El señor Benítez rugió, sin tiempo para pensar mucho, lanzó un puñetazo rápidamente para enfrentar el ataque de Fernando. —¡Señor Benítez, tu oponente somos nosotros! —gruñó el señor Ortiz. Él y Nicolás se lanzaron juntos, intervinieron a tiempo para bloquear el ataque del señor Benítez.

—Christian, ¿qué estás haciendo parado como un tonto? ¡Apresúrate y escapa! —exclamó Andrea con frustración, tratando de tirar de Christian, pero su cuerpo no se movió ni un ápice.

—Fernando, Valenciano ha muerto, ¡ahora te toca a ti! —los ojos de Christian brillaron con una mirada penetrante. Sin retroceder, avanzó y lanzó un puñetazo con un poder sin igual, enfrentando el ataque de Fernando.

—Chico, vas a morir —Fernando tenía los ojos inyectados en sangre. Sabía que el nivel de poder de Christian era solo el de un gran maestro en su punto más alto, lo que no podría resistir su ataque devastador.

Ahora que Christian estaba retándolo activamente, eso le agradaba. Incrementó la fuerza en su palma, disp