Mientras que Sophia hacía de las suyas y todo le salía a la perfección, Alessandro continuaba llevando los negocios de mal en peor, Sophia se había encargado de informar a las autoridades sobre sus rutas donde movía la mercancía, para desgracia de Alessandro todos los contenedores la policía lograron incautar, los noticieros encendían las alarmas de aquellos hallazgos que superaban la realidad.Las pérdidas eran devastadoras, había pasado de ser un mafioso exitoso al peor de toda la historia, no lograba pasar una gota de agua sin que no fuera descubierto por las autoridades.Alessandro en medio de su desesperación ha ofrecido elevadas sumas de dinero para quién logre encontrar al traidor entre sus hombres, pero lo único que tiene es más y más malas noticias, se esfuerza por demostrar su mejor cara ante Sophia, en esos momentos ella y el bebé que se encontraba en su vientre era su única prioridad.Sophia luego de haber obtenido éxito en su infiltración decide retomar lo que planeó desd
Mientras tanto, Noah se encuentra acalorado del coraje encerrado en su oficina junto con Olivia, los movimientos sucios que han estado haciendo a escondidas no han estado dando los resultados que él desea.—No estás haciendo las cosas como se debe, ¿qué mierda sucede contigo? —le reclamó Noah mientras que se podía notar la impaciencia—. Te he dado las indicaciones exactas de lo que debes hacer y por lo visto solo has estado perdiendo el tiempo, te he dado el tiempo suficiente para que puedas entrar y manipular su computadora, pero...—Escúchame muy bien, lo que sucede es que la empresa de tu querida novia ya no cuenta con los movimientos suficientes para nosotros poder hacer de las nuestras, los negocios están por el piso y eso tú muy bien lo sabes, si llegaramos a exceder la cantidad de dinero fácilmente seremos descubiertos —Noah gruñó con fuerza. —Ella nunca nos va a descubrir, tan solo es una mujer tonta que solo se preocupa por vivir de lo que digan los demás, permanece ocupada
Alessandro ha tenido que lidiar con aquellas terribles acusaciones que no lo han dejado tranquilo, lo peor es que la paciencia para tolerar aquellas acusaciones y palabras ofensivas en su contra se ha acabado, intentó hacer de una y otra manera que sus socios comprendieran que él no tenía nada que ver, pero todo había sido en vano. Alessandro salió tranquilamente de un restaurante, había tenido un día largo y difícil, el estado económico de aquellas empresas que siempre manejó se estaban viendo afectadas por todo el tema relacionado con lo que lo acusaban, ser un soplón.En aquel momento fue interferido por otro grupo de hombres, Alessandro al notar aquella acción de inmediato empuñó la pistola, en su rostro dibujó a una malvada sonrisa, ya estaba cansado de aquellos ataques así que se había puesto a la tarea de andar muy bien en compañía.En cuestión de segundos aquellos hombres terminaron siendo rodeados por los hombres armados de Alessandro. —Ya estoy harto de este maldito juego,
Sophia llevó los brazos alrededor del cuello de Alessandro, con sus besos lo devoraba y él correspondía de la misma manera, Alessandro llevó sus brazos alrededor de su cintura y con la punta de los dedos acariciaba sus redondos glúteos. A pesar de que Sophia ya se encontraba al tanto de lo que había sucedido con sus padres, y de la clase de hombre que era Alessandro, aún continuaba con su plan, destruirlo de aquella manera que nunca jamás se pudiera volver a levantar.Sophia retiró su saco, zafó el nudo de la corbata y le arrebató la camisa, conectó la mirada con su fuerte pecho y a su vez colocó las manos sobre él, luego le brindó leves caricias. «No todo podía ser perfecto, aún amo a este hombre, lo peor es que lo hago con más intensidad, él me hace perder el control, su cuerpo es mi debilidad, no quiero tenerlo lejos, no quiero perderlo, la única manera en que lo suelte es cuando lo destruya, mientras tanto no pienso permitir que ninguna mujer se le acerque», pensó Sophia mientra
