Kate durmió abrazada a Bastien, sus piernas entrelazadas, sus cuerpos desnudos no se querían alejar el uno del otro, Bastien fue el primero en despertar, acarició su espalda desnuda mientras sacaba algunos mechones de su cara para mirarla mejor, una sonrisa dulce no dejaba de adornar sus labios.

Mi dulce Kitty, al fin en mis brazos, al fin mía – Bastien seguía acariciándola mientras Kate se empezaba a despertar, una sonrisa apareció en sus labios, sin abrir sus ojos ella susurró –

Desde que hora estas despierto.

Hace mas menos una o dos horas– Bastien besó su frente – dormiste bien.

Si, muy bien – Kate finalmente abrió los ojos y miró a Bastien quien sonreía como un niño – ¿tomaste tus medicinas?

Si.

Buen chico…

¿Merezco un premio por ser un niño bien portado? – una sonrisa traviesa asomó en sus labios, Kate sonrió y se acerco a su boca dejando un dulce beso – quiero más

Bastien contrólate, un beso basta

No para mí – Bastien subió sobre ella mirándola a los ojos mientras sonreía – si