(18)
Pase una noche terrible, el jet era grande, pero se movía demasiado, mientras que la tormenta de esa noche no ayudaba en nada. Por un momento, me sentí tan desdichada, como si este matrimonio hubiera sido falso. Así que me quede dormida en la hora que duro el viaje. Cuando el jet aterrizo, sabía que tenía que dejar esta habitación, para verle la cara de nuevo a Alexander. Pero cuando salí de la habitación, no vi a Alexander, sino que solo vi al personal que esperaban por mí, para decirme:
-Bienvenida a Mónaco, su alteza. -Para después hacer una reverencia ante mí. Yo solo asentí con la cabeza, mientras les agradecía.
-Muchas gracias, ¿saben dónde se encuentra mi esposo? -Los dos hombres que estaban enfrente de mí, me respondieron con una rapidez tremenda.
-El príncipe ha bajado del jet, la está esperando en la limusina.
(19)Por la mañana, despierto por el sonido de alguien moviendo cosas. Así que abro mis ojos con mucha pereza, mientras busco alguna señal de Alexander. Parece que el príncipe se ha levantado muy temprano, ya que son a penas las ocho de la mañana.De inmediato me levantó, poniéndome una bata que estaba colgada, para después salir de la habitación, para darme cuenta que Alexander estaba en el estudio, leyendo algunas cosas, mientras solo usa el pantalón de su pijama. Así que lentamente me voy acercando a él, mirando como el hombre, esta realmente este concentrado en lo que hace.Lentamente me acerco a la puerta del estudio, para tocar la puerta, haciendo que toda la atención del joven, se fije en mí. Él al verme, de inmediato me sonríe mientras su cabellera esta despeinada, mostrándome su cuerpo bien trabajado.-Buenos d&iacu
(20)No hay nada mejor que hacer el amor, con la persona que amas y atesoras.Así que después de es buen rato, junto con mi esposo, podemos subir a la parte superior del jate, para ser atendidos por varias personas, que nos acercaban todo lo bueno de la comida. Estaba realmente feliz de poder comer frutas realmente frescas, mientras que el champan, no dejaba de servirse en nuestras bocas.Llego un momento, en el que Alexander y yo estábamos tan relajados, que solo nos tiramos sobre el suelo del jate, para poder tomar el sol. Era tan delicioso poder tomar el sol, en las aguas de Mónaco. Así que mientras el sol me pegaba, le puedo decir a mi esposo, que me ponga algo de bloqueador.-Mi querido rey, por favor ponle a tu esposa algo de bloqueador, si no terminare quemada como nunca. -Le murmuré mientras yo estaba boca abajo.-¿Qué más puedo hacer, que solo complacer a mi esposa?
(21)Era hora de pedir disculpar a nuestro pueblo, Nerubia.Así que el príncipe Alexander, pide que toda la prensa de Nerubia acuda a nuestro castillo, para que podamos brindarle una disculpa, a cada televidente.El príncipe se pone su traje clásico color azul, junto con todas sus medallas que demuestran todo lo que ha ganado, mientras que yo visto un vestido color azul, bastante sencillo pero clásico. Y mientras la presa esta alrededor de nosotros, yo solo miró el suelo, apenada por lo que había pasado. Y cuando la presa esta lista, y las cámaras están enfocadas en nosotros, Alexander se acerca a un micrófono, en donde empieza a hablar.-Esta vez solo haremos una declaración, no se responderán preguntas. -Dice el hombre fornido, mientras saca de su bolsillo, una gran nota. -En primera, le agradezco a toda la presa, que hayan venido a mi hogar, el hogar
(22)El tiempo fue pasando, los meses se fueron como el agua mientras podía notar que realmente, había un amor incondicional entre el príncipe y yo. Pero también había un amor incondicional, entre el pueblo y yo. Me había hecho devota a visitar muchos orfanatos de la parte de Austria y la parte de Alemania, haciendo incluso visitas también a los hospitales más marginados del reino.Realmente me gustaba ayudar, así que entre Alexander y yo creamos campañas de recolecta, para poder ayudar a los huérfanos y a los enfermos. Se podía decir que todo era perfecto, mientras que la coronación, muy pronto se daría.Así que después de regresar de una vista a Alemania, puedo ir hacía la oficina real, a saludad a mi esposo. Al entrar al lugar, puedo darme cuenta que mi esposo, esta hablando con el archiduque, quién al verme, de inmediato se levanta de
