En todo el camino, no volvió a dirigirme la palabra. Era lo mejor así pude reflexionar, como haría frente a todos ellos. Yo era la carnada, la fresa. El Señuelo para atrapar al pez gordo. Esa idea me da coraje y me odié a mi misma, por no darme cuenta cuando me estaban utilizando por sus propios caprichos. Tengo una misión, hay que cumplirla. Mi hermana pequeña está en medio de todo esto. Quiero llegar hasta el final de todo esto. Y tengo el presentimiento de que no me gustara tanto. Al pasar las medias horas habíamos llegado al The King. Su imperio, su lugar donde sucedían de todo. La entrada estaba llena de hombres armados. Una señal y el portón se abrió. Jack, bajo y entrego el coche, otro hombre le abrió la puerta de una limusina, y un abrigo enorme con un bordado de una corona. Claro, el presunto rey había llegado. Me subí con, él hasta me sentí pequeña en este gran auto. Su presencia se hacía sentir impotente y dominador. Él era dominador, en un simple momento quise ser domin
Si había una promesa. Era no volver sin mi hermana. No volvería sin ella. Me habían dado varias patadas. Y las chicas eran varias. Me agarraron en los brazos, y me arrodillaron con la cabeza baja, delante de este inepto hombre. Me odiaba a mi misma por no defenderme lo suficiente. Por no practicar lo suficiente. Eso era lo único que divagaba en mi mente. Débil, no era una palabra que usaría, en ninguna situación. Tenía que ser fuerte, no podía rendirme, tampoco era una opción. Me sentí frustrada y estaba siendo controlada por otro. Odiaba esa idea. _ ¡Lo ves, Katty, te pedí que te unieras a mí! _ ¡En tus sueños! _ ¡Eres muy terca y testaruda! ¡Al igual que tu padre, excepto tu hermana! Ella no es igual que tú. _ ¿Qué? ¿Cómo dijiste? _ ¡Que ella, no es igual que tú! Ella trabaja para mí. _ ¡Como que ella trabaja para ti! La sangre, me hervía. ¿Cómo puede ella trabajar, para él? ¿Cómo es posible? _ ¿Princy? Fue, cuando ella levantó la cabeza. No me miraba, directamente, ¿por qu
Stone no se movió, sino que utilizo sus palabras, provocativas, para hablar con ella de una manera coqueta. Cosa que a Katty le pareció más que una ofensa y camino hacia él con más firmeza. ¿Quién es esa mujer, con tanta valentía en sí misma? ¿Será que tiene, el apoyo, eso la vuelve aún más temerosa? JACK No entiendo, ella es una mujer completamente diferente, en acciones y actitud. Cambio de ser la secretaria Katty, a una muy respondona, pero ella, se estaba excediendo de mis expectativas. Al entrar al salón, como lo había previsto, si la use de una manera, que ella se diera cuenta. Localizar a su hermanan, por esa razón una vez visto a su hermana se calmaría. Pero resulta que calcule mal. Esta mujer, estaba endiablada. Sus palabras me asombraron, como enfrentaba a Stone. Era increíble. At narrador Jack permanecía, en la misma posición, sin hacer nada, solo su aula era tan fuerte y dominante que todos los hombres en la sala tenían miedo. Sabían bien, que nada bueno iba a salir d
¿_ Stone, habla? ¿Dame una razón para no detonar eso? _ ¡Una razón! Ja, ja, ja, Katty son tan ingenuas las dos. _ ¡Te arrepentirás de haber nacido! Sin expresar, emociones. Katty presionó el botón. Pero, Stone se las arregló, para levantarse de la silla ante. Eso tampoco pudo impedir que el líquido tóxico demoledor de cuerpo. No lo tocará. Katty dio la señal de matar a todos. El cuerpo de Stone estaba tirado en el piso. Con un brazo y una pierna echa en color desagradable y de muy mala pinta. El líquido había llagado a su piel. Destruyendo cada lugar que tocaba. Uno de los guardias lo abrazo, lo cual traspaso el líquido al guardia, El hombre estaba hechos en cenizas en el piso. Él lo miro atónito a la realidad." Esa m*****a loca, de verdad estaba tan enojada, que no dudo en detonar esa m****a"" maldición. Ahora estoy hecho una basura. Mi cuerpo.” Como voy a enfrentar, a mis enemigos, si soy discapacitado" Katty Benger, te mataré" "lo juro, te despellejaré con mis propias manos"
