_ ¿Qué? _ ¡No escuchaste, katty! ¡¿Qué hacías aquí?! Ese allí, lo conocía perfectamente. Sabía del allí ,que hablaba, pero como puedo yo admitir, tan pronto que hice tanta cosas. Cuando mire la mesa el,tiro unas fotos de yo y Kelvin entrando y saliendo del lugar. También ,donde el subastador. Fue cuando me acordé kelvin, dijo, “Es dueño de todo, no hay nada que no este bajo su sombra” pues nada se le escapa. Cuando mire detenidamente el tipo estaba en el piso, en un charco de sangre. Fue cuando la hermosa carcajada que había producido ante se borró. _¡Yo no lo mate! ¿Por qué él está muerto? _ ¡Dime tú! _ ¿Qué?, pero yo solo le di un susto para que me digiera la información que quería. No lo mate. Fue cuando la mente me lanzo una chispa, ¿por qué Kelvin demoro tanto cuando salió? ¿Quién lo mato y porque? ¿Quién fuese quería borrar todo tipo de pista o pruebas que podía tener para encontrar mi hermana?. _ ¿Qué información querías encontrar? _ ¿Es sobre mí …? Habla ya… _ ¡No m
La hora del almuerzo había llegado, no había más motivo para mantenerme allí adentro con ellos. Para no alargar más la situación salí, dando un vuélcazo a la puerta. Estaba enfadada, este demonio siempre se sale con la suya. Tome mi auto y fui a un restaurante que estaba a una estancia, un poco alejada, para no encontrarme con nada que tenga que ver con Jack. Desde mi entrada un hombre me estaba viendo. Bueno, con un vestido con un corte como el mío, las miradas no eran nada para mí, ya estaba demasiado acostumbrado a ellos. Pero, por una extraña razón, esa persona me miraba demasiado, no retiraba los ojos. Lo miré para descifrar su mirada, pero parpadeé para poder ver con claridad, qué maldito padecimiento a Jack, acaso todos tiene el mismo porte por Dios. Acaso todos están hechos con la misma materia y los atributos de ser un Dios griego. Lo único de él tenía la piel morena, un bronce que lo hacía lucir, intimidante, sus ojos me clavaron como una espina en un costal de rosas. Me s
Vuelvo a verlo, es una persona que he visto antes. “S.W.” la marca en su cuello, el tatuaje, la familia. Alguien una vez fue a nuestra casa y lo tenía en la mano. Supongo que “W” es el apellido, ¿pero de quién es? _ ¿Dónde sacaste esta foto?, ¿cómo lo tienes? _ Puedes sentarte y te explico ¿si de verdad quieres saber?, ¿quién es? Y ¿por qué tengo esa foto? _ Habla, no tengo todo el día. _ Eres la secretaria de Jack Bill, necesito que me reúnas con él. _ Claro, detrás de esa foto, había una condición. ¿Cómo sabré yo si esa es ella? Mentí, esa era ella. Todo tenemos ese ojo encendido de linaje, un carácter fuerte y unos labios carnosos, una piel bronceada. El lunar en la frente como símbolo de sangre de guerrero de York. _ Pues, no puedes reconocer tu propia sangre. _ hay un problema en eso. _ Sí, hay uno. Tu hermana no te olvido, cuando le mostramos tu foto quiso venir a buscarte, pero lo tiene prohibido. _ ¿Cuál es la condición? _ Claro, sabía que eres una York. Quiero ver
_ ¡Lo dices en serio, Jack! _ ¿Qué es lo que tienes planeado con ese infeliz?. _ ¡Jack, necesito tu ayuda! Necesita mi ayuda, cuando fue la última vez, que la escuche decir algo así. Esto último tiempo se la pasa con Kelvin, me desafía con él. ¿No entiendo por qué? Yo le brindó todo. “SA carajo, todo siempre me traicionan” la miro con un poco de sospecha, pero que me haya pedido ayuda, eso me debilita un poco. _ ¿Qué quieres? _ ¡Por favor, ayúdame a recuperarla! _ ¡La traeré de vuelta! Katty Benger No podía, no pedir ayuda. Él es el único que me puede ayudar en una situación así. Jack es duro, pero comprensible. No me entiendo, porque me siento confundida. Ahora siento culpas por lo que hice. Jack, se marcha, me marcho junto a él. Tengo que estar, no lo puedo dejar que tome las riendas de esto solo. Tengo que redimir lo que yo hice. Tampoco pretendo decirle. Aunque siento que ya sabe todo lo que paso. Qué vergüenza que tachen de “zorra”. Llegamos a su residencia. Entramos a u
