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No puedo, quiero odiarte, pero no puedo

Kate se puso de pie tomó dos sándwich y salió de la habitación, caminó hasta la plaza y ahí debajo de un árbol estaba sentado Bastien con la mirada perdida en una pareja que jugaban con su pequeña hija, los miraba con tristeza mientras el hombre abrazaba a su mujer, Kate no pude evitar sentir pena al verlo tan triste, se sentó a su lado y le pasó un pan –

¿Tienes hambre? – Bastien dio un salto y miró a Kate –

Kate que haces aquí, como pudiste caminar sola todo esa distancia, te pudo pasar algo, por qué no me llamaste. Por qué no…

Sht, calla. Toma come ese pan, no has comido nada. – Bastien bajó la mirada y sacó el envoltorio del pan igual que Kate, Bastien comió lento mientras Kate lo miraba.

Por qué haces esto Bastien.

Porque soy egoísta. Si no puedo dejarte ir, fingiré que sí. Ese día me dijiste que te dolía mi presencia, te he hecho suficiente daño, no quiero seguir dañándote Kate. – Bastien en ningún momento pudo mirar a Kate, comió el sándwich y volvió a mirar la pareja que juga
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