(6)
Claramente no me podía negar, toda la gente me miraba con atención. Incluso tampoco puedo dejar de ver las hermosas rosas, que solo las pidió para mí. Incluso trajo los tallos, para no compartirme con nadie. Así que tome de su mano, que me dirigió hacía la pista de baile, en donde todos nos miran con atención. Ninguna de esas mujeres, pueden creer que el príncipe este bailando, con alguien que no estaba como cazadera.
El joven príncipe, pone una mano sobre mi cintura, para después tomar mi otra mano en al aire, mientras su cuerpo se aferra al mío. Yo solo puedo recordar, que conozco su cuerpo desnudo, como si fuera la palma de mi mano.
-¿Lograste lo que querías?-Le murmuré mientras damos vueltas por el lugar.
-¿Qué logre?-Me pregunta con una sonrisa en sus labios rojos.
-Que esto pasara, que me tuvieras.-Él solo sigue sonriendo.-Quita esa estúpida sonrisa, esto no a acabado.-Le murmuré mientras aferraba mis dientes a mi quijada.
-No me quitaras está sonrisa nunca.-Ahora me abraza con fuerza, mientras yo pongo mis manos alrededor de su cuello. Podía sentir su calor corporal, mientras su corazón palpitaba con fuerza como el mío. No podía negar que, si estaba completamente enamorada de él, por un momento, toda esa gente que nos miraba, ya no existía para nosotros.
Él junta su nariz con la mía, mientras sonreímos mientras olemos el olor de nuestros alientos. Respirando el mismo aire mientras disfrutamos de nuestra compañía. El joven príncipe me da varias vueltas, mientras yo me siento como toda una princesa, para después unir nuestras frentes, mirándonos a los ojos. Sabía que su mirada me llegaba hasta el alma, hasta que lentamente la música, se va deteniendo.
Los dos nos quedamos en medio de la pista de baile, mirándonos fijamente. Hasta que los aplausos empiezan a sonar con fuerza. Los dos miramos a nuestro alrededor, para darnos cuenta que todos no estaba mirando. Incluso las chicas cazaderas aplauden, conformes con el resultado, pero yo no puedo con toda la atención. Suelto la mano de Alexander, para correr hacía una habitación del salón, en donde se tomaba el té.
Yo misma empiezo a sudar, mientras que me doy algunas cachetadas, ya que quiero despertar de este sueño. Yo no planeaba nada de esto, de hecho, mis ideales eran lo contrario a esto. Estaba metida en los deseos secretos de mi hermana, pero todos mis pensamientos, se acabaron cuando alguien entro a la habitación, para cerrar la puerta con seguro.
Esa persona era la mismísima reina madre.
-¡Tía Sofia!-Le dije sorprendida, mientras ponía una mano sobre mi corazón.
-No me digas tía Sofía. -Me dice caminando con tranquilidad, hacía mí. -Ya no seré tu tía, pronto me podrás llamar madre.
-¿Qué?-Le dije sin entender nada.
-Mi hijo es testarudo, lo conozco como la palma de mi mano. Siempre a querido las cosas, que no puede tener y lucha hasta obtenerlas.-Murmura mientras camina alrededor de mí.-Y creo que en esta noche, me quedo muy claro que mi hijo no es solo un príncipe sin intereses.-Yo seguía sin entender, así que solo me quedo callada.-Mi hijo te ama, esta enamorado locamente de ti.
No podía creer lo que la tía Sofía estaba diciendo, era una locura.
-Solo esta encaprichado. -Le contesté mientras miraba el suelo.-Como dijo usted, siempre lucha por cosas que no tiene.-Pero ella me corrige.
-No, no lo está.-Me responde, para toma mi mano.-Acompáñame a sentar.-Así que así lo hice, nos sentamos en un pequeño sillón color menta.-Mi hijo si puede ser caprichoso, pero cuando amas a alguien, no puedes ocultarlo y menos cuando te miro a los ojos, desnudando todo su ser, para hacerte entender que te ama.
-¿Y que hay de Mary Anne?-Le pregunté un poco molesta, ya que le prometió a mi hermana varias cosas, que no pudo cumplir.
-En este momento tu hermana no importa más, ahora todo se trata de ti.-Toma mi mano con fuerza.-Sí, yo quería a Mary Anne, ya que es una joven tan dedicada y ella estaba lista para esto, pero no puedo ir en contra del corazón de mis hijos.-Ella sonríe un poco, para mirarme fijamente.-Ahora te pido, que ames a mi hijo como él te ama.
-Tía, esto solo es un mal entendido, él…-Pero ella me interrumpe.
-¿Acaso piensas rechazar a mi hijo?-Pregunta con sus ojos bien abiertos.-No te atrevas a hacerlo.-Me amenaza.-Quizás te subestime, pensé que no tenías modales y que no estaba preparada, para esto. Incluso pensé que podrías casarte con Louise, quién sería un buen esposo para ti, pero tus encantos llamaron la atención de mi hijo y no puedo contrariarlo.
