¿En serio me está preguntando esto? ¿Realmente tengo que contestarle? ¿Me arriesgo por un golpe? Lo miro fijamente, él se pasa la vara de mano en mano, esperando a usarla por si no contesto lo que me pide. No quiero un golpe, así que... Contesto. Al final claudico.
—Dos años.
Él analiza mi respuesta, lo veo en su mirada, si, tiene razón, es mucho tiempo. Al final habla.
—¿Lo has hecho tú sola?
¿Le miento? ¿Le cuento que el hecho de masturbarme en ciertas ocasiones es algo que me mostró Anthony? Y que para bien o para mal me gustó y me ha hecho sentir menos sola en ese aspecto.
—No, Señor.
—¿Por qué será que no me convences Nicole?
No quiero que sepa que le miento en la cara así que saco mis pocos dotes de actriz y digo lo más convincente que puedo.
—Lo h
Me cambio y entro al vestidor para acomodarme la blusa. Termino y me quedé viendo en el espejo que está de lado izquierdo, junto con todo ese montón de zapatos, los observo y después a mi, parezco otra, mi 1.68cm de altura se hace presente con los tacones, mi tez blanca ea cada vez peor por falta de sol, mi cabello negro luce bien, ya me ha crecido, el largo está por debajo del codo, lo tengo en corte parejo y mi flequillo ha desaparecido, tenía tiempo dejándolo crecer pero estas ultimas semanas han sido el definitivo para que desaparezca. Mis ojos color miel resaltan con la ropa que uso, al igual que mi nueva y esbelta figura, probablemente he bajado más de 5 kilos, y los huesos de las costillas y la clavícula se han enmarcado sobre mi piel. Lo raro es que la ropa es de esta nueva talla, antes no me hubiera quedado bien, tal vez este es su plan y no me va a permitir subir mucho más de peso. Me quedo viendo mis labios, están demasiado resecos, nunca fueron voluminosos y ahora eran m
Me despierto espantada, tengo pesadillas toda la noche. Su cara, su sonrisa, su risa, se está riendo de mí, Erick Covarrubias se está mofando de mi circunstancia, de donde me ha llevado y no sé hasta que punto es verdad o solo una terrible pesadilla. Me asomo y encuentro la puerta cerrada, así que me puedo meter en la ducha. Salgo de la cama y sin más entro al baño, me detengo en el lavabo y me sujeto a el, me he quedado maquillada así aprovecho para tomar aire y desmaquillarme, a veces me es dificil reconocer a la mujer que se encuentra frente a mí. Termino y voy a la ducha, algo de agua tibia, casi fría, sé que me hará bien. Pasados 10 minutos salgo, lo hago lento, caminando mientras me seco el cabello con la toalla, tomo solo la bata que está colgada para abrigarme un poco para poder meterme a la cama. La puerta aún sigue cerrada y me llama la atención, prefiero corroborar la hora, tomo el reloj y comprendo todo 6:18 am. No es porque Erick no sea madrugador, sino porque r
Luego de una hora dejo el libro en un punto importante, ya me he logrado meter en la trama de este libro, realmente Carlos Fuentes me hace olvidar de donde estoy y por un segundo pensar que voy a ir con mis alumnos y probablemente compartirles de este libro latinoamericano. Dejo el texto con un separador improvisado, de una hoja que me encuentro y voy al cuarto, quiero darme una ducha. Conservo el moño ya que en sí, no sudé mucho y me había lavado el cabello temprano. Dejo la ropa deportiva en el cesto y entro en la ducha, de nuevo dejo la bañera para después.Termino 5 minutos después, me vuelvo a poner la ropa de la mañana, los jeans y la blusa sin sostén, no la he usado más que 1 hora así que no necesito ensuciar más. Me maquillo y me voy de nuevo al estudio, necesito hacer la bendita carta, pero en sí, ¿qué le digo a Frank que él me crea? Él sabe mi vida