Alessandro cumple con su parte, al día siguiente decide quedarse en la propiedad para brindarle compañía y a su vez buscar la manera de poderse mover tranquilamente luego de aquella tormenta de sucesos nada agradables en su contra.Sophia le brindaba sonrisas tiernas, con sus besos jugosos buscando la manera de hacerle creer que todo estaba bien, que ella continuaba sintiendo que él era todo para ella.Con cada movimiento que hacia Sophia buscaba la manera de estar más y más cerca de él, Alessandro correspondía sus afectos como nunca antes lo había hecho, él era un experto, un hombre capaz de adaptarse fácilmente a lo que se le presentara en el camino.Mientras que en el rostro de Sophia hay una sonrisa acompañada de un mirada que demuestra amor, en su interior se debate entre la moral y lo correcto, para ella no es nada fácil tener tan cerca al hombre responsable de la muerte de sus padres. Lo único que la mantiene en pie es la venganza que está dispuesta a llevar hasta las últimas
Alessandro permanece más tiempo de lo que llegó a pensar junto a Sophia, ya no lo hace solamente por el embarazo, una serie de sentimientos se han desatado en su interior, de cierta manera ella ha logrado conseguir meterse en su mente y en su corazón, No era para menos, ya que ella se había esforzado en brindar mucho más de lo que ella llegó a imaginar, caricias, besos, afectos y aquella forma en la que se entregaba, todo lo hacía bajo dos importantes motivos, el primero era conseguir vengarse de él y hacerle pagar hasta el último segundo de su vida.Y el segundo, el cual era su perdición, amaba con todas sus fuerzas a Alessandro y no le era posible sacarlo de su mente ni mucho menos de su corazón. Alessandro se encontraba encerrado en el estudio analizando aquellos documentos que los rodeaban, una llamada lo interrumpió, fijó la mirada en la pantalla y al instante dio respuesta. —Si —respondió de manera fría. —Señor, lamento tener que darle malas noticias en esta mañana, pero las
James se ha encargado de manipular a Amelia a su antojo, con documentos que certifican que tiene demasiado dinero al igual que empresas bajo su poder hace que todo para ella cambie, luego de una charla Noah se acercó con una botella de trago, el más fino que tenía en casa, sirvió en tres copas.—Noah me ha informado que eres dueña de una importante empresa, y como puedes darte cuenta soy experto en manejar ese tipo de negocios, me gustaría ser parte de aquella empresa —Amelia se atoró con el trago. —Dame un segundo James, necesito hablar en privado con Noah y en pocos minutos estaremos de regreso —espetó Amelia y se retiraron a la cocina para hablar en privado. —¿Pero qué estás tratando de hacer?, sabes muy bien de la empresa está a punto de tocar fondo, no estamos pasando por el mejor momento para tener un socio, y menos si se trata de tu hermano, lo que estamos haciendo sería engañándolo porque el dinero que piensa invertir en la empresa de mi padre lo perderá —habló Amelia. Noah
Luego de que Sophia se marchara, Alessandro junto con sus hombres fueron directo a la empresa de los Adams, él tenía un propósito bien claro, y no solía rendirse tan fácilmente. Al llegar a aquel enorme edificio en la puerta principal se encontraba Daniele en su espera, con una venia saludo a su jefe y lo invitó a pasar. —Ellos vienen conmigo, dentro de poco tiempo estarán al tanto de los cambios que habrán —comentó Daniele al personal de seguridad del edificio. Tomaron el ascensor siendo Daniele quien lo dirigía, al llegar al piso de presidencia ellos se encontraron de frente con Amelia, Noah, James y Olivia. —Esto es lo que faltaba —gruñó Noah—. Tenemos demasiado trabajo por hacer como para que estés invitando este tipo de gentuza de la calle, la presencia de este individuo afecta la imagen de la empresa, así que si tiene un poco de respeto por favor tómese la molestia de sacar la basura —habló Noah mostrando autoridad. —De esta manera el señor permanece a diario —comentó Danie