Apenas se tapó y sintió abrirse la puerta, la fragancia de Bastien inundó la habitación, entró con un pantalón de seda negro y sin polera, su pelo mojado, su cuerpo definido, totalmente bien proporcionado, sus ojos color miel la miraban como deseando devorarla, y lo mas dulce, traía una rosa en su mano –

Hola preciosa, toma para ti

Bastien… - Kate tragó saliva, su cuerpo se veía perfecto, era totalmente perfecto, Bastien dejó la rosa en el velador y se sentó a su lado, Kate sonreía –

Está hermosa – la tomó y inhaló su aroma – de donde la tomaste

Tengo mis contactos – Bastien tomó su mano y la besó, sus labios estaban cálidos, el contacto llevó una corriente eléctrica directo a sus piernas, inmediatamente activó su recuerdo de su cuerpo desnudo, mojado por el agua de la ducha mientras se daba placer, sus mejillas se sonrojaron – ¿estas nerviosa? Dime ¿te pongo nerviosa?

Bastien, detente, sabes muy bien que sí, no me molestes – Bastien se acercó, su aliento mentolado cosquilleaba en sus