Desde este momento en adelante, en su corazón, realmente aceptó y reconoció a Christian.

—Daniel, somos una familia. Es lo que debería hacer, no necesitas ser tan educado —dijo Christian con una sonrisa, aunque su mirada no pudo evitar dirigirse furtivamente a Carmen.

Desde la noche anterior, Carmen había pasado a ser su mujer oficial y su futura esposa. A pesar de los rencores del pasado, había perdonado a Daniel y Alejandro por el bien de Carmen. Mientras Daniel y Alejandro no fueran demasiado lejos, no podía permitirse ser mezquino con ellos.

Al sentir la mirada de Christian, la cara de Carmen se ruborizó y captó el significado en sus ojos. Controlando su vergüenza interna, le devolvió una mirada llena de gratitud y cariño.

—¿Una familia?

—Sí, tienes razón. Ahora somos una familia.

—Christian, el futuro de la familia López depende totalmente de ti.

Daniel no pudo evitar reír alegremente, liberando todas las preocupaciones que había tenido. Sabía que al expulsar a Damián y otros, la