Capítulo 25

Lucia tiembla, la amenaza de Vincenzo le hace dar pánico, Pero Leonardo acaricia el rostro de su amada.

—El dice que sabe dónde está mi hermano, yo... no puedo irme así, necesito saber algo de el.

Leonardo toma las manos de Lucía, puede ver el desconcierto que le provoca está situación.

—No lo escuches, te juro que se dónde está tu hermano, confía, yo lo traeré a ti

Lucía se pierde en el azul hielo de los ojos de su amado, Leonardo se ha convertido en su lugar seguro.

La loba asiente con la cabeza, toma la mano de su esposo para salir de allí.

Vincenzo se da cuenta que ha perdido, no tolera la frustración de no tener lo que tanto desea.

—Llevatela, hoy Lucía pasó por mi cama, ahora te entiendo, es una loba pasional que me saco más de un aullido ¿Le contaste que me pedías no parar?

Leonardo regresa furioso y le da un fuerte puño en la cara a Vincenzo, gruñe por esas palabras ofensivas a su esposa.

—¡Nunca vuelvas a decir algo así! Una mentira tan asquerosa no merece ser es