—¿Dos, serán dos? —Miro a Josiah. —Dos amor —Asiento y algunas lágrimas se acumulan en mis ojos.—Desean escuchar el latido de su corazón.—¡Si por favor! —Exclamó.La habitación es inundada por el más bello sonido que e escuchado en mi vida eran como el repicar de dos tambores.—Es hermoso —Digo entre lágrimas.—Ya quiero conocer a nuestros hijos —Josiah toma mi mano y deposita un beso en ella.—Ya puedes cambiarte —Bajo de la camilla y me cambio.Aún estoy impactada, esto me parece un sueño yo embarazada y no solo eso si no que serán dos bebés, Dios son dos bebés los que están creciendo dentro de mi.—Ahora te daré algunas instrucciones y cuidados que debes tener con tu embarazo —La lista de los cuidados que debo tener es larga ya que no era un bebé si no dos.—Doctora yo tengo una pregunta —Dice Josiah algo nervioso.—¿Si dime cuál es?—Quería saber si nosotros podemos seguir haciendo el amor sin lastimar a los bebés —Lo miró sorprendida y hasta creo que mi rostro tomo algo de rubo
Josiah.Antes de cerrar mis ojos quise decirle a Dasha que ella era mi todo que si tenía la oportunidad de buscarla en otra vida lo haría, pero no tenía fuerzas ni para despedirme de la mujer que más ame en mi vida.No supe de más nada de pronto solo escuchaban murmullos, no sabía lo que pasaba a mi alrededor y aunque quise abrir mis ojos no podía, quería decirle que ahí estaba pero me era imposible, una noche escuché a Dasha llorar quería abrazarla, consolarla pero una barrera me lo impedía, hasta que escuche que me necesitaba que quería que estuvieras con ella en su primera cita algo así no logré entender bien, y de pronto escucho el vamos ser padres con todas mis fuerzas quise abrir mis ojos estaba luchando contra una fuerza invisible.Escuché otro sollozo y a la vez sin tan solo supieras que serás padre. Ahí estaba su voz nuevamente no sé cómo, pero impuse toda mi voluntad para abrir mis ojos.—¿Cómo? —Pregunté algo adormilado. —¿Que acabas de decir? —Pregunté nuevamente, tal vez
—Y ¿cómo lo tomo Dasha? —Esta emocionada; ella quería ser madre así que creo que lo tomo bien. —Me alegra tanto por ustedes, se lo merecen, pensé que no querías ser padre aún. —Si era cierto, pero ahora que ellos están formándose me siento feliz de ser padre, creo que lo no planeado es mejor y siempre sale mejor, mírame a mí no planeaba enamorarme y ahora estoy clavado de esa mujer. —Si recuerdo que dijiste que solo sería unos a costones y ya. —Si, pero me enamoré perdidamente de ella, en verdad amo a esa mujer como no tienes idea, es lo mejor que ha pasado en mi vida —Sonrió. Y desde ese día empecé a trabajar en el anillo, a la siguiente cita acompañé a Dasha aún no podíamos ver a los bebés, pero ellos estaban bien. Unas semanas después le pedí a Dasha su estudio para poder avanzar el anillo ya que en la empresa no podía trabajar mucho en él, Dasha acepto ya que le dije que tenía algunos trabajos atrasados no le iba decir que estaba trabajando en su anillo de compromiso. Y aún
Dasha.—No amor, está propuesta de matrimonio es sería, ¿te casaría conmigo? —Dice serio, parpadeo.—Estas seguro de querer casarte conmigo Josiah, el matrimonio para mi es para toda la vida, si algún día quieres el divorció no te lo daré.—Dasha amor quiero pasar toda mi vida contigo no tengas dudas de ello.—¿Seguro? —Pregunto para ya darle una respuesta concreta a su propuesta tan rara e infantil.Pero así es él, algo que adoro y no sé por qué. —Si amor totalmente seguro —Responde.—Si quiero ser tu esposa Josiah Nathaniel Valmiera Candanedo —Digo abrazándolo.—Entonces déjame ponerte el mejor anillo que podrías tener en la vida y que alguien te pueda dar —Sonrió.—Es único ya lo sé.—Si lo es amor dime quién te propondría casarse contigo y que se arrodille ante ti con un anillo como este —Dice mostrándome el anillo de juguete.—En su sano juicio nadie creo, o tal vez solo tú —Sonrió.—Puede ser... me permites colocarte el anillo más espectacular de todo el mundo —Le doy mi mano.
