Nala
El miedo se ha ido y, a pesar de que al principio estaba muy impresionada por los gruñidos y aullidos de los lobos y el impactante sonido de sus cuerpos al chocar el uno contra el otro, tuve que empezar a concentrarme en lo que estaba pasando y en la utilización de mis poderes, sobre todo, ahora que Arcas se encuentra al parecer inconsciente en el aire y proyectado hacia el hombre sin olor.
El claro arde en llamas, las chispas se expanden por todo el lugar y la intensidad del calor aumenta.
No logro verlos a todos y comprendo muy poco lo que sucede con mis poderes, pero al menos logro defenderme de la odiosa de Amara, a la que si no tuviese ningún escrúpulo, mataría sin piedad. Pero es mi madre y yo no soy una asesina.
He logrado penetrar la barrera protectora del hombre sin olor y continúo atacándolo, pero, al parecer, no logro avanzar, porque Arcas sigue siendo proyectado haci
— Cómo te decía, querida hija, solo eres una humana; débil y solitaria — Parpadeo al volver a escuchar a la otra Amara, a la que me odia, a mi madre, y pienso en lo que me ha dicho la primera hechicera.Soy Nala Mantegna, la heredera de Amara Mantegna y la madre del alfa supremo, y no voy a darme por rendida en la primera oportunidad, me digo a mí misma intentando darme valor.— Suficiente, vamos a llevarte a un lugar seguro — habla de manera autoritaria y yo solo quiero acabar con su estridente voz.Cierro mis manos en puños y concentro mis fuerzas en mi madre, que continua acariciando mi cabello y susurrando como si de una nana se tratara.— He dicho que no vas a llevarte a mi hijo — Grito.Impulsándome para levantarme con toda la fuerza de la que soy capaz, tomando por sorpresa a Amara que se pone de
Nos movemos a tanta velocidad que me parece algo inverosímil, aunque con todo lo que ha sucedido en últimamente en mi vida, no debería causarme ninguna sorpresa.“Detente”Ónix me habla y yo me detengo de inmediato, al igual que los pocos centinelas que nos han acompañado.Cuando llegamos al pueblo, este estaba sumergido en el caos y no teníamos tiempo para calmar a todos los hombres lobos de la manada que escondían en sus casas a sus cachorros.Homero fue liberado y Amara y el hombre sin olor se llevaron a Luciano con la 4autres erreurs de ponctuationPremiumayuda de Luminara. El anciano sabio fue asesinado y nadie sabía dónde se encontraba s
— ¿Qué ha sucedido? — Me pregunta Ónix y yo contengo las ganas absurdas que tengo de llorar desconsolada.— El bebé me ha hablado, me ha dicho que está a mi lado y yo solo quería gritar que no me refería a él. — Abro los ojos, impresionada por lo que acabo de decir — Soy una mala madre. — Ónix me acerca a su cuerpo y me abraza, reconfortándome entre sus brazos.— No lo eres, estás protegiéndolos a los dos — Me muerdo la parte interna de mi labio inferior y frunzo el ceño — Ahora trata con Alondra.Asiento y hago lo mismo, pienso en Alondra y en lo fuerte que es, pero de inmediato dejo mi mente en blanco y abro los ojos.
ÓnixHace frío, ha nevado en esta zona y me preocupa de Nala pueda sufrir de hipertermia, Arcas y mis amigos son lobos y su temperatura al igual que la mía puede protegerlos.“¿Tienes frío?”Pregunto a Nala que niega con la cabeza y continúa corriendo, estoy impresionado por la forma en la que han evolucionado sus poderes, ahora ha tomado uno de mis dones y puede correr a la velocidad de un hombre lobo.El olor de Amara es repugnante, no entiendo como una madre puede odiar de una manera tan visceral a su hija, y solo por la envidia y el poder.“Kaya se ha ido y Luminara se ha quedado con algunos hombres”
— ¿Qué está pasando? — Nala se vuelve en sí misma observando como los centinelas deshacen sus pasos. Caminan con tranquilidad y una mirada de ansiedad, como si fuesen pequeños perrunos en busca de la aprobación de su amo.¡Maldición!“No te resistas, alfa Ónix, tú nos perteneces.” "Todos los animales de este bosque nos pertenecen” “No puedes destruir el equilibrio”Mis pensamientos se entremezclan, tengo la necesidad de ir por ella, encontrarla, mi lobo aúlla en mi interior desesperado, soy de ella, le pertenezco.
NalaAbro los ojos y me llevo las manos a la cabeza, sintiéndome un poco desorientada. Mi cuerpo no responde de la forma en la que debería hacerlo y tengo la impresión de haber perdido mucho tiempo y demasiada información.Mi cuerpo se encuentra extendido sobre el blanco frío, mientras gélidos copos de nieve caen sobre mis labios sedientos.Los inmensos árboles a mi alrededor crean un ambiente sombrío y fúnebre, rodeado de cortezas y raíces, esparcidas por todo el pequeño claro.Escucho un quejido a mi lado y la furia enciende mi corazón, cierro los ojos y el recuerdo de una hermosa mujer arrullándome y enseguida deseando mi muerte se apodera de mi mente.— Nala, ¿estás bien? — Sonrío al escuchar la voz de mi lobo preferido, el hombre que en tan poco tiempo se ha adueñado de mi corazón y de mi vida y sin el que nunca más podré estar completa.
— ¡Dios! — Grito y Ónix me toma de los hombros mientras sus hombres se acercan a Amara. — ¿Qué me estás haciendo? — le grito a la infame mujer y ella cierra los ojos en el acto.— Nala — Ónix intenta detenerme cuando me vuelvo hacia ella.— Voy a matarla — Levanto la mano y empujo con fuerza y sin tan solo tocarla, el cuerpo de Amara es lanzado contra el suelo.A pesar del dolor, que ahora ha disminuido, camino hacia ella y la ataco de nuevo, una y otra vez, mientras observo su cuerpo girar y girar, golpeándose contra el suelo.La niebla sale de ella y en segundos me rodea. Grito sin poder contener mi ira y mi cuerpo se ilumina esparciendo la niebla a mi alrededor.“Nala, has caído en su trampa" "Ahora el hombre sin olor sabe que estamos aquí” Al escuchar a Ónix invadiendo mi mente y ser consciente de lo que acaba de suceder, me detengo en e
NalaSi no amara tanto al cabezota de mi lobo y no nos encontráramos en este problema tan complicado, estaría meditando sobre las diferentes maneras de torturar al alfa de una manada, sin dejar rastros. Pero en lugar de eso, me encuentro escondida detrás de la puerta de la casa de mi madre, donde en este momento están Alondra y Arcas.No he podido dejar de pensar en el último comentario que Ónix le dedicó a mi madre antes de partir. Él hablaba de una hija, o al menos eso creí entender, pero se supone solo estoy yo.Mi madre solo tuvo una única hija y esa soy yo, y aunque no cuento con mucha información sobre la imponente hechicera Amara Mantegna, nunca escuché a mi padre hablar de otra hija o de sus anteriores relaciones sentimentales antes de casarse con él y Christos, el despiadado inmortal no me dijo nada que me lo hiciera pensar, aunque tuvo un comportamiento sospechoso al conocer a Alondra.Avanzo con cautela sintiendo un enorme peso sobre mis hombros, las personas que amo y las