Emma estaba completamente desgarrada, tenía náuseas y el mundo se estaba moviendo debajo de sus pies. Aquello no podía ser cierto, el amor de su vida no podía estar en peligro, después de todo lo que tuvieron que vivir para por fin estar juntos, la vida no podía ser tan injusta como para separarlos, mucho menos teniendo una bebé juntos.Cuando Emma pensó en Eva su corazón se arrugó aún más que antes, si a Dante le pasaba algo la bebé no podría conocerlo ni disfrutar de todo lo que él podría ofrecerle como padre, Dante era un hombre maravilloso y amaba a su hija, el destino no podía negarle la oportunidad de verla crecer y de acompañarla en cada una de las etapas de vida de Eva.-Tienes que tranquilizarte, Emma - el teniente se tomó el atrevimiento de entrar en casa de Emma, y de prepararle un té caliente.-No me puedo calmar hasta que no lo tenga conmigo - se lamentó, al tiempo en que se cuestionaba las razones por las que Dante no le dijo la verdad, ¿Es que no confiaba lo suficiente
–¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué me llamaste como una loca desesperada? – preguntó Mathew, después de que hubiera llegado a casa de Emma y su hermana le hubiera abierto la puerta – ¿Qué hacen ese par de gorilas aquí afuera y lo más importante de todo, porque me requisaron como si la casa de Emma se hubiera convertido en un banco nacional? – preguntó confundido por la situación. –Entra, ya te lo explicaré todo en un rato – Mathew se metió dentro y entonces vio a Emma dormida sobre el sofá, cuando se acercó a ella se dio cuenta de las grandes bolsas que estaban debajo de sus ojos, de sus labios hinchados por tanto llorar y de su nariz enrojecida por todo el tiempo en que estuvo limpiándose las lágrimas.–¡Joder! ¿Qué pasó aquí? – cuestionó, tapándola con una manta porque la chica estaba tiritando.Justo en ese momento Rebeca tambien tocó al timbre de la mansión Neville.–¿Qué quieres? – preguntó con fastidio, la verdad era que después de todo lo que había pasado Rebeca quedó muy dolida
En el sótano de una vieja cabaña abandonada en el bosque se encontraban Dante Neville y Ezra Astley, completamente destruidos, desechos y malheridos por todos los golpes y malos tratos que habían recibido de sus captores.Habían pasado casi dos días desde que Dante llegó a aquel hueco, en esas horas que le parecían eternas al hombre, no había comido ni bebido nada, su garganta estaba seca, sus labios resecos, estaba sucio y pegajoso, no se le había permitido ni siquiera un baño en el que pudiera hacer sus necesidades. -¡Déjenme libre! - grito desesperado - yo no tengo nada que ver en esta maldita guerra, no soy yo quien les debe el dinero, yo no debería estar aquí - su voz comenzó a convertirse en un hilo entrecortado - yo tendría que estar con mi familia en casa…Emma me necesita, la bebé también me debe estar extrañando - lloró.-¿Crees que yo no he intentado eso también? - balbuceó Ezra con la poca energía que todavía le quedaba - a ellos no les importa nada lo que tú quieras deci
–No veo nada por aquí – chilló Ezra con frustración – ¿Realmente crees que estos hombres nos encerrarían en un lugar donde hay siquiera una mínima posibilidad de escapar? Estamos perdiendo el tiempo, Neville, esto es completamente ridículo – se quejó. –Escucha – Dante dejó de buscar, solo para enfrentarlo – tal cual a como tú lo has dicho antes, yo si tengo personas que se interesan por mí y que me están esperando allá afuera, asi que no me importa lo estúpido que sea este plan o las pocas probabilidades que tenga de éxito, lo único que sé es que no voy a dejar a Emma desamparada, no voy a negarme a la posibilidad de ver a mi bebé de nuevo, ¿Lo entiendes?–¿Desde cuándo te volviste un hombre tan sentimental? – aquella pregunta no fue para nada inocente, Ezra solo estaba tratando de burlarse de él.Pero su burla no era solo por lo patético que le parecía aquel comentario, sino porque a pesar de todo, una muy pequeña parte de él se sentía miserable al saber que, si se llegaba a morir,
Otro de los secuestradores de Dante y Ezra impidió que ellos dos pudieran escaparse, la estupidez de su otro compañero casi les cuesta la libertad de aquellos dos hombres, que eran muy importantes para el jefe.–¡¿Acaso eres estúpido o que es lo que pasa contigo?! – le gritó con rabia – ¿Qué tenías en la cabeza cuando creíste que dejarlos desatados era una buena idea? – le gritó en la cara, escupiéndolo por su estupidez.–Yo solo quería divertirme un poco – dijo con remordimiento – no volverá a pasar.–¡Claro que no volverá a pasar! Porque tu sacarás tu trasero de aquí y te irás, lo que menos necesitamos son ineptos en este equipo – él le dio un golpe con la parte trasera del arma – aquí no hay espacio para los errores – él lo insultó y lo golpeó en el suelo.Uno de los grandes problemas de hacer tratos con la mafia, era que ellos cada error lo cobraran como si fuera uno muy grande, una equivocación podría costar incluso la vida y ese caso no iba a ser la excepción.–¡Lárgate de aquí!
