Era tarde, Kate despertó miró por la ventana y notó que ya estaba oscuro, Bastien la tenía abrazada fuertemente desde su espalda, sentía su respiración en su cabello, una sonrisa se dibujó en sus labios, sus brazos protectores se cruzaban, uno por su pecho y el otro por su abdomen pegándola cada vez más contra su pelvis, Kate empezó a pasar la yema de sus dedos por sus brazos, dejando besos, después de unos minutos sintió un beso en su cuello.

¿Dormiste bien?

Sí, dormí mucho, ya es tarde, que hora es – Bastien miró su reloj –

Son las 9 de la noche, ¿tienes hambre?

Mmm, sí, podemos ir a cocinar algo liviano – Bastien la volteó dejándola debajo de él, con sus dedos sacó un mechón que ocultaba sus ojos y acarició su mejilla –

Yo también estoy hambriento y no de comida – Kate cruzó sus brazos en su cuello y besó sus labios, Bastien respondió en beso con pasión, sus manos vagaban por el cuerpo de Kate – Kate te necesito.

Prometo ser tuya después de comer, o me desmayaré en medio de…

Pued