No sabía si Karla se refería al puesto de la señora Castillo o al de directora de diseño. Esta vez, no necesité hablar; mis colegas ya se levantaron en mi defensa.—Señor Castillo, ahora los proyectos de los tres departamentos están a cargo de la señorita Álvarez, no podemos hacer un cambio temporal.—Sí, el proyecto con el otro lado acaba de estar listo, no aceptarán un cambio de personal.—¿No es apropiado que Karla dirija el trabajo de otros departamentos? Nuestro proyecto está a punto de concluir.—¿Qué está haciendo ella ahora? ¿Está tratando de llevarse el crédito?El final de un proyecto significaba que era hora de dividir los beneficios. Si me reemplazaban entonces, no solo perdería mi parte de los dividendos, sino que también el nombre de Karla aparecería en el diseño del proyecto.Karla lo sabía, y Daniel también. Él frunció el ceño, pareciendo estar en una situación complicada, pero cuando Karla le tiró de la manga, rápidamente tomó una decisión.—Ya que Camila no está bien,
Daniel finalmente se acordó de que soy su esposa.—Sé que no recuerdas muchas cosas, pero dijiste que nunca te aprovecharías de mí. Si la empresa quiere usar mis diseños, ¿no podrían pagarme las patentes? ¿Quieres aprovecharte de mí? —Encogí los hombros.Necesitaba dinero para el tratamiento y no sabía cuándo Daniel se divorciaría de mí, así que tenía que planificar mi futuro. No quería vender mis patentes a otras empresas antes, pero no tenía problema en venderlas al Grupo Castillo.—Daniel, deberías saber que ya no tengo dividendos. Si no me pagan las patentes, ¿qué piensan hacer? —Mi mirada se posó en la cara enojada de Karla mientras decía esto con resignación.Daniel frunció el ceño, mirando los documentos de más de diez proyectos en su mano, y estaba a punto de decir algo cuando Karla habló primero.—Dani, ya que estoy a cargo del departamento de diseño, déjame manejarlo. Somos compañeras de clase y he estudiado en el extranjero durante años; mi diseño también es bueno —Me miró c
Todos los proyectos del departamento de diseño se detuvieron y casi todos los involucrados fueron investigados internamente. En realidad, no había mucho que investigar, todos sabían lo que había pasado.Pero Karla, al estar formalmente en el departamento de secretariado y sin las calificaciones adecuadas, parecía no tener nada que ver con el asunto.Mirando los mensajes del grupo de la empresa, solo podía pensar que Daniel realmente estaba siendo tonto.[Claramente fue culpa de Karla, ¿por qué el departamento de diseño tiene que cargar con la culpa?][Estaba a punto de cerrar dos proyectos, ¿por qué Karla tenía que meterse?][¿No es ella una compañera de clase de la señorita Álvarez? ¿Tan mal es su capacidad que ni siquiera conoce los requisitos básicos del trabajo?]De los comentarios de todos, pude armar la verdad.Daniel le había dado el control total del departamento de diseño a Karla. Para evitar que Valentina causara problemas, la había enviado a un proyecto por una semana. Y fue
—¿Qué dijiste? —Pensé que mis oídos me estaban engañando, ¿cómo podría haber escuchado a Daniel decir algo así?Parece que sentía algo de culpa, pero luego se le ocurrió algo y su mirada se volvió firme.—Camila, tú eres la responsable del proyecto. Algunos de estos trabajos los has estado siguiendo desde hace uno o dos años. En el departamento de diseño solo hay un director, y si algo sale mal, tú debes asumir la responsabilidad.Apretó los puños, como si esas palabras no fueran realmente lo que quería decir, y sus ojos estaban un poco rojos.—Daniel, no puedes estar hablando en serio, ¿verdad? ¿Quieres que me lleven a la cárcel o que me suicide? —Me reí sarcásticamente.El proyecto del puente se detuvo temporalmente debido a los cambios en el diseño, y podría haber otros problemas relacionados. Si realmente era mi responsabilidad, no podría escapar de la cárcel. ¿Hasta este punto llegaría por Karla?Daniel se lamió los labios, su voz un poco ronca.—Lo siento, Camila, pero tú eres la
