Amanda respiró profundo, quería procesar rápidamente lo que estaba pasando, en tan sólo un instante su vida perfecta se estaba derrumbando y sus malévolos planes habían quedado al descubierto.– No sé quién demonios sean ustedes, pero no tienen ningún derecho de venir a mi casa a decirme que me vaya, tengo todo el derecho de estar aquí por ser tu esposa, Edmund, y seguramente tú no estás bien, por eso tuvimos que encerrarte en esa clínica psiquiátrica – Espetó con furia.– Por favor, Amanda, por una vez en tu vida deja de ser tan hipócrita y repulsiva, sabes perfectamente que me encerraste en esa clínica psiquiátrica, que te valiste de mi dinero para destruirme y quedarte con todo, pero ese juego se acabó me escuchaste, se acabó, no pienso permitirte que sigas aprovechándote de mí, saldrás a la calle tal como llegaste, sin nada – Contestó Edmund lleno de rabia.– Cállate, viejo decrépito, no sabes lo que estás diciendo, la ley está de mi lado, y no voy a hacerte caso, jamás saldré de
Cuándo Alexandra entró en las instalaciones del corporativo Miller, todos la veían con expectación, no sabían de quién se trataba y por ende, eso causaba una gran curiosidad en el personal que laboraba en la empresa, llegó hasta donde estaba el despacho de Adam y al verla, la secretaria, quien estaba vestida elegantemente con un traje ejecutivo que le quedaban perfectamente a su hermoso cuerpo, la recibió con una impresionante sonrisa, seguramente Adam había dado instrucciones para que en el momento que ella llegara, fuera tratada de lo mejor y por supuesto se le hiciera pasar en forma inmediata.– Usted debe ser la señorita Smith, el señor Miller la espera – Dijo la amable asistente.– Muchas gracias, pero me gustaría pedirte que no le avises que estoy aquí, quiero sorprenderlo – Contestó ella.La chica asintió y señaló a Alexandra la puerta de la oficina para que pudiera ingresar. Alexandra entró sin hacer mucho ruido y en efecto, logró sorprenderlo, pues Adam se encontraba con la v
Diana llegó a la hacienda de los Miller, quería despedirse de todas las personas que las habían recibido de una manera tan hospitalaria cuando ella y su hermana tanto lo necesitaban, Adam y Alexandra ya le estaban esperando así como también el personal de la casa.– Te vamos a extrañar mucho, Dianita –.– ¿Por qué no reconsideras, quédate con nosotros –.– ¿Y ahora quién me dará mi medicina? –.– Muchas gracias por sus muestras de cariño, yo también los voy a extrañar muchísimo, no te preocupes Isabella, mi hermana se va a quedar aquí y ella te cuidará muy bien, tú ya no necesitas tomar medicina porque cada ves estás mejor – Les dijo Diana.– ¿Escuchaste, papi?, Diana dice que ya no necesito tomar medicina – Contestó la niña emocionada.– Pues claro que no, princesa, has hecho grandes progresos, y ahora estás perfecta – Confirmó su papá.– ¿Mariana y tú se van a casar? – Cuestionó la niña con su acostumbrada curiosidad.A pesar de qué no le habían dicho nada, Isabella era muy intuitiv
Una noticia inesperada acababa de estropear los planes de viaje de Mark, era un tema sumamente delicado que requería toda su atención y aun en contra de su voluntad debía quedarse para tratar de resolverlo, no quiso comunicárselo a Verónica, pues sabía que de nada serviría, ella carecía de la audacia y la inteligencia que se requería en estos casos.Pensaba en los diferentes que serían las cosas si Alexandra hubiese estado a cargo, seguro ella habría encontrado la solución perfecta o quizá nunca hubieran llegado a esa situación tan delicada.- Necesito que se den prisa con la selección de las candidatas a asistente de presidencia –ordenó Mark.- Señor, ya hemos entrevistado a algunas aspirantes pero la señorita Verónica no las aprobó – Dijo el jefe de personal.- Selecciona a las más capacitadas y mañana a primera hora quiero verlas para una entrevista conmigo – Indicó.Mark necesitaba encontrar a alguien brillante que pudiera proporcionarle la solución que por más que le daba vuelta