– “Las autoridades buscan a los hombres miembros del clan del muelle, una organización que ha estado vinculada al narcotráfico, el lavado de dinero y la trata de personas – dijeron en el noticiero – y es que precisamente el ultimo delito en que se han visto envueltos es el secuestro del importante empresario y miembro de la alta sociedad Dante Neville, líder y director de industrias Neville, empresario filántropo y experto financiero, quien se encuentra desaparecido hace casi una semana”. En cuanto Antonia escuchó la noticia abrió los ojos con sorpresa y se llevó una mano a la boca, sorprendida por lo que estaba pasando.De inmediato ella se puso en pie y llamó a su hija, con quien había estado en contacto, a pesar de todos los problemas y la rapidez con la que Valeria huyo de la ciudad.En cuanto la joven respondió Antonia le preguntó por Dante – ¿Ya viste lo que están diciendo en las noticias? – cuestionó, alterada.–Si, lo vi justamente en las noticias de esta mañana, hay boletine
Mientras Emma y el teniente se dirigían hacia la comisaria para llevar las pruebas que obtuvieron gracias a la ayuda de Antonia, en casa de los Neville, Rebeca acurrucaba a la bebé y le hacía mimos mientras la niña terminaba de quedarse dormida.–Eres una bebe hermosa y muy juiciosa, Eva, te has comportado de maravilla – le dijo acariciando su vientre.Rebeca vio aquella sonrisita y sonido aniñado que la bebé soltó y entonces ella misma se echó a reír, aunque nunca se imaginó cuidando de un niño, mimándolo y dándole su amor, lo cierto era que esos días disfrutó mucho pasar el tiempo con Eva, parecía que ella lograba menguar las penas y preocupaciones dentro de la mansión, Eva era ese rayito de luz que daba esperanzas, sin duda alguna Rebeca tuvo ganas de tener su propio hijo.–Tienes las pestañas más lindas – le dijo la chica, admirando a la bebé.Durante estos momentos en que pensaba en los niños y en una familia, ella no podía evitar pensar en Mathew dentro de ese panorama, imagina
–¿Encontraron algo que pueda sernos de ayuda? – cuestionó el teniente, iniciando la reunión que tenía con el equipo de inteligencia, investigación y criminalística. –Señor, hallamos rastros de tierra en sus uñas y ropa, de modo que podemos determinar que la guarida de ellos se encuentra en el bosque, lo sabemos porque el sitio en el que lo encontramos desmayado no tenía esas características, además, el barro seco de sus zapatos es de hace varios días.El teniente caminó alrededor del salón, pensando y tratando de armar la rompecabeza que tenía dentro de la cabeza. Definitivamente el caso de Dante estaba convirtiéndose en algo más complicado de lo que en un principio creyó. Ya había pasado casi ocho días desde su desaparición, y si de algo estaba seguro el hombre era que, entre más tiempo pasara, menos posibilidades había de encontrarlo vivo.–No hemos encontrado ningún otro indicio que nos ayude a determinar su ubicación. El hombre que recogimos en la calle no tenía teléfono celular