-Tía Sofía, usted siempre me a subestimado mucho. No solo soy bonita, soy estudiosa y se muchos idiomas. ¡Y mis modales son buenos! -Le reclamé mientras me alteraba un poco.
-Entonces eres perfecta para el puesto, eso significa que podrás mantener conversaciones, con personas de otros países, y cerrar algunos tratos que mi hijo no pueda. Te subestime mal, ya que a veces las reinas solo somos una cara bonita, pero en tu caso, no solo eres una cara bonita, sino que eres inteligente, alguien que aprende rápido. -Sonríe con todos sus dientes.
-Tía…-Pero ella me interrumpe una vez más.
-No me llame así de nuevo, dime madre. -Yo no podía, así que me negué.
-Aún no he aceptado.
-¿Qué estas pensando niña? No puedes rechazar a mi hijo.-Pero mientras la reina madre me amenaza, se puede escuchar como alguien toca la puerta. La reina se levanta para abrir la puerta, y ver quién era. Esa persona era mi madre, quién se veía agitada y muy alterada.
-¿Entonces quién va a ser la reina?-Pregunta mi madre nerviosa, mientras mira a la tía Sofía.
-Obviamente va a ser Elizabeth.-Le contesta la reina madre.-No hay otra.-La reina madre empuja un poco a mi madre, para salir de la habitación. Y es entonces, cuando mi madre entra, para poder hablar conmigo.
-Querida hija, no sabía nada de esto.-Ella toma el lugar que ocupaba la tía Sofia, en el sofá.
-Madre, yo tampoco sabía nada. -Le respondí mientras posaba mi cabeza, sobre sus piernas.-No sabía nada de esto.-Solloce mientras ella pasaba sus dedos por mi cabellera.-¿Y como esta Mary Anne?-Me levante de sus piernas, para mirarla realmente consternada.
-Hija, ella va a estar bien.-Me responde sin saber si ella estaba bien. Ella como madre se tiene que quedar aquí, para apoyarme. -Ahora solo debes preocuparte por ser buena esposa y buena hija para la tía Sofia.
-¿Y si no quiero?-Le pregunté con algunas lágrimas, acumulándose en mis ojos. Así que mi madre toma mi cara con sus dos manos, para darme la respuesta a esa pregunta.
-Tú no puede decidir. -Me responde haciéndome sentir aún más mal. -Esto no es juego, tú fuiste elegida y no puedes hacer nada, para que esto acabe. Solo si el rey lo decide, puedes negarte, pero en este momento, eres la esperanza de Nerubia.-Besa mi frente.-Serás unas buena reina.
Parecía que mi futuro ya había sido elegido, no tenía a donde correr. Tenía miedo, me dolía mucho el corazón, no quise lastimar los sentimientos de mi hermana. Pero parece que el amor que Alexander y yo cultivamos, en un día, era fuerte y era una opción, incluso para alguien tan terca como yo.
¿Qué es lo que hare? ¿Le fallare a mi hermana, o a la corona real?
(7)No sabía que decisión tomar, así que cuando la orquesta dejo de tocar esa música de moda, mi madre y yo salimos del cuarto de té, para poder ir hacía el salón principal. Todos estaban reunidos en un círculo, mientras la reina madre y el príncipe Alexander, estaba en medio de todos, llamando la atención de todos los invitados en el lugar. Yo misma sabía que era lo que estaba pasando, así que solo caminé hacía el frente, junto con mi madre, quién también sabía que tenía que tomar una decisión.-Los he reunido a todos, porque el príncipe Alexander, mi hijo. -Dice la reina madre, junto al príncipe Alexander que está mirando a todos con mucha atención, mientras que yo sabía que es lo que le estaba pasando por su mente. -Ha escogido a la próxima reina de Nerubia.-Así que la reina madre, le da
(8)Él me lleva a la habitación real, en donde los reyes dormían. Todo es grande y lujoso, mientras que hay muchas alfombras, pero los dos estábamos tan enloquecidos, que no me permito a mi misma a mirar, a otra parte que no sean sus labios, que me besan con ese sabor a vino que antes me disgustaba, pero ahora me encantaba.Sus caricias tocan cada parte de mi cuerpo, haciendo que las partes transparentes de mi vestido, sean rotas por sus dedos, intentando tocarme con mucho deseo. El joven hombre me tira sobre la cama, para mirar los hoyos que le a hecho a mi vestido. Alexander solo se mofa un poco, mientras se va quitando la ropa, primero quitándose la banda con todos sus logros de Nerubia, para después desabrocharse su saco y proseguir con su camisa de botones.El cuerpo de nuestro próximo rey, es como de en sueño, parece que cada uno de los músculos de su abdomen han sido esculpidos por un dios. As