En el tercer aniversario de bodas, Daniel Castillo estaba con Sofía Moreno lanzando fuegos artificiales en una playa, mientras yo, acurrucada en el sofá, lo llamaba por teléfono insistentemente.El repetitivo mensaje de la operadora telefónica se me fue haciendo cada vez más lejano: —El suscriptor no responde... —y, mientras veía la pantalla, todo a mi alrededor se fue desvaneciendo. Cuando volví a abrir los ojos, estaba en la cama de un hospital. El médico, pensativo, me miraba fijamente. —¿Cuánto tiempo me queda? —pregunté con calma.—Si te operas ahora y sigues un tratamiento de quimioterapia, aún puedes sobrevivir —respondió.Miré el techo sin expresión. Un fuerte dolor punzante atravesó mi pecho y la frente se me cubrió de sudor frío. —Es la segunda vez que recaigo.—Señorita Álvarez, actualmente hay un tratamiento con un nuevo medicamento que puede acabar con las células cancerosas, solo que la dosis es muy costosa, unos cincuenta mil dólares, y tendría que tomarla durant
Aquel día, me encontraba realmente en un estado lamentable. Hacía tres meses que el cáncer había reaparecido y ahora estaba tan delgada que parecía que sólo me quedaba la piel y los huesos.Al mirar a Sofía, me recordó como era yo en la universidad. Su rostro redondeado y ojos grandes e inocentes. Vi claramente lo poco atractiva que me veía ahora ante ella, pero que podía hacer, yo sentía mi final cerca. Un compañero de trabajo susurró a Sofía: —El señor Castillo ama mucho a su esposa, así que no te metas en problemas, no vaya a ser que lo pagues caro.Todos pensaban que Daniel realmente me amaba, ni siquiera imaginaban que él solo deseaba que yo muriera. Sofía, sopló fastidiada y después sonrió espléndida.—Camila, el señor Castillo está en una videoconferencia muy importante y no quiere que lo distraigan.—Si es importante, dime de que se trata, yo puedo entrar y decirle al señor Castillo. Era evidente que estaba presumiendo de su acceso privilegiado a la oficina de Daniel. Su so
Daniel estaba convencido de que yo era una interesada, ya que lo había dejado para irme al extranjero con un multimillonario. Él aún no sabía quién era el supuesto multimillonario. Esta era la segunda vez que le pedía dinero, pues la única vez que lo había hecho fue cuando murió mi madre y, en ese momento, él me dio un millón y medio sin siquiera pensarlo. Ahora, motivado a lo costoso de los medicamentos y los exámenes continuos, necesitaban más dinero y eso era indispensable para acabar el cáncer de mi cuerpo. Pero esta vez, simplemente bajó la mirada, enredando con suavidad el cabello de Sofía, consolándole con dulzura, como si no me hubiera escuchado. Sofía dejó de llorar, y entonces me miró fríamente. —Quieres dinero, ¿eh? Entonces arrodíllate y pide disculpas. ¡Has herido a Sofía, así que debes disculparte con ella!Sofía, altiva, tiró del brazo de Daniel.—Daniel, no importa, tal vez no lo hizo a propósito.—No importa si fue intencional o no, ella debe disculparse contigo,
Daniel esa noche no regresó a casa, se quedó con Sofía. Vi los chismes en el grupo de la empresa:[El señor Castillo es demasiado protector. Mira que llevar a Sofía al hospital por ese pequeñez][¿No saben que es su amorcito? ¡Está preocupado por su tesoro!]Cerré WhatsApp en silencio, esbozando una sonrisa burlona. Que la esposa del presidente fuera considerada lamentable. Realmente ridículo.Despertada por el escándalo, ya no pude volver a dormir, así que comencé a organizar mis cosas. Esa no era la primera vez que me sometí a una operación, así que manejaba con soltura la preparación de mis cosas personales. Las cosas de la casa eran de la mejor calidad, Daniel era exigente con el estilo de vida, las sábanas, las fundas, e incluso los pañuelos de papel eran los más caros.Metí todo lo necesario, ya que en el hospital todo era costoso y no podía derrochar dinero, aunque ahora lo tenía no sabía que podría pasar en la operación, así que era mejor estar preparada por si acaso. Tenía m