Lawson acarició la cabeza de la loba que lamía su pecho, que probaba su esencia, como si quisiera tenerla en sus recuerdos. Ahora que había tenido un orgasmo podía pensar con mayor claridad a pesar de que la nube de feromonas era densa. Los supresores estaban haciendo bien su trabajo. No ocupaban su deseo, pero lo mantenían consciente.
-Bésame- le pidió a ella. Sentía su cuerpo temblar contra él. Como si se estuviera forzando y sabía que era así. Ella también estaba poniendo de su lado- Raven, bésame-
Le pidió y llevó sus manos al torso estrecho de ella y la impulsó hacia arriba hasta que su rosto estuvo a la altura del de él. Sus brazos se envolvieron alrededor de su cintura nuevamente y alzó la cabeza para darle otro beso.
Y la besó otra vez profundo, barriendo su lengua por toda la cavidad sin darle un tiempo de reaccionar. Chupando sus labios hasta que la dejó jadeando sobre su cuerpo y sin apenas fuerzas, con la mente tan confundida que Lawson no estaba
Después de enterarse que Raven había sido violada, no sabía cuándo había sido, pero había estudiado sobre cómo tratar con lobas víctimas del tema. No había mucha información. Eso era casi un tema tabú entre todas las manadas, y la mayoría de los atacantes sino eran castrados, eran degollados por otros machos. Por suerte se había encontrado con un libro que recogía bastante información y la estaba poniendo en práctica al pie de la letra.Raven no había sido una simple violación y su trauma era bastante severo. Debía ir suave, ser atento y demostrarle que el sexo era algo bueno y que la ayudaría. No como algo repulsivo por el resto de su vida. Además, ella era omega, sus intentos maternales se despertarían en cualquier momento por tener cachorros y para ella tenía que pasar por la fase del sexo. Era parte de su naturaleza y negarlo podría afectarla incluso más, tanto física como psicológicamente.Por esas razones ahora sentado sobre la cama tenía a Raven entre sus pi
Lawson agarró las manos de ella y presionó su cadera más abajo para contenerla aun si se enterró más dentro de ella. Uso su fuerza sin lastimarla para intentar detenerla. Raven había perdido el control total y se había desplazado a años atrás. Fue entonces que se dio cuenta que tan fina era la barrera de la cordura y locura de ella.-AAAAAAAHHHHHH- gritaba ella sacudiendo sus brazos intentando morder aquellas manos que la sostenían. Sus piernas golpeaban fuerte aquellos muslos que no la dejaban levantarse y separarse de eso que la llenaba- Suéltame, déjemeeeeee-Gritaba mostrando sus colmillos, temblando dolorosamente y su rostro completamente pálido. Sus ojos no enfocaban nada, no oía nada. Solo fragmentos de un cuerpo sobre ella haciéndole lo mismo de ahora, aguantándola en contra de su voluntad, el celo, siendo llenaba al punto de doler. Un sollozo se formó en su garganta y las lágrimas esta vez se derramaron sin control.-ven… Ra… ven- algo la llamaba, pero no
Su cuerpo dolía, no como si hubiera sido golpeada, ni violada o después de un entrenamiento que le hubiera sacado hasta el alfa. Era un dolor más cálido, acogedor y que no la molestó como creyó. Sobre todo, su cuello, este palpitaba tanto al costado como atrás. Como si hubiera algo allí diferente.Abrió lentamente los ojos, sus párpados pesaban enormemente, por no mencionar otra parte del cuerpo. Estaba agotada. Su mente confusa le tomó tiempo adaptarse a la realidad.-¿Qué había pasado?Recordaba haber hablado con Lawson, que él la hubiera marcado temporalmente en el cuello, después hablar con Stile y por ultimo… ultimo, después de volver a la habitación…Raven se levantó de golpe, aunque volvió a caer en la cama soltando un quejido. Un brazo fuerte y grande rodeaba su cintura desde atrás y no la dejaba moverse del todo. Además, un grueso muslo estaba entre los de ella y su entrepierna latía y se sentía inflamada.Oh no. Recordó entonces. Le habí
