Pasaron los días, Kate iba cada día a ver a Ara, tenía que seguir en observaciones hasta que lograran estabilizar el bebé, igual que Kate, Bastien iba a diario, a veces Kate se iba apenas llegaba Bastien, y otras se quedaba, él se quedaba sentado en silencio en el sofá mirando el celular, haciendo como que no existía, el solo hecho de escuchar la voz de Kate lo hacía feliz.

Kate tu pancita está más grande.

Sí, mi bebé se mueve mucho, sobre todo en las noches. Como ahora, mira toca – Ara puso la mano en la pancita y sentía como se movía la bebé –

Cielos, sí, se mueve mucho – Kate sonreía y notó a Bastien mirándola con el mismo amor de antes, Ara siempre tratando de unirlos le dijo -

Bastien toca a tu hija, se mueve – Bastien sin dudarlo se puso de pie, puso la mano en la panza de Kate y se arrodillo –

Hola pequeña, es papá – al escuchar la voz de Bastien la bebé se movió mas fuerte, los ojos de Bastien se llenaron de lágrimas, extrañaba tanto esto, Kate miraba para otro lado, no querí