Katty Benger Después de confirmar con mis propios ojos, vi lo que habían dicho. Fui solo un cadáver, Jack me cargo como una pequeña muñeca. Luego Princy se escapó de las manos de los guardias. Me estaba estrangulando si no fuera porque Jack apareció justa en el momento o estaría viva. «¿Cuántas veces me salvarás?» La señora de la limpieza trajo el desayuno y desayuné en la habitación. Espere pacientemente a que ella se despertara. No la volví a atar la deje libre. Cuando, por fin, abrió los ojos, me miro y se quedó largo rato mirándome a los ojos. Después de lo ocurrido. Cambio su mirada aún de desprecio y desdén. De una manera burlona me dijo _ ¡Tienes, aun novio, que te respalde, si no fuera por él estarías muerta como mataste a Stone! _ ¿Te duele la muñeca? _ respondí, haciendo caso omiso. Cuando la vi flotando su mano. _ ¡Que no me vas a responder! ¡Hermana, como te ha ido! Las lágrimas estaban por salir de mis ojos. Hace diez años que no la veo. Diez años que la estoy bus
Lo miré con intriga e indiferencia. Le gruñe para que saliera mientras que las lágrimas rebosaban sobre mis mejillas._ ¡Lárgate! Me miro, y no pronuncio, ni una palabra. No le mire a los ojos, temía que su mirada fría me hiciera salir de mis corduras. Suspiro y me jalo, encerrándome en sus brazos. No luche para salir de su agarre, al contrario, me aferre a tener su pecho, como sustento para llorar. Su aroma dulce, me embriagaba. Su olor a tabaco, mezclado con su perfume, Me deleitaba. Al oler el tabaco en él, sentí que no tuvo un día tan lindo. Fuma solo cuando, algo lo tiene preocupado. Es su manera de alejar toda preocupación y buscar soluciones.Me aferré a sus brazos enorme y fuerte. Su pecho ancho podía envolver todo mi cuerpo. Sentí que me cerraba más y más. Y lloraba más fuerte desconsoladamente._ ¡Para, ya por favor! ¿Dime, vale la pena? ¿Crees que estar así, ella cambiara de parecer contigo?Moví la cabeza, en respuesta. Las yemas de sus dedos toco mi cara, secando mis lágr
La sensación, me cubría. Había perdido el control de mí,hasta de mis modales y principio. Sus manos me resultaron tan suave como el algodón y más liza que las aguas que cubrían mi cuerpo. Sentí el sudor brotarse en nuestros cuerpos. El calor que emitía podía cocinar, huevos y tocinos para un desayuno. Estaba hambrienta de esto, y no sé por qué, pero era demasiado elevando para mí. Rodeo su cuello con mi mano, y sentí que mis manos se perdían en sus cabellos. Tan suaves. Gemí de placer cuando su labio entraron por mi cuello haciendo suya toda opulencia. _ ¡Lamento, no haberte dicho antes, no podía aguantar más! _ ¡Que te lo impedía!: Respondí yo en un gemido. _ ¡Así me gusta, tan provocativa y diabla a la vez! Volvió a meter su mano por mi espalda haciendo que me mantuviera recta debajo de él. Encontrando todo de mí. Era un hombre que sabía, como podía introducir cada palabra en una mujer. Y hacer que su mera existencia fuera un milagro endurado. Me levanto y sosteniéndome de su c
Después de estar fuera, y lo tenía tirado a mi lado, sentí un vacío enorme. Por más absurda que fuera esa idea, Lo que sea que me estuviera pasando. No estaba satisfecha, quería más. Me moví y me rodea a él pegando mi cuerpo cintra el suyo. Él me agarro de la cintura pegándome más a él. «Me alegra que su pequeño toro, digo gran toro, no este dormido». Sentí como flotaba por mis piernas. Sonreí y él me miro. Y descaradamente dije. _ ¡Estás, listo para la siguiente ronda?! ¡Yo sí! La cara que puso él, me dejo en perpleja. No solo se había sorprendido si no su sonrisa fue diferente. Ya no era dé. Soy todo un león. Si no que «Es una M*****a Diabla» Al sentir que era eso lo que pasaba por su mente, me reí a carcajada. _ ¿Cómo que quieres más hee? _ ¿Estás cansado? Mi pregunta lo dejo desconcertado, se levantó de la cama como un toro, que miraba una bandera roja. Me levanto junto a un brinco, y me agarro la barbilla y la presionó con fuerza. Me volteo y me costó de espalda dándome una