(23)No puedo negar que soy la mujer más desdichada del mundo. Mi esposo no cree en mis palabras, mientras que me encuentro encerrada en mi habitación, mientras lloro sobre mi cama. No sabía que decirle a mi esposo, para que me creyera. Pero mientras estoy llorando, no puedo evitar sentir, como la comida viene por mi boca.Así que de inmediato corro con rapidez, hacía el baño para vomitar toda la comida que había comido. La cual no era mucho, ya que trate de no comer tanto entre viajes, ya que estos últimos días he estado vomitando bastante. La persona que se quedó a cuidarme esa noche, fue Tina, quién se levanta de inmediato al verme vomitar.-Es la tercera vez que vomita. -Me dice la mujer rubia, mientras me ayudaba a levantar del suelo, para después brindarme un papel, para limpiarme la boca.-Lo sé, quizás sea un bicho, no lo se.-Le contest&
Epilogo.Ya habían pasado seis meses, el estomago ya me había crecido mientras que el reino, se ha llenado de esperanzas mientras Alexander y yo lo reinamos No podemos negar que nos costo mucho trabajo, trabajar y tener una relación. Había días en que no podía ver a Alexander, ya que tenía mucho trabajo. Y también había veces en que Alexander no podía verme a mí, ya que siempre estaba ocupada haciendo tareas en los albergues, orfanatos y en muchas campañas altruistas.Pero cuando Alexander y yo estábamos juntos, no podían separarnos. Aprovechábamos cada hora, cada minuto y cada segundo, para estar juntos tomando el té en medio del jardín del palacio, paseando por los alrededores, o en nuestra habitación, haciendo el amor como locos.Y por fin llego el día, el día en donde coronarían a nuestro rey. Alexander II de Neru
Epilogo. Segunda Parte. La misma carroza que nos estaba esperando el día de nuestra boda, no estaba esperando en la entrada del castillo. No podía negar, que este día era uno de los mejores de mi existencia. Y aunque llovía con fuerza, eso no me hacía cambiar de humor. -¿Mi madre donde se encuentra? -Pregunta Alexander a uno de los guardaespaldas, que se sube en la misma carroza que nosotros. -Los esta esperando en la iglesia. -Le responde de inmediato. -Esta bien. -Le contesta al hombre de traje negro, mientras que la carroza empieza a avanzar por todo el castillo, mientras yo me asomo por la ventana, mirando todo el reino que sería nuestro. Todo cambio cuando llegamos a la entrada del castillo, escuchando el sonido de muchas personas. Hasta que abrieron las dos rejas del lugar, es donde podemos ver que hay mucha gente esperándonos debajo de la lluvia, gritando nuestros nombres. Yo abro mis ojos tan grandes como se puede, mirando como todo es
Epilogo. Tercera Parte. Después de que todo el personal, acatara nuestras ordenes, pudimos entrar a la iglesia. Todos no estaban esperando, había invitados realmente importantes de la política de Nerubia, mientras que también se había invitado a todas las personas de la realeza tanto familiar, como mundial. De inmediato al ver a tanta gente en lugar, me lleno de miedo ya que era atemorizante ver tantos ojos, mirando cada centímetro de tu persona. - ¿Acaso tienes miedo? -Me pregunta Alexander, al ver que tanto la parte de arriba, como la parte de debajo de la capilla estaba repleta de gente. -Como no estarlo. -Le respondí mientras tragaba saliva. -Es solo curiosidad, ya que te has enfrentado a cientos de plebeyos enojados, logrando hacerlos felices al terminar de conocerte y al actuar como una verdadera reina. -El saber que Alexander tiente tanta fe en mí, es algo que no puedo negar. - ¿Sabías que eres el mejor esposo? -Él de inmediato toma mi