Estaba mirando la pantalla, Jack sostenía el vaso, y le daba vuelta en su mano, creando una onda sonora en mis oídos. No podía comprender por qué yo escuchaba, el ruido del vaso. Lo miré a él y también, escuche los movimientos curvados que hacían sus labios. Como si pudiera interpretar cada faceta de él. El vaso, emitía el sonido. Escuchaba los latidos. ” M****a es así, que se escucha” El gruñido que hacia mi estómago de no haber comido nada. Era insoportable, como si tuviera un terremoto, en mi estómago. Me tapé los oídos para no escuchar más. Pero el completo silencio, me permitía escuchar todo mi cuerpo, analizar todo el movimiento de otra persona. Existe alguna posibilidad que sea una habilidad que tengo oculta y que hoy quiere salir a la luz. No entendía, la cabeza me empezó a doler fuertemente. Me agarré el dolor, era demasiado, diría. _ ¡Me duele, mucho la cabeza, voy a salir! _ ¡Puedes irte, solo vete con esto! Te será útil de pensamiento. _ ¿Un calibre nueve? _ ¡Nunca do
Me llena de coraje. Que estuve más que dispuesta a entregarle mi virginidad, a este patán. “Como lo odio”. Desearía matarlo, pero no tengo que devolverle la moneda con un cambio mucho menor. Pero si lo veo de otra perspectiva, si le daré una lección, no por seducirme, para sacarme información, personal de mí, para este desmadre de Stone. Si no por jugar con los momentos, que considere especial con él. No jugó conmigo. Es como deberíamos pensar todas. Pero ahora, creo que nadie jugo con nadie, acepte el momento. Fue único y especial. ”No hay hombre que pueda jugar con una mujer, si ella no dispone de este paseo al otro extremo del universo” Fue algo que se acordó entre ambos, en este caso no puede jugar contigo, si hubo un juego. Lo jugamos los dos” “Que nadie, nunca jamás te subestime mujer, eres mucho más que cualquier hombre”. Aumentando mi autoestima a un millón porciento, dejo en vano el tema de kelvin, pero aun pendiente para su momento. Me doy una ducha caliente, y me meto e
En todo el camino, no volvió a dirigirme la palabra. Era lo mejor así pude reflexionar, como haría frente a todos ellos. Yo era la carnada, la fresa. El Señuelo para atrapar al pez gordo. Esa idea me da coraje y me odié a mi misma, por no darme cuenta cuando me estaban utilizando por sus propios caprichos. Tengo una misión, hay que cumplirla. Mi hermana pequeña está en medio de todo esto. Quiero llegar hasta el final de todo esto. Y tengo el presentimiento de que no me gustara tanto. Al pasar las medias horas habíamos llegado al The King. Su imperio, su lugar donde sucedían de todo. La entrada estaba llena de hombres armados. Una señal y el portón se abrió. Jack, bajo y entrego el coche, otro hombre le abrió la puerta de una limusina, y un abrigo enorme con un bordado de una corona. Claro, el presunto rey había llegado. Me subí con, él hasta me sentí pequeña en este gran auto. Su presencia se hacía sentir impotente y dominador. Él era dominador, en un simple momento quise ser domin
Si había una promesa. Era no volver sin mi hermana. No volvería sin ella. Me habían dado varias patadas. Y las chicas eran varias. Me agarraron en los brazos, y me arrodillaron con la cabeza baja, delante de este inepto hombre. Me odiaba a mi misma por no defenderme lo suficiente. Por no practicar lo suficiente. Eso era lo único que divagaba en mi mente. Débil, no era una palabra que usaría, en ninguna situación. Tenía que ser fuerte, no podía rendirme, tampoco era una opción. Me sentí frustrada y estaba siendo controlada por otro. Odiaba esa idea. _ ¡Lo ves, Katty, te pedí que te unieras a mí! _ ¡En tus sueños! _ ¡Eres muy terca y testaruda! ¡Al igual que tu padre, excepto tu hermana! Ella no es igual que tú. _ ¿Qué? ¿Cómo dijiste? _ ¡Que ella, no es igual que tú! Ella trabaja para mí. _ ¡Como que ella trabaja para ti! La sangre, me hervía. ¿Cómo puede ella trabajar, para él? ¿Cómo es posible? _ ¿Princy? Fue, cuando ella levantó la cabeza. No me miraba, directamente, ¿por qu