A la mañana siguiente Kate despertó y no había nadie a su lado, se dio una ducha, buscó ropa adecuada para la universidad, se puso jeans y polera, se hizo en el pelo una cola, se puso zapatillas, en su bolso echó su laptop y algunos cuadernos y bajó, no se veía nadie, la casa estaba en silencio y solitaria, fue al despacho y Bastien estaba fumando con un vaso de wiski en su mano, Lucca al ver que llegaba se puso de pie.

Buen día señorita, ¿tomó desayuno?

Buen día Lucca, no, no he tomado – Kate miró a Bastien quien sonreía, pero un dejo de preocupación cruzaba en sus ojos, Lucca salió y Kate dejó sus cosas en la mesita, rodeó el escritorio quitó el vaso de wiski y el cigarrillo y se sentó en el regazo de Bastien, él inmediatamente la abrazó –

¿Estas preocupado?

Mucho

Nada va a pasarme, además andaré con los hombres que me cuidaran

Lo sé, pero eso no quita que me preocupe, promete que volverás directo a casa

Está bien, ¿me iras a dejar?

¿Quieres que te vaya a dejar?

Yo… me gustaría que