Paso toda la noche despierta, otro día más que no consigo dormir bien.

Pero no me quedo quieta en la sala como Hunter me ordenó, paso toda la noche moviéndome de un lado al otro, revisando cada una de las habitaciones de la casa, confirmando que mis peores temores eran realidad, este lugar es como una verdadera prisión.

La puerta principal y la puerta trasera tienen tantas cerraduras que es difícil contarlas, las ventanas tienen fuertes barrotes por el exterior que te impiden salir por ellas, y al ser una casa vieja no tiene conductos de ventilación o un sótano por el cual pueda intentar escapar. Hunter lo planeó muy bien, el idiota encontró una forma de mantenerme aquí como una prisionera.

Darme cuenta del lugar en el que me encuentro me desanimó mucho y me hizo llorar, ya que pensé que no había una forma de huir de aquí, y que iba a quedarme en este sitio con ese demente por siempre…

Pero pensar en mi hijo me hizo tomar fuerzas, y decidí no rendirme, así que comencé a crear un plan