La mente de Margaret le estaba jugando una mala pasada, pues al escuchar las palabras que Alexandra le dijo respecto a la inyección que le puso, empezó a manifestar todos los síntomas que le mencionó. Ella veía su azañacon agrado, ya que le causaba un poco de satisfacción, la venganza contra ellos estaba comenzando y no pensaba detenerse hasta hacerles pagar por todo el daño que hicieron. Siguió atormentándola un rato más hasta que se quedó dormida, veía el terror en su mirada, y una gran impotencia se dibujaba en su cara, pensaba que sería su fin, y que poco a poco tendría que vivir el tormento de qué ese supuesto veneno terminarían lentamente con su existencia. Alexandra no sería capaz de acabar con la vida de nadie, pues incluso por esos seres tan perversos sentiría remordimientos, necesitaba que vivieran en carne propia el tormento que ella tuvo que pasar por su culpa, pensaba en los pacientes a los que le arruinaron la vida al igual que a ella, al salir del hospital y subir al co
Alexandra se quedó con la pequeña Isabella, la temperatura había descendido y su carita se veía mucho más rozagante, dormía plácidamente mientras ella velaba su sueño, se comportaba como una verdadera madre, tan tierna y cariñosa y siempre preocupada por el bienestar de ese pequeño ser que estaba bajo su cuidado.– Mi pequeña, eres tan frágil, me duele qué hayas tenido que sufrir tanto siendo tan sólo una niña, te prometo qué mientras yo esté aquí, haré todo cuanto esté en mis manos para que vuelvas a ser feliz – Exclamó Alexandra desde lo más profundo de su corazón.Adam estaba parado en la puerta escuchándolo todo, le enternecía en gran manera el gesto tan espontáneo y solidario que ella tenía para con su hija. Había logrado tanto en tan poco tiempo, pudo conseguir lo que ni siquiera el había podido, ella tenía la paciencia y la capacidad de ganarse el corazón de todo aquel que tenía la fortuna de estar cerca y de conocerla, la joven lo cautivaba en gran manera, pues además de su be
Después de acompañar a Isabella a terminar sus lecciones, Alexandra decidió entrar a la biblioteca y echar un vistazo a la computadora, en sus ratos libres le gustaba enterarse de todo lo que sucedía, de esa manera podía tener vigilados a sus enemigos, pero sobre todo podría darse cuenta de cómo Verónica estaba manejando las cosas con respecto a las empresas de su familia. Una vez que empezó a navegar en la Red, se encontró con un artículo que llamó particularmente su atención, se trataba de un anuncio muy importante que la inquietó demasiado.– Al fin te saliste con la tuya hermanita, el vividor de Mark se casara contigo y no creo que sea precisamente porque está enamorado de ti, algo debe haber detrás de todo esto – Pensó ella.Alexandra continuó con la investigación, pero no había ninguna pista que la llevará a descubrir la verdad sobre el misterioso matrimonio de su hermana con Mark, los medios los celebraban como uno de los acontecimientos más importantes del año, incluso las not
Luego de la desastrosa cena que había tenido al lado de Helen, Adam decidió regresar a su casa, sabía que el panorama que le esperaba sería mucho más alentador, lo decía sobre todo por Mariana, a quien estaba deseando ver durante todo el día. Se preguntaba lo diferente que hubieran sido las cosas si la salida hubiese sido con ella, habrían tenido una amena conversación y la cena se habría tornado sin duda inmejorable. Esa chica acaparaba sus pensamientos, y le provocaba las emociones más ardientes que alguien hubiese podido despertar en él, pensó que después de perder a su esposa nunca más volvería a sentirse así, pero el conocer a Mariana, ella se instaló en sus pensamientos y en su piel de una manera avasalladora. No había una noche en la que no soñara con ella, e incluso en su trabajo su imagen ocupaba sus pensamientos, no entendía lo que le estaba pasando, él había jurado nunca más abrirle su corazón a nadie, no quería sufrir, pues el solo hecho de pensar en volver a pasar por aqu
