Raven recorría con la mirada a todo su pelotón delante de la entrada. Los viejos integrantes eran los que menos le preocupaban ahora. Ella sabía que estaban bien entrenados y las consecuencias de no estar presentables, muchos lo habían aprendido a las malas, además su capitán había hecho un buen trabajo.
Por otra parte tenía algunos lobos nuevos que sabía podían darle un buen dolor de cabeza. Los examinó uno por uno corrigiendo tanto sus posiciones como diciéndole algún detalle mal puesto de su uniforme. Era exigente tanto con la capacidad como con la imagen. Era la guardia del alfa, por dios. Debían mostrar la mayor elegancia de toda la manada.
Después de terminar la fila de final a inicio, inspeccionándolos minuciosamente se detuvo delante de Lawson que ahora que era su supuesto compañero y estaría en la punta de la fila de espera, a su lado, una noticia que había tomado a todos por sorpresa más no habían comentado nada, eran órdenes de arriba. Lo repasó con la m
Lawson no pudo separar la mirada del cuadro frente a él y recorrió el cristal con la punta de sus dedos. Varios recuerdos vinieron a su mente, así como sentimientos que ocultaba en su interior, muy en el fondo y que por más que había luchado por enterrarlos, al final seguían allí. Dentro de él.Se llevó la mano al pecho y arrugó el uniforma donde apretó la tela. Si solo aquella noche no hubiera ocurrido, si solo los hubiera detenido y encerrado a Raven en su cuarto y enlazado con ella reclamándola como su pareja destinada, si solo no hubieran jugado, si hubiera sido lo suficientemente valiente para enfrentarse a su hermano por la loba, si su familia no se hubiera destruido, si su odio no hubiera sido infundado al punto de casi volverlo loco y ahora siendo una brutal esfera de hechos difusos, se preguntaba dónde hubiera terminado su relación. Le costaba admitirlo, pero se conoc&ia
Lawson no pudo pegar ojo en toda la noche y eso hacía que estuviera del peor carácter posible y más por la razón que era. Tenía las ventanas del cuarto cerradas, estando en total penumbras y aun así sus ojos no habían encontrado la calma. Se sentó en la cama totalmente desnudo solo cubierto por la delgada sábana que no le daba calor a su sofocado cuerpo.No había sido una sola vez la que había tenido que atender aquello que ahora descansaba tranquilamente entre sus muslos. Si recordaba bien fueron tres orgasmos a lo largo de la noche y la única imagen que venía a su mente una y otra vez, durante cada sección de masturbación era el cuerpo desnudo de la odiosa y explotadora de su Comandante hasta se corría y quedaba tana agotado que apenas podía moverse. Eso no era normal.Se llevó la mano a la frente corriendo el cabello húmedo hacia atr&a
El cuarto estaba en penumbras. Solo los rayos de la luna se filtraban entre las rendijas de la inmensa ventana como un manto sobre la enorme cama de sábanas de seda. En el medio de ella un cuerpo delgado recostado boca abajo, casi sin vida, con los ojos muy abiertos sin conciliar el sueño como ocurría desde hacía ya tantas noches ya ni era importante. Solo un camisón cubría su desnudez total y tapaba aquellas marcas que adornaban su piel y le hacían recordar constantemente los sucesos pasados.Un sonido en la puerta le indicó que alguien estaba entrando pero no giró su rostro que se deleitaba en vano con el paisaje que se veía desde el balcón. Nada le importaba. Ni siquiera cuando la cama se movió bajo el peso de aquella persona y del olor agradable que veía con esa persona. Solo había alguien que podía hacerla sentir medianamente tranquila y protegida bajo aquel techo extraño. Aquel lobo solía velar su sueño todas las noches hasta que ella cerrara sus ojos y fingiera dormir,
