Sin embargo, Damián y los demás eran familiares de Carmen después de todo. Si pudieran rectificar su camino y arrepentirse, y considerando el respeto que se debía a Carmen, podría perdonar sus errores. Pero ahora, en lugar de demostrar arrepentimiento, Damián y los demás habían aceptado ayudar a Fernando en su plan. En esta situación, no había necesidad de ser cortés.

—Damián, es comprensible que hayas sido engañado por Fernando y María, lo que condujo al caos en la familia López—reprochó Daniel con enojo, su expresión no era nada agradable. Aunque ya había previsto que Damián y los demás no lo apoyarían como un inútil, después de experimentar esto personalmente, le resultaba difícil aceptar esta cruel realidad.

—Hermano mayor, lamento mucho lo que estoy haciendo, pero solo quiero preservar la herencia ancestral de la familia López. No tengo elección. Espero que no me culpes—suspiró Damián.

Daniel estaba tan enojado que temblaba, pero se sentía impotente. —Bien, muy bien—dijo a regañad