La lluvia sigue cayendo de forma torrencial a nuestro alrededor, el frio es insoportable, pero aun así yo no retrocedo, mirando a Jonah a los ojos, viendo como él parece en shock y a punto de llorar.

—Por favor Rose, no hagas esto, una última oportunidad —pide Jonah, poniéndose de rodillas de una forma dramática frente a mí—. Sé que te hice demasiado daño al irme, pero te juro que no volveré a fallarte, seré el mejor alfa y esposo del mundo, el mejor padre y compañero, pero por favor no rompas el vínculo…

—No cambiaré de opinión, Jonah —digo mirándolo a los ojos de forma seria—. Puedes mentirme todo lo que quieras, pero cuando se trata de mi hijo, lo voy a priorizar a él. Seguir siendo tu Luna y quedarme a tu lado significa ese fatídico destino, mi hijo muerto y una guerra, así que lo haré por tu manada y por él, nosotros ya no importamos.

—¿Eso significa que ya no me amas?

—¿Eso importa de algo? —pregunto con una sonrisa— ¿Pensaste en cuanto me amabas cuando te casaste con October? N