Alessandro al llegar a aquella reunión se encontró de frente con un hombre bastante furioso, intentó lanzarse sobre él para golpearlo, pero sus hombres se lo impidieron.—Eres un maldito desgraciado, puse todo en tus manos, la herencia familiar, el futuro de mi familia todo, acabaste con todo, ya no queda duda alguna de que realmente eres un soplón del que todos hablan, el día de ayer los abogados se pusieron en contacto conmigo informando que hoy se llevaría a cabo una audiencia en mi contra con pruebas detalladas de los negocios sucios de los cuales proviene el dinero con el cual salí de la bancarrota.»Hubiese preferido haber quedado en la cochina calle y no terminar en prisión y alejado de mi familia, para colmo de males ellos quedarán sin un solo centavo, eres una desgracia, eres lo peor que puede existir —ante sus palabras Alessandro solo guardó silencio.—Lo remediaré —fue lo único que dijo Alessandro.—¡Lo remediaré!, es lo único que tienes para decir eres basura, no quiero qu
Días más tarde.Sophia de manera astuta ha logrado conseguir información sobre una vacante en la empresa de su padre, ella más que nadie conoce perfectamente aquella empresa donde creció y fácilmente logra conseguir el empleo.Claramente no se trata de un puesto como el que solía ocupar en vida de su padre. Ahora se encontraba con un sueldo básico y debía utilizar un uniforme, Sophia se encarga de hacer aseo a las oficinas, el empleo perfecto para poderse mover libremente por toda la empresa. Utiliza una peluca y suficiente maquillaje para pasar desapercibida, lo primero que ella nota es que el personal de la empresa continúa siendo la misma cantidad, lo cual no logra comprender debido a que un informe en el periódico dejaba claro su mal estado económico. Sophia no se arriesga a acercarse al piso de presidencia, pero logra moverse por áreas bastante importantes, dónde logra observar en lapsos cortos de tiempo las computadoras donde es clara la información que anunciaron los periódic
Mientras que Sophia hacía de las suyas y todo le salía a la perfección, Alessandro continuaba llevando los negocios de mal en peor, Sophia se había encargado de informar a las autoridades sobre sus rutas donde movía la mercancía, para desgracia de Alessandro todos los contenedores la policía lograron incautar, los noticieros encendían las alarmas de aquellos hallazgos que superaban la realidad.Las pérdidas eran devastadoras, había pasado de ser un mafioso exitoso al peor de toda la historia, no lograba pasar una gota de agua sin que no fuera descubierto por las autoridades.Alessandro en medio de su desesperación ha ofrecido elevadas sumas de dinero para quién logre encontrar al traidor entre sus hombres, pero lo único que tiene es más y más malas noticias, se esfuerza por demostrar su mejor cara ante Sophia, en esos momentos ella y el bebé que se encontraba en su vientre era su única prioridad.Sophia luego de haber obtenido éxito en su infiltración decide retomar lo que planeó desd
Mientras tanto, Noah se encuentra acalorado del coraje encerrado en su oficina junto con Olivia, los movimientos sucios que han estado haciendo a escondidas no han estado dando los resultados que él desea.—No estás haciendo las cosas como se debe, ¿qué mierda sucede contigo? —le reclamó Noah mientras que se podía notar la impaciencia—. Te he dado las indicaciones exactas de lo que debes hacer y por lo visto solo has estado perdiendo el tiempo, te he dado el tiempo suficiente para que puedas entrar y manipular su computadora, pero...—Escúchame muy bien, lo que sucede es que la empresa de tu querida novia ya no cuenta con los movimientos suficientes para nosotros poder hacer de las nuestras, los negocios están por el piso y eso tú muy bien lo sabes, si llegaramos a exceder la cantidad de dinero fácilmente seremos descubiertos —Noah gruñó con fuerza. —Ella nunca nos va a descubrir, tan solo es una mujer tonta que solo se preocupa por vivir de lo que digan los demás, permanece ocupada
