—Christian, Fernando ha muerto, nosotros, los subordinados de Fernando, solo estábamos siguiendo sus órdenes y mandatos en nuestras acciones anteriores. No era nuestra intención original hacer esas cosas.

—Le pedimos, señor, que tenga misericordia y nos deje una oportunidad de sobrevivir —Gael y los expertos de la familia Medina se inclinaron y suplicaron uno tras otro.

Christian, al escuchar esto, recobró sus pensamientos dispersos y después de una breve pausa, miró a Víctor y dijo: —Víctor, encárgate de estos miembros de la familia Medina. Averigua sus antecedentes a fondo. Cualquiera que haya cometido actos malvados debe ser castigado severamente.

—En cuanto a aquellos que no hayan hecho nada malo, se les puede dejar vivir.

—Sí, lo entiendo. Me iré entonces.

Víctor asintió con la cabeza, se despidió y condujo a algunos de sus seguidores para llevar a Gael y a los expertos de la familia Medina, dejando el lugar antes que nadie.

Una vez que Víctor y su grupo se marcharon, Damián y var