La única diferencia de esta boda con la que estuve con Michel era que me casaría por amor, mi boda con Michel fue linda, pero no hubo amor desde un principio.—Estas seguro que quieres que la boda sea igual podemos cambiar algo si quieres.—No amor, no importa si es igual a tu anterior boda yo quiero que te sientas feliz y si la quieres igual está bien.—Bueno después no vayas a decir que no te tome en cuenta.—No diré eso amor, si yo fuera tu difunto esposo me sentiría feliz que te quisieras casar con la misma temática con la que nos casamos, porque eso significa que fui buen esposo no es así.—Si.—Entonces no cambies nada no me molesta en lo absoluto mi amor es más me siento feliz de rendirle honor a tu difunto esposo —Sonrió.—Te amo, ahora lo que sigue será ver el vestido eso será lo único que voy a cambiar ya que no creo que el vestido que utilicé me quedé.—Ese debería ser el último amor para cuando sea la boda tendrás una panza más grande.—Lo sé, le diré a la diseñadora que t
Dasha.Desde ese día no habíamos vuelto a tocar el tema de la habitación de los mellizos, ya faltaba poco para la boda y por lo tanto quería desocuparme un poco de mis obligaciones, pero como hacerlo cuando pasaba algo en alguno de los hoteles o en la industria o en la construcción de la cadena de hoteles en Dubái ahí tenía que estar yo, además mi humor andaba por los aires, con la preparación de la boda ya no estuve nada que ver ya que mi hermosa suegra había tomado la batuta junto con una de las amigas y pues no me molesto es más hasta le agradecí. La construcción en Dubái se la dejé a mi socio y gran amigo, confío en él a plenitud y los avances son muy favorables, claro que él me da informe de todo cada semana.—Buenos días Lucí como estas—.—Viendo que cada día crecen más—.—Ni me lo digas siento que voy a explotar—.—Aún no saben nada del sexo—.—No se dejan ver ya me estoy resignando a saberlo en su nacimiento—.—Es lo más probable—. Dice sonriendo.—¿Ya todos están en la sala?
—Pensé que habíamos superado el qué dirán—.—Si lo hice amor, pero no quiero darle más motivos—.—Okey no te voy a rogar, pero podrías tomarte unos días y me das tu respuesta—.—Creo que no tengo nada que pensar—.—Solo piénsalo si—. Acarició su rostro. —Amor debo decirte algo—.—¿Qué es?—Te acuerdas esa noche que estuvimos juntos y me hiciste el amor de forma tan delicada—. Me mira con su sonrisa coqueta.—Si, quiere que lo repitamos—. Niego.—Si me encantaría, pero debo decirte algo—.—¿Sobre qué amor?—Es que esa noche estuve varios recuerdos...—¿En pleno acto, Recuerdos de qué o quién?—Recuerdos de Michel.—Estuviste pensando en él mientras que tú y yo... —Se levanta. —Se que está muerto, pero eso no se hace Dasha yo no pienso en nadie cuando estoy contigo.—Me escuchaste lo que dije fueron recuerdos no dije que estaba pensando en él, pueda que, si estuve que abrir mis ojos para constatar que eras tú, pero no estaba pensando en él—. No sé quién está más enojado si él o yo.—No
—¿No estarás huyendo de Josiah? —Clari—. La regaña Kendra. —No tengo por qué huirle a tu hermano—. —Disculpa—. —Descuida—. —¿Te iras sola? —Miro a Kendra. —Sí, te gustaría ir, solo serán unos días—. —De verdad no estas bromeando—. Niego. Ella mira a Clari. —Yo te acompañaría, pero tengo que ayudar a mamá, además me gustó el trabajo que tiene Eliana y me gustaría aprender y ver si algún día no muy lejano monto mi propia agencia—. Sonrió. —Me gustaría ser socia—. —Eso sería genial—. —Y tú que dices Kendra te gustaría acompañarme—. —Tendría que pedirles permiso a mis padres—. —¿Permiso para qué? —Estoy invitando a Kendra a Dubái—. —¿Qué? —Si, sé que es de ya para ya, yo tampoco tenía contemplado viajar—. —¿Y piensas viajar en tu estado? —Si mi ginecóloga no me ha prohibido viajar además mi embarazo no es de riesgo—. —Lo siento es que... —No te preocupes, y dejan ir a Kendra—. Miro al señor Ariel y a Arely. —Creo que es mejor que alguien te acompañe así que si, Kend