Sophia llevó los brazos alrededor del cuello de Alessandro, con sus besos lo devoraba y él correspondía de la misma manera, Alessandro llevó sus brazos alrededor de su cintura y con la punta de los dedos acariciaba sus redondos glúteos. A pesar de que Sophia ya se encontraba al tanto de lo que había sucedido con sus padres, y de la clase de hombre que era Alessandro, aún continuaba con su plan, destruirlo de aquella manera que nunca jamás se pudiera volver a levantar.Sophia retiró su saco, zafó el nudo de la corbata y le arrebató la camisa, conectó la mirada con su fuerte pecho y a su vez colocó las manos sobre él, luego le brindó leves caricias. «No todo podía ser perfecto, aún amo a este hombre, lo peor es que lo hago con más intensidad, él me hace perder el control, su cuerpo es mi debilidad, no quiero tenerlo lejos, no quiero perderlo, la única manera en que lo suelte es cuando lo destruya, mientras tanto no pienso permitir que ninguna mujer se le acerque», pensó Sophia mientra
Alessandro cumple con su parte, al día siguiente decide quedarse en la propiedad para brindarle compañía y a su vez buscar la manera de poderse mover tranquilamente luego de aquella tormenta de sucesos nada agradables en su contra.Sophia le brindaba sonrisas tiernas, con sus besos jugosos buscando la manera de hacerle creer que todo estaba bien, que ella continuaba sintiendo que él era todo para ella.Con cada movimiento que hacia Sophia buscaba la manera de estar más y más cerca de él, Alessandro correspondía sus afectos como nunca antes lo había hecho, él era un experto, un hombre capaz de adaptarse fácilmente a lo que se le presentara en el camino.Mientras que en el rostro de Sophia hay una sonrisa acompañada de un mirada que demuestra amor, en su interior se debate entre la moral y lo correcto, para ella no es nada fácil tener tan cerca al hombre responsable de la muerte de sus padres. Lo único que la mantiene en pie es la venganza que está dispuesta a llevar hasta las últimas
Alessandro permanece más tiempo de lo que llegó a pensar junto a Sophia, ya no lo hace solamente por el embarazo, una serie de sentimientos se han desatado en su interior, de cierta manera ella ha logrado conseguir meterse en su mente y en su corazón, No era para menos, ya que ella se había esforzado en brindar mucho más de lo que ella llegó a imaginar, caricias, besos, afectos y aquella forma en la que se entregaba, todo lo hacía bajo dos importantes motivos, el primero era conseguir vengarse de él y hacerle pagar hasta el último segundo de su vida.Y el segundo, el cual era su perdición, amaba con todas sus fuerzas a Alessandro y no le era posible sacarlo de su mente ni mucho menos de su corazón. Alessandro se encontraba encerrado en el estudio analizando aquellos documentos que los rodeaban, una llamada lo interrumpió, fijó la mirada en la pantalla y al instante dio respuesta. —Si —respondió de manera fría. —Señor, lamento tener que darle malas noticias en esta mañana, pero las
James se ha encargado de manipular a Amelia a su antojo, con documentos que certifican que tiene demasiado dinero al igual que empresas bajo su poder hace que todo para ella cambie, luego de una charla Noah se acercó con una botella de trago, el más fino que tenía en casa, sirvió en tres copas.—Noah me ha informado que eres dueña de una importante empresa, y como puedes darte cuenta soy experto en manejar ese tipo de negocios, me gustaría ser parte de aquella empresa —Amelia se atoró con el trago. —Dame un segundo James, necesito hablar en privado con Noah y en pocos minutos estaremos de regreso —espetó Amelia y se retiraron a la cocina para hablar en privado. —¿Pero qué estás tratando de hacer?, sabes muy bien de la empresa está a punto de tocar fondo, no estamos pasando por el mejor momento para tener un socio, y menos si se trata de tu hermano, lo que estamos haciendo sería engañándolo porque el dinero que piensa invertir en la empresa de mi padre lo perderá —habló Amelia. Noah