(9)Por la mañana no soy levantada por los rayos de sol, incluso puedo decir que, en ese momento, aún el sol no se ponía. De pronto y de la nada, las luces de la habitación se prenden. Yo de inmediato me sorprendo, ya que me encuentro desnuda, así que tomo las sabanas, para ocultar mi cuerpo. Después veo como tres mujeres se pone enfrente de mi cara, para hacer una reverencia.-Buenos días, majestad.-Dicen las tres en un coro, mientras que yo aún sigo un poco soñolienta.-¿Qué esta pasando?-Pregunté mientras frotaba mis ojos.-Es hora de que se levanta, mi majestad.-Me contesta una de las chicas que es rubia, de ojos azules.-¿Qué hora es?-Les pregunté desconociendo si había algún reloj cerca. Pero la persona que me respondió esa pregunta, fue mi tía Sofía, quién entro a la habitación luciendo eso
(10)Dos semanas habían pasado, desde la última vez que hablé con Alexander. Había pasado noches en vela, creyendo que el joven vendría a mí como un pequeño cachorro. Pero al ver que no vino a mí, en dos semanas, me sentí más sola que nunca. Incluso aunque tenía la compañía de mi madre, quién me daba muchas fuerzas, para proseguir con mis estudios y clases de modales. Pero mi madre necesitaba regresar con mi familia, así que mientras mi madre estaba en la entrada del castillo, mientras una camioneta negra la estaba esperando, yo empiezo a sollozar.-Mi querida Eli, se buena con tu nueva familia.-Me toma de los hombros, mientras junta su frente con la mía.-Te amo demasiado.-Yo no quería dejar ir a mi madre, así que no pude evitar empezar a llorar como una niña, mientras la lluvia caían en la ciudad como un diluvio.-Prometo s
(11)Y mientras nuestra cabaña es preparada, Alexander y yo podemos dar un paseo por el castillo. Yo solo tomo su mano con fuerza, mientras lo llevo a los lugares, en donde teníamos a mis animales. Que son ovejas, perros, pájaros y un pequeño siervo.-¡Wo!-Dice Alexander al ver a todos mis animales.-En serio hablabas de muchos animales.-Sí, todos los capture con mi padre. La oveja, me la regalo mi padre, antes de cocinarla.-Le comenté mientras nos acercábamos a está, quién siempre estaba limpia y muy cuidada.-Se llama Nila.-Es hermosa.-Dice Alexander pasando sus manos por Nila.-¿Y este? -Ahora señalo a mi siervo. -Es Terry, él vino herido desde el bosque hace un año, así que lo curamos y le dimos de beber mucha leche. Él decidió quedarse y siempre jure, cuidar de él como una madre.-Yo solo hago una mueca.-Claro que ya no p
(12)Por la mañana mi padre decide llevarnos a cazar, a Alexander y a mí. Así que los tres estamos usando ropa de caza, mientras la lluvia empieza a caer encima de nosotros. No puedo negar que fue gracioso ver como Alexander se llenaba de lodo, parecía bastante fuerte mientras mi padre le daba órdenes. Le hacía cargar su pistola, mientras que él joven jamás dijo nada. Parecía que Alexander le tenía mucho respeto a mi padre, así que me alegro que se estén llevando bien.Pero hubo un momento, en donde un pequeño siervo se nos apareció, frente a nosotros. Sabía que mi padre quería matarlo, por haber interrumpido su caza, pero yo no quería que lo matara, ya que tenía uno en casa del cual cuide por mucho tiempo, así que mientras veo como mi padre le apunta con su escopeta, de la nada y sorpresa, Alexander estornuda con fuerza. Haciendo que el
(13)Estaba confirmado, solo teníamos dos semanas para casarnos.Desgraciadamente no pude hablar con Alexander, después de esa noche, en donde me dejo sola en cama. El joven evito total contacto conmigo, no llegando a dormir a la habitación por dos semanas completas. En esas dos semanas quise hablar con Alexander, en su oficina, pero se me fue negado la entrada más de una vez, mientras que la reina madre, trato de mantenerme ocupada dentro de la organización de la boda.Incluso hubo algunos ensayos, en donde Alexander no pudo acudir y Dante, tuvo que hacer su parte. Dante a pesar de ser solo mi guardaespaldas, me daba una sensación de seguridad y tranquilidad. No pude negar que tomar su mano, como si fuera mi esposo, fue bastante gracioso e incomodo para los dos. La reina madre nos tuvo que corregir más de cien veces, hasta que todo saliera completamente perfecto.Hasta que por fin llego el día
(14)Todo estaba listo, la boda se llevaría a cabo en la catedral de San Esteban, en Viena. Todo el país de Nerubia estaban esperando, por este gran evento, en donde dos naciones que salieron de la guerra, por fin se unirían. Yo era conocida como la “novia de alemana” “La esperanza del pueblo” Tantos títulos que la misma gente del pueble me ponían, en este momento no había margen de error, todo tenía que ser perfecto.Yo estaba lista, las damas de honor, que eran mi hermana y unas primas muy lejanas, también lo estaban. Las flores, el tocado, el vestido, el peinado, todo era perfecto y estaban listos, pero yo no lo estaba. Realmente no abrí la boca, cuando un carruaje antiguo vino por mí al castillo principal, en donde me subí con mi padre y mi madre, para después salir a la calle y ver a toda esa gente, presenciando nuestra salida con gritos y lágri