Ese día se había convertido en una verdadera pesadilla para Alexandra, no había parado de recibir malas noticias; pues desde que James le había dicho que Charles y Margaret saldrían libre ella no hacía más que darle vueltas a la cabeza para encontrar una solución para por fin terminar con ese terrible tormento. sentía que el único capaz de calmar esa incertidumbre era Adam, por lo que decidió llamarlo. sólo se oía como el teléfono sonaba, pero no tuvo ninguna respuesta así qué terminó por darse por vencida. Las lágrimas empezaron a salir a borbotones, no podía evitar sentir una gran soledad, el mundo se le estaba cayendo encima y se sentía sumamente desprotegida; por una parte, esos dos seres tan repulsivos estaban libres, y por el momento no existía nada que pudieran hacer para cambiarlo; James que había dicho que él se encargaría del caso, pero a cómo estaban las cosas, ya no le quedaban muchas esperanzas. Necesitaba tranquilizarse, así que respiro profundo y trato de concentrarse,
Adam tocó la puerta insistentemente pero Alexandra no contestó, entonces decidió entrar; seguro ella estaría durmiendo debido al malestar que sentía y era por eso que no se dio cuenta de que la estaban llamando.Mariana, amor ¿Estás bien? – Preguntó Adam preocupado.La buscó por toda la habitación pero ella no estaba y una serie de sentimientos encontrados lo embargaron.Regresó a la sala, se veía bastante contrariado, lo único que deseaba era salir corriendo a buscarla, no quería que pasara más tiempo sin poder aclarar las cosas.- Gerald, Stella, regreso en un rato - Les dijo.- ¿A dónde vas, papi? – Preguntó la niña.- Voy a buscar a Mariana mi amor, regreso en un rato -.Adam se despidió de su hija y se fue a casa de Edmund, era el único lugar al cual ella iría, después de todo allí estaba su hermana, y aún cuando posiblemente Diana estuviese en el trabajo ella la esperaría para contarle como se sentía.El tráfico estaba insufrible y Adam comenzaba a perder la paciencia, anhelaba
Todos en la casa estaban desesperados, Alexandra había desaparecido y lo peor es que no tenían ni la menor idea de dónde buscarla. Adam estaba empezando a perder la cordura, caminaba por todo el estudio tratando de pensar en cuál pudiera ser el paradero de su novia.–Debo ir a buscar a Diana, tal vez ella pueda darme un indicio de dónde encontrar a Mariana – Dijo de repente.Edmund y Jennifer se miraron, sabían que no podían decirle dónde estaba, pues eso sería como delatar a Alexandra, no sabían qué hacer, pues estaban seguros de qué el insistiría hasta obtener una respuesta.– No te precipites, Adam, estoy seguro que ella regresará en cualquier momento, no debemos perder la cabeza, en estos casos es mejor pensar con la cabeza fría – Sugirió.Adam emitió un suspiro profundo, pues no entendía porque todos estaban tan tranquilos cuando él se moría de la desesperación.– Si no vuelve dentro de un rato, entonces le avisaré a James, él sabrá qué hacer – Propuso Jennifer.– ¿Y por que no l
Alexandra se había quitado un gran peso de encima, saber que el hombre que amaba le era completamente honesto significaba tanto para ella, estaba acostumbrada a que las personas que estaban cerca terminaban traicionandola qué pensar en que Adam también pudiese hacerlo, definitivamente la hizo sentir muy mal, pero por fortuna las cosas estaban mejor entre ellos, y ahora se encontraba en una situación difícil, ya que tenía varios asuntos por resolver para poder acompañar a su novio en ese viaje de negocios. Fueron a un lugar bonito, se debían un tiempo juntos, la ausencia de esos días los había hecho extrañarse demasiado, y querían recompensar el tiempo perdido pasando la mayor cantidad de momentos felices juntos.– Me hiciste mucha falta, sólo pensaba en ti cuando estaba fuera– Le dijo mientras le sostenía la mano.– Me gusta que pienses en mí, las cosas son tan diferentes cuando no estás –.– Por eso necesito que me acompañes, es mucho tiempo estando lejos de casa, y sin ustedes me si