Luego de que Sophia se marchara, Alessandro junto con sus hombres fueron directo a la empresa de los Adams, él tenía un propósito bien claro, y no solía rendirse tan fácilmente. Al llegar a aquel enorme edificio en la puerta principal se encontraba Daniele en su espera, con una venia saludo a su jefe y lo invitó a pasar. —Ellos vienen conmigo, dentro de poco tiempo estarán al tanto de los cambios que habrán —comentó Daniele al personal de seguridad del edificio. Tomaron el ascensor siendo Daniele quien lo dirigía, al llegar al piso de presidencia ellos se encontraron de frente con Amelia, Noah, James y Olivia. —Esto es lo que faltaba —gruñó Noah—. Tenemos demasiado trabajo por hacer como para que estés invitando este tipo de gentuza de la calle, la presencia de este individuo afecta la imagen de la empresa, así que si tiene un poco de respeto por favor tómese la molestia de sacar la basura —habló Noah mostrando autoridad. —De esta manera el señor permanece a diario —comentó Danie
Amelia ingresó a la oficina, luego ingresó Alessandro, de un solo golpe él ajustó la puerta, Amelia se sentía entre la espada y la pared, su respiración se encontraba agitada y con su mirada lo decía todo. —Tome asiento —ordenó Alessandro. —¿Pero quién se está creyendo?, para que pretenda actuar de esta manera conmigo, no soy tu sirviente ni mucho menos tengo porque atender a tus órdenes —respondió Amelia mientras lo observaba minuciosamente. Alessandro caminó alrededor del escritorio, luego tomó unos documentos y los lanzó con fuerza causando que ella diera un pequeño salto. —Tome asiento y lea esos malditos documentos, en ellos se encuentra especificado quien demonios soy yo y porque me encuentro en este lugar, así que ya dejé el alboroto que paciencia no tengo —Amelia tomó asiento, mientras que lo observaba con sigilo revisó los documentos.»¿Acaso pretendía salir con la suya verdad?, la empresa se encuentra en el peor estado, donde no sea intervenida ahora mismo todo acabará,
Mientras que Alessandro mostraba seguridad con sus acciones, había logrado conseguir que Amelia se sintiera minúscula, luego de haber cruzado unas cuantas palabras ella deseaba salir huyendo de aquella oficina. —Con tus amenazas no van a lograr conseguir nada, y si quieres guerra, entonces la vas a tener —dijo Amelia a Alessandro mientras que sus manos temblaban. —¿A dónde vas?, aún no he terminado contigo, recuerda que hay más asuntos pendientes de los que debemos hablar —Amelia fue directo a la puerta y luego salió a toda prisa de aquella oficina. —¿Qué sucedió, de qué quería hablar contigo, por qué estás actuando de esta manera? —preguntó Noah a Amelia mientras que se interponía en su camino.—Me siento mal, quiero estar sola —respondió Amelia colocando la mano en su pecho y abriéndose espacio. Amelia ingresó a la oficina, su cuerpo se encontraba tembloroso, Noah ingresó al instante y ajustó la puerta. —¿Pero qué carajos ha sucedido? —le preguntó mientras que sirvió una copa d
Dos semanas más tarde. Mientras que Alessandro se encuentra ocupado moviendo sus negocios sucios para recibir dinero suficiente y sostener la empresa, Sophia continúa haciendo de las suyas en contra de Amelia y Noah.—Es increíble que todo lo que pretendemos hacer siempre es interferido, los posibles negocios siempre se van abajo, han pasado ya dos semanas y continuamos estancados en el mismo lugar, mientras que Alessandro ha logrado conseguir que la gráfica nuevamente vaya hacia arriba, no quiero aceptarlo, pero él sabe lo que hace —comentó Amelia causando que Noah se molestara. —Esto es lo que me faltaba —gruño Noah—. Ahora pretendes estar del lado de ese desgraciado, se suponía que íbamos a hacer hasta lo imposible para destruirlo, pero ahora le estás dando puntos a su favor —Amelia dolor la cabeza inclinando la mirada ante la furia de Noah.»Si no hemos podido concretar los negocios que tenemos sobre la mesa es porque alguien está interfiriendo en nuestros asuntos, como es posib