Llovía. Llovía mucho y su cuerpo estaba helado. Su piel ardía ante las heridas y quemadas recién hechas que azotaban su piel. Aun así, no podía llorar. Lo había hecho tanto en las últimas horas que ya no quedaban lágrimas dentro de sus ojos. Su garganta era un desastre que apenas podía emitir algún sonido.Y ahora estaba sola, en medio de aquel callejón oscuro donde la habían dejado. Apenas tenía fuerza para volver a su forma lobuna y poder salir de allí por sus medios. Tampoco pasaba nadie que la pudiera ayudar y si lo hiciera le tendría miedo de que le hiciera algo de nuevo. Y no podría escapar. Sus muslos magullados llenos de fluidos ajenos y moretones se lo impedían.No podía moverse. El cielo torrencial encima de ella no avisaba que fuera a dejar de llover. No quería morir allí. No lo haría, claro que no. Ella de
-Así, perfecto- la voz de Stile se escuchaba dentro de toda la estancia cerrada- No vaciles- lanzó un puñetazo que fue fácilmente esquivado y él gruñó al no haber acertado, aunque en el fondo estaba complacido con los resultados- Te has hecho mucho más ágil cachorra- se burló.La loba frente a él no hizo ningún sonido, ni siquiera se inmutó por sus palabras. Más bien volvió a atacar esta vez asentando una patada en su estómago haciendo que Stile retrocediera y terminara de rodillas con una mano en su estómago. Los lobos que veían el espectáculo desde lejos alentaron a quien lo había golpeado con vitoreo. Después de todo, golpear a Stile de esa forma no era algo fácil. Era el lobo que los entrenaba depsués de todo y tenía una preparación exquisita.-Malditos cállense- exclamó el hijo del alfa incorporándose y sobándose la zona golpeada. Definitivamente ella se había hecho demasiado fuerte en solo el año que llevaba allí. Sus golpes se sentían como pu
Que los traicionaran era algo que estaban esperando. Se habían preparado para ello debido a que estaban recibiendo a quienes escapaban del palacio. De seguro alguien estaba comprado y diría la ubicación de ellos. Por suerte no habían dado el plan exacto y solo uno muy poco detallado que podía llevar a malentendidos. Y ese era el objetivo.Raven se apretó la sien al terminarse de vestir con un conjunto de cuero negro que cubría desde su cuello hasta sus brazos y un short, acompañado con unas botas altas con bolsillos internos donde ya había guardado varios tipos de armas pequeñas y de fácil uso. Las marcas en su cuello estaban completamente ocultas con el cuello alto a pesar de que su cabello estaba atado atrás de su nuca en una coleta.-Raven, ya nos esperan- Lawson entró con la ropa en sus brazos y manteniendo la ropa interior. Se moverían por tierra, a través de un túnel que estaba creado desde la isla hasta una orilla que daría acceso a las tierras de la manada.
La entrada al pasadizo que daba acceso al túnel bajo el nivel del mar que había sido construido hacía años era un secreto de estado. Solo había tres personas que sabían, primero la existencia de este, y segundo su ubicación, y esos eran, el alfa, Raven y Stile. Nadie más. Por esto mismo, evitando una traición. Era un método de escape después de todo.Por lo que cuando bajaron varios niveles donde ninguno antes había accedido había incomodidad en el ambiente. Todos se habían convertido en lobos menos unos diez incluyendo a Raven. Ellos llevaban las armas y las ropas para una vez llegado al destino ponerse en función de salvar al alfa y retomar la mansión.No sería algo fácil, pero estaban convencidos que con la fuerza de los que estaba allí no sería imposible. Eran lobos preparados para estos eventos. Y muchos de ellos habían estado bajo la supervisión de Raven o del mismo Stile.Después de bajar las cinco escaleras llegaron a un pequeño pasadizo que daba a un
Lawson sabía que Scarlet era letal. La había visto entrenar, la había visto luchar, pero nunca, nunca de la manera que lo hizo ahora. Dios, daba miedo, y hasta él se sintió intimidado al inicio, pero después algo en su pecho palpito con fuerza. Una sonrisa apareció en su rostro.-Hermoso ¿no? La voz de Stile se escuchó a un lado. Lawson lo miró por el rabillo de ojo y asintió con la cabeza- Lógico que pienses así. Raven puede ser brutal, pero para matar tiene un encanto y elegancia que realmente quita el aliento. Lo mejor, te puedo asegurar que su ropa no va a tener ni una sola gota de sangre.-La conoces bien- Lawson afirmó sin apartar los ojos de ella. La loba se movía rápido eliminado con solo un cuchillo los lobos que se abalanzaban contra ella. No sabía realmente como lo hacía, pero él no podría con ese número y la facilidad con que ella los eliminaba. A sus pies ya había al menos diez cuerpos inertes y no eran obstáculos para ella.-No tanto, al parecer