Capítulo 100

La presencia de aquella loba, hace que el ánimo de la fiesta se apague, es claro que no es una persona grata en aquel lugar donde la luz brilla.

—Felicidades, supongo que disfrutan de las desgracias ajenas.

Valeria está deshecha, la loba está sucia, tiene el cabello enmarañado, huele fatal y su ropa está rota, vieja y sucia.

Lucia abre los ojos, se acerca a ella, siente compasión de su prima, nunca deseo verla en este estado a pesar de todo el dolor que le causó.

Valeria observa a Vicente, el lobo que amo pasea del brazo de la que un día fue su sirvienta

—¡Eres una maldita! Siempre supe que estuviste de mosquita muerta con mi esposo —gruñe furiosa.

Vicente que también está sorprendido del estado de la loba le pide que se calme, intenta tomarla de las manos pero ella lo rechaza, ese amor obsesivo se convirtió en un odio peligroso.

Lucia le pide también que mantenga la calma, suspira al ver el estado de su prima

—Te vamos a ayudar, solo dejame hablar contigo.

Valeria y Luc