Raven es mía.Aquellas palabras resonaron en la cabeza de Lawson que tensó su cuerpo en respuesta, su ceño se frunció dolorosamente y sus colmillos crecieron al punto de casi romper su labio inferior. Un gruñido se alojó en su garganta como respuesta natural a otro macho reclamando lo que no era suyo por naturaleza. No lo pudo evitar. Raven era su pareja destinaba por mucho que ambos lo evitaran.Ya sabía que ese lobo le daba mala espina, pero no había querido reconocerlo hasta ese momento. Con razón Raven había reaccionado tan mal en cuanto lo había visto. Ella no actuaba como ella cuando Hunter estaba a su alrededor. Parecía tensa y a punto de colapsar como había ocurrido hacia poco. Vaya facilidad tenía la Comandante para atraer tanto padre como al hijo. Aunque en este caso la reunión que había presenciado entre ellos no tenía nada que ver con la del alfa.-No entiendo la razón de por qué me dice eso- Lawson le respondió con todo el respeto que merecía el lugar
Lawson sintió como el no sabía qué número de golpe caía sobre su cuerpo y apretó los dientes con tanta fuerza que pensó que se destrozarían. Su cuerpo dolía horriblemente y había sangre por todas partes, desde su rostro donde había recibido, al menos, cinco pares de puños destrozando su nariz, mejilla izquierda, y partido el labio inferior de donde no paraba de salir sangre, junto la que brotaba por su nariz. Incluso su cabello era un asco salpicado de sudor y manchas carmines que se pegaba a su nuca y mejilla.Su torso desnudo tampoco estaba mejor, cubierto por varias heridas abiertas de latigazos, arañazos y mordidas incluso algunas habían terminado en sus muslos rasgando la tela del ligero pantalón de dormir. Aun así no había dicho una sola palabra desde de que había entrado en aquella celda. Ni tampoco se había convertido para desgarrar la garganta de aquellos que lo golpeaban. Las cadenas que lo tenían restringido estaban tan férreamente apretadas a sus muñecas que si se
Lawson fue llevado directo a la habitación de Raven y una vez en el interior sentado en la cama con la ayuda de los dos soldados y pudo jurar que cada músculo y herida de su cuerpo rugió como uno solo a la vez. Incluso su vista se volvió borrosa y casi pierde la conciencia. No se había percatado del daño hasta ese momento y era bastante serio. Era un lobo, no le demoraría mucho en cerrar pero aun así necesitaría algunos días para estar al cien por ciento de nuevo.Y esperaba, sobre todo que no le quedaran cicatrices porque juraba que le arrancaría el cuello a Hunter en cuanto tuviera la oportunidad. Si iba a tener cicatrices que fuera por sus victorias no porque un imbécil se las provocara.Tuvo que tomar algunas respiraciones profundas para enfocarse. Él era un soldado entrenado, un lobo de alta categoría con muy buena genética, fuerte, incluso más que la me
-Law…Lawson- la voz de ella tembló sin poder evitarlo.Se encontró sentada a horcajadas sobre el regazo del lobo a pesar de que sus muslos a cada lado de los de él rozaban sus heridas. El pecho fuerte, musculoso y desnudo se pegaba al cubierto de ella tan cerca que la loba pudo sentir los latidos de su corazón palpitar fuerte entre ellos.-Oye, reacciona- ella intentó soltarse de su agarre, estar en esa posición no le era nada agradable y se estremeció.Primero porque no le gustaba el contacto y menos así que insinuaba lo sexual por cada parte, segundo, demonios era Lawson, no era como si de la noche a la mañana fueran a ser una pareja feliz y contenta cuando apenas si podían intercambiar una palabra grosera en una conversación corta entre ellos. Y tercero… ¿por qué a pesar de que su mente dictaba que se apartara de él con urgencia, cada fibra de su cu
Raven tenía dos secretos en su vida. Dos muy grandes que protegía a capa y espada. Uno de ellos había sido descubierto y eso había llevado a que tuviera el segundo. Una de las razones por las que era sumamente cerrada con todos. No quería volver a ser lastimada como aquella vez.Se había encerrado en una férrea burbuja de espinas donde solo un círculo muy cerrado podía entrar. Y eso se limitaba al alfa. Después de todo, él era el que la había salvado y dado un sentido a su vida. Se había prometido que nunca amaría a nadie, que no se entregaría a nadie y que daría la vida por Demon si fuera necesario. Él era el único que le importaba. Los demás eran un cero a la izquierda que solo esperarían el momento para enterrarle el cuchillo por la espalda en pura traición.Pero ahora, todo se estaba yendo por la borda. El maldito lobo que la estaba mordiendo y tocando estaba haciendo que su cuerpo volviera a sentir cosas que había enterrado dentro de ella.Raven se mordió fuer