algo bueno.

—Carmen, Marta, suban al auto y esperen, Alejandro y yo iremos y volveremos—dijo Christian, girándose hacia Carmen, Marta y Andrea. Mientras hablaba, le hizo una señal a Andrea con disimulo. Andrea lo entendió y captó la intención de Christian.

Sin embargo, Carmen y Marta no comprendieron el significado detrás de la mirada de Christian. —¡No! ¡Yo también quiero entrar con ustedes!—exclamó Marta emocionada. Una oportunidad tan emocionante no podía dejarla pasar.

Carmen, por otro lado, se comportó de manera más sensata. Aunque deseaba ver a Daniel cuanto antes, era fría y astuta, sabía que su poder y el de Marta eran limitados y, si se unían, solo serían una carga para Christian y Alejandro.

—Pueden hacerlo. De hecho, y