La atmósfera estaba cargada de electricidad y el deseo se desbordaba con cada caricia, con cada beso, no había lugar para los pensamientos en ese momento pues todos los sentidos se hallaban nublados por la magia que envolvía el entorno. Me vuelves loco – Dijo Adam con la respiración entrecortada y las pulsaciones al límite.- Adam, mi amor, te amo tanto – Contestó ella completamente turbada por las emociones que estaba experimentando.Resultaba imposible detenerse, la atracción era tal que superaba el entendimiento, por primera vez, Alexandra estaba dispuesta a dejarse llevar, dejando de lado sus miedos e inseguridades, no quería pensar en lo que sucedería después, tan solo deseaba vivir su amor a plenitud, pero tal parecía que el destino nuevamente se interpondría entre ellos, ya que del otro lado de la puerta se escuchó una voz que los llamaba insistentemente.- Mariana, papi, no puedo dormir, tengo mucho miedo – Dijo la niña en un mar de lágrimas.La voz de Isabella rompió el enca
Uno de los días más difíciles en la vida de todos había llegado, a partir de ese momento, una serie de acontecimientos se desencadenarían para dar paso a cambios trascendentales, el plan de infiltrar a Diana en la empresa de los Cooper tendría lugar ese día, así que en cuanto escuchó el despertador su corazón dio un vuelco, pero trató de respirar profundo y aclarar sus ideas, para después ponerse en pie y comenzar a prepararse. luego de estar vestida y arreglada con un esmero que dejó a todos boquiabiertos bajó directamente al comedor, donde su tía Jennifer, ya le había preparado su desayuno. James la miraba con los ojos desorbitados debido a la emoción que sentía, pues de la joven tímida y sencilla que había conocido no quedaba nada, allí frente a todos ellos se encontraba una joven Empoderada, lista para conquistar sus metas y para desempeñar un papel extraordinario como asistente de presidencia de los Cooper.– Pero miren nada más, nuestra pequeña se ha convertido en toda una reina
En cuanto el timbre de la puerta sonó, Alexandra se apresuró a abrir, sabía que se trataba de Diana y estaba ansiosa por averiguar cómo le había ido en la entrevista.Gracias a Dios que llegaron, cuéntame por favor que muero por saber cómo te fue –Preguntó Alexandra bastante exaltada.- Calma, pasemos y ahora te platico – Contestó Diana tratando de alargar la espera.Pasaron al estudio y todos estaban sumamente nerviosos, lo que pasaría ese día sería crucial para lo que tenían pensado hacer.- Felicítame, tienes frente a ti a la nueva asistente de presidencia – Informó Diana con gran alegría.Una infinita felicidad se dibujó en el rostro de Alexandra, por fin sentía que la vida le estaba regresando un poco de lo que le había arrebatado.- Sabía que lo lograrías, eres lo máximo hermanita – Dijo ella.- Sabes que haría lo que fuera por ti –Respondió.- Y yo por ti, mi querida, no sé si algún día podré retribuirte todo lo que estás haciendo por mí, pero te juro que no me alcanzará la vid
Bastó solo con la espectacular noche que pasaron en el restaurante del hotel, para que Henry y Verónica sellaran una especie pacto de amor.- ¡Estas preciosa! No habia conocido una mujer como tú antes, eres espectacular y esplendida, no sabes cuanto me halaga que hayas querido salir conmigo.-Bueno, tú mismo te has ganado ese privilegio - Verónica se aprovecha de su atuendo para poder seducir aun mas a Henry, ella pasa sus manos por su pecho, haciendo que él simplemente se pierda en el movimiento que las dirige hacia su pecho.- ¿Quieres una copa de vino, mi querida? - Él trata de salirse del incomodo momento-Claro que sí, muchas gracias eres un caballero - Él le sirve la copa de vino y ambos brindan, al chocar las copas, cada uno se las lleva a la boca y ella en finos movimientos pasa la lengua por el borde de esta, tratando de que Henry se sintiera aludido por su sensualidad y cayera rendido a sus pies.Para ella, un hombre como él se le hacia demasiado interesante, no solamente er