Desde hacía unos días, Stella les había asignado habitaciones separadas a Diana y Alexandra, pues de esa manera estarían mucho más cómodas, las chicas no tenían ningún inconveniente en permanecer juntas, pero el ama de llaves insistió tanto que terminaron por aceptar. Adam trato de ingresar en la casa sin hacer tanto ruido, no quería despertar a nadie y qué la escena pudiera dar lugar a malas interpretaciones, no le importaba lo que pudieran pensar de él, pero si de Mariana. Diana escuchó ruidos así que decidió asomarse por la ventana de su cuarto qué daba directamente al jardín, y se sorprendió al contemplar como Adam traía en brazos a su hermana.– Me encanta, hacen una pareja divina, por favor Dios mío, que puedan ser felices juntos y que él logre borrar todo ese rencor del corazón de mi hermanita – manifestó ella.Cruzaron toda la casa con la mayor discreción posible, al parecer sólo Diana se había dado cuenta de lo que había ocurrido, pero ellos no lo sabían, porque la joven se m
Poco a poco Alexandra se había ido recuperando, mientras estuvo de reposo, todos en la casa hicieron lo necesario para que ella se sintiera cómoda, definitivamente llegar a aquella casa había resultado una gran bendición, pues ya veía a todos como parte de su familia. Cada uno ocupaba un lugar especial en su corazón, Stella el ama de llaves, las había tratado a Diana y a ella en una forma muy gentil y amable, siempre dispuesta a ayudarlas con todo lo que fuera necesario. Peter, el jardinero de la casa, quien mantenía ese lugar impecable y cultivaban las plantas y flores más hermosos que Alexandra hubiese visto jamás, a veces le gustaba salir mientras que el regaba aquellas bellezas de la naturaleza. Lili la cocinera, una señora muy graciosa que le gustaba preparar pasteles y galletas a diestra y siniestra, lo cual molestaba a Stella, quien no podía dejar de tenerlo todo en perfecto orden, incluso la alimentación. Isabella, esa niña que le había robado el corazón, pues aún cuando en un
El contacto entre los dos despertó la sensación más sublime, era como si se conocieran desde antes, esa conexión que se había producido los envolvía por completo nublando la razón y cualquier ápice de entendimiento, necesitaban qué el tiempo se detuviera para inmortalizar ese momento tan especial, nada importaba, tan sólo ellos dos, eran los protagonistas de su propia historia y deseaban vivirla al máximo. Sus labios se unieron dando paso a algo que cambiaría su forma de ver la vida en todos los sentidos, no habían dejado de pensar el uno en el otro desde que se vieron por primera vez en aquella entrevista de trabajo, y ahora con ese beso, estaba más que comprobado que sus almas se necesitaban con desesperación.– Perdóname, lamento mucho si te hice sentir incómoda, pero no me arrepiento de haberte besado, quería hacerlo desde el primer instante en que te vi, no puedo seguir ocultando lo que estoy sintiendo Mariana, dime por favor que tú sentiste lo mismo que yo – dijo él con su respi
Casi sin aire en los pulmones, Diana llegó junto a Alexandra, no podía esperar para hablarle de la maravillosa noticia que acababa de descubrir. Se paró frente a la joven y haciendo un esfuerzo sobrehumano para recomponerse y que las palabras pudieran salir y respirar unas cuantas veces, había un brillo especial en su rostro y Alexandra no tardo en darse cuenta, por lo que le interrogó para ver qué era lo que estaba pasando.– Tranquila, trata de respirar y dime lo qué pasa, ¿No es una mala noticia verdad? – Preguntó ella un poco inquieta.– Todo lo contrario hermanita, tenemos la oportunidad que tanto hemos estado esperando, la posibilidad de infiltrarme en la empresa de tu familia – Le explicó.– ¿Será eso posible? – Gritó emocionada.– Baja la voz que te van a oír, escucha con atención – Le dijo.– En las principales páginas de clasificados, apareció la convocatoria para la nueva asistente de presidencia de las empresas Cooper, tal como lo dijiste, la desgraciada de tu hermana no d