Alexandra y Adam llegaron a la casa, después de despedirse y desear las buenas noches a la pequeña Isabella, cada quien se disponía a descansar, pero Alexandra se sentía inquieta, no podía dormir, por lo que bajó al jardín para tomar aire fresco. Adam escucho ruidos y se levantó para ver de quién se trataba y verificar que las cosas estuvieran en orden. Fue a su estudio para revisar el circuito de cámaras de seguridad, se dio cuenta que quien andaba merodeando por el jardín era nada más y nada menos que su bella novia, por lo que decidió ir a hacerle compañía.– Pero miren nada más a quien tenemos aquí, parece que alguien no puede dormir – Dijo de repente provocando un susto en la joven.– Pero qué susto me has dado, Adam. Por poco me provocas un infarto – Contestó todavía sobresaltadaÉl se echó a reír, le gustaba tener esa clase de juegos con ella, quería que su relación siempre fuese espontánea y con diferentes matices.– Siento haberte asustado, no era esa la intención, ya ves, si
Los planes de todos se empezaban a gestar, cada uno iba dando forma a su estrategia de tal manera que pudieran alcanzar el objetivo que perseguían, en el caso de Alexandra, prácticamente tenía un porcentaje considerable de la empresa de su padre, el cual volvería a ser para ella después de qué se concretarse la firma del contrato de sociedad que permitiría darle liquidez a la empresa debido a la malversación de fondos por parte de Mark.– Nos falta poco para tenerlos en nuestras manos padre. Uno a uno esos infelices irán pagando por todo lo que nos hicieron – Señaló Alexandra.– Estoy muy orgulloso de ustedes dos, son unas verdaderas heroínas, la estrategia que diseñaste querida Alexandra fue infalible, y tu mi bella Diana, lograste ejecutar el plan al pie de la letra – Exclamó.– Ya era hora que esos desgraciados me devolvieran al menos un poco de lo mucho que me quitaron, y así sea a base de trampa voy a lograr que se queden en la completa ruina que me supliquen piedad, sé que no de
Muy temprano, el abogado se dio cita en la casa de Nataly y Amanda, quería informarles acerca de la situación en su juicio contra Edmund, que al parecer no sería tan fácil como ellas imaginaban, pues los abogados que él había contratado eran de gran renombre y estaban muy bien armados en cuanto a su defensa.– No puede ser que esté sucediendo esto, ellos no tienen forma de probar las cosas de las que me acusan – Se defendió Amanda.– Al parecer si las tiene, mi querida señora, yo le recomiendo que acepte el acuerdo y reúse seguir adelante con el juicio, de cualquier manera a ustedes no les faltara nada, porque yo estaré aquí para ayudarlas – Le dijo .– Se lo agradezco tanto, es usted tan generoso, por eso mi hija está tan enamorada por el magnífico ser humano que ha encontrado en usted contestó la mujer haciendo gala de una gran hipocresía.– Y yo de ella, señora, su hija me ha devuelto las ganas de vivir –.Amanda lo miró con repulsión, y se imaginaba el gran sacrificio que debía es
Ese extraño padecimiento repentino que Adam había tenido tenía muy intranquila a Alexandra, pues más que un malestar físico, todo parecía indicar que era un pretexto para distanciarse de ella por alguna razón, no entendía lo que sucedía, si tan sólo hacía unas horas los dos estaban completamente felices , e incluso en la última llamada le había preguntado que si iría con él en el viaje, no obstante, sentía que debía tranquilizarse, pues la incertidumbre estaba causando grandes estragos en sus emociones. Subió a la habitación de la pequeña Isabella, quería charlar con ella, pues en los últimos días había estado tan ocupada que no había tenido oportunidad de convivir con ella.– Hola mi pequeña, ¿Qué estás haciendo? –Le preguntó Alexandra al ver lo concentrada que estaba.–Es para la tarea de artes, nos pidieron que hiciéramos un retrato de nuestra familia – Le explicó.– Genial, a ver cuéntame, ¿A quiénes colocaste en tu dibujo? – La interrogó con curiosidad.– Éste de aquí es papá, aq