Alessandro ha tenido que lidiar con aquellas terribles acusaciones que no lo han dejado tranquilo, lo peor es que la paciencia para tolerar aquellas acusaciones y palabras ofensivas en su contra se ha acabado, intentó hacer de una y otra manera que sus socios comprendieran que él no tenía nada que ver, pero todo había sido en vano. Alessandro salió tranquilamente de un restaurante, había tenido un día largo y difícil, el estado económico de aquellas empresas que siempre manejó se estaban viendo afectadas por todo el tema relacionado con lo que lo acusaban, ser un soplón.En aquel momento fue interferido por otro grupo de hombres, Alessandro al notar aquella acción de inmediato empuñó la pistola, en su rostro dibujó a una malvada sonrisa, ya estaba cansado de aquellos ataques así que se había puesto a la tarea de andar muy bien en compañía.En cuestión de segundos aquellos hombres terminaron siendo rodeados por los hombres armados de Alessandro. —Ya estoy harto de este maldito juego,
Sophia llevó los brazos alrededor del cuello de Alessandro, con sus besos lo devoraba y él correspondía de la misma manera, Alessandro llevó sus brazos alrededor de su cintura y con la punta de los dedos acariciaba sus redondos glúteos. A pesar de que Sophia ya se encontraba al tanto de lo que había sucedido con sus padres, y de la clase de hombre que era Alessandro, aún continuaba con su plan, destruirlo de aquella manera que nunca jamás se pudiera volver a levantar.Sophia retiró su saco, zafó el nudo de la corbata y le arrebató la camisa, conectó la mirada con su fuerte pecho y a su vez colocó las manos sobre él, luego le brindó leves caricias. «No todo podía ser perfecto, aún amo a este hombre, lo peor es que lo hago con más intensidad, él me hace perder el control, su cuerpo es mi debilidad, no quiero tenerlo lejos, no quiero perderlo, la única manera en que lo suelte es cuando lo destruya, mientras tanto no pienso permitir que ninguna mujer se le acerque», pensó Sophia mientra
Alessandro cumple con su parte, al día siguiente decide quedarse en la propiedad para brindarle compañía y a su vez buscar la manera de poderse mover tranquilamente luego de aquella tormenta de sucesos nada agradables en su contra.Sophia le brindaba sonrisas tiernas, con sus besos jugosos buscando la manera de hacerle creer que todo estaba bien, que ella continuaba sintiendo que él era todo para ella.Con cada movimiento que hacia Sophia buscaba la manera de estar más y más cerca de él, Alessandro correspondía sus afectos como nunca antes lo había hecho, él era un experto, un hombre capaz de adaptarse fácilmente a lo que se le presentara en el camino.Mientras que en el rostro de Sophia hay una sonrisa acompañada de un mirada que demuestra amor, en su interior se debate entre la moral y lo correcto, para ella no es nada fácil tener tan cerca al hombre responsable de la muerte de sus padres. Lo único que la mantiene en pie es la venganza que está dispuesta a llevar hasta las últimas
Alessandro permanece más tiempo de lo que llegó a pensar junto a Sophia, ya no lo hace solamente por el embarazo, una serie de sentimientos se han desatado en su interior, de cierta manera ella ha logrado conseguir meterse en su mente y en su corazón, No era para menos, ya que ella se había esforzado en brindar mucho más de lo que ella llegó a imaginar, caricias, besos, afectos y aquella forma en la que se entregaba, todo lo hacía bajo dos importantes motivos, el primero era conseguir vengarse de él y hacerle pagar hasta el último segundo de su vida.Y el segundo, el cual era su perdición, amaba con todas sus fuerzas a Alessandro y no le era posible sacarlo de su mente ni mucho menos de su corazón. Alessandro se encontraba encerrado en el estudio analizando aquellos documentos que los rodeaban, una llamada lo interrumpió, fijó la mirada en la pantalla y al instante dio respuesta. —Si —respondió de manera fría. —Señor, lamento tener que darle malas noticias en esta mañana, pero las