Estoy tratando de no pelear con la silla, de quedarme quieta, pero me es imposible, no puedo, aunque me diga a mí misma que lo necesito. ¿Por qué carajos cometí este tipo de errores tan tontos? Lo de la comida, mi lengua tan habladora y ahora esto, ¿por qué me está costando tanto adaptarme a la manera de ser de Erick si sé perfectamente lo que quiere de mí?Soy consciente de que mis padres nunca me trataron de esta manera, nunca hubo golpes de su parte, sino que hablaron y me dieron un excelente ejemplo, los castigos para mí, eran inimaginables, no eran parte de su educación. Suena raro para la mitad de la gente, pero mi papá hablaba conmigo, a partir de que cumplí 9 o 10 años y me hacía entender que hice cosas que no debía y que eso afectaba a más personas de las que yo pensaba, después, mientras crecí lo que menos deseaba era decepcionarlos, a
Lo miro, asiento y con cuidado hago el esfuerzo de levantarme y de no caerme para evitar que él me toque para ayudarme. Lo hago, no de una manera muy elegante, pero lo hago, primero levantando las piernas y yendo poco a poco arriba, para mantener el equilibrio. Camino detrás de él, como me pide, hasta el estudio, me sostiene la puerta y entro, me quedé unos segundos parada hasta que me indica ir al escritorio. Se acerca y de su pantalón saca una llave pequeñita, supongo que de las esposas, me pide las manos y me desata la mano derecha pero la izquierda no, la esposa libre la atora a la silla en cosa de un segundo. —Para que tomes mis amenazas en serio Nicole, no te vas a ir de aquí hasta que hayas escrito algo decente para Frank. —No me tiene porque atar a la silla. —Yo creo que sí, ya que te di la oportunidad de hacerlo tú sola, ¿y qué hiciste Nicole? Puras tonterías. —Lo siento, no fue mi intención. —Siempre dices lo mismo, parece que haces
—¿Porque te quieres cambiar de casa? ¿Necesitas el dinero? Yo puedo...—No para nada, ni lo pienses, solo que creo que ya no debo de vivir aquí, ya voy a pasar más tiempo fuera de ella y me duele andar por estos pasillos, por este lugar, y en sí no quiero ser egoísta, no quiero quedarme con la casa y que se llene de polvo o termitas. Prefiero que una familia viva aquí y disfrute de este lugar como nosotros lo hacíamos antes de ese accidente.—Suena muy cursi Nicole —él se rie de mí mientras cerrámos cajas—. Pero sé que lo que me dices es la verdad, y te admiro por eso.—¿Ah sí? —le digo sonriendo—Sí, digo, yo vivo solo y me mantengo, pero todavía tengo estándares con mi familia, tú, sola lo haces, sé que tienes conflicto con tus hermanos, pero no dejas de hacer las cosas y te
—¿Puedo pasar? —pregunto tocando a su puerta sin muchas ganas de entrar.—Adelante, Nicole.Respiro hondo antes de entrar, estoy siguiendo sus órdenes y ahí estoy llevando un camisón de seda que me llega a la altura de la rodilla color beige.—Me gusta tu pijama.—Gracias, Señor —digo forzadamente.—Espérame en la cama.Asiento y voy obediente casi temblando, una parte de mi quiere salir corriendo, ¿pero a dónde? Erick me va a encontrar, eso es seguro, mi vida se está convirtiendo en malas decisiones solo por sobrevivir y no sufrir tanto. Aunque eso creo, a este punto de la situación no sé si es solo por no recibir más malos tratos y si el no sufrir tanto es lo que en realidad pasará. Trato de ver a otro punto, a concentrarme, pero mi cuerpo sigue temblando.—Estás muy fría —Eri
Estoy en su cama, con él, después de lo que me ha forzado a hacerle. Me siento peor que nunca. Volteo un poco y me quito el antifaz para comprobar que está dormido. Necesito ver, tomar fuerzas. Tengo insomnio, no sé la hora, no quiero averiguarlo, solo deseo salir corriendo de aquí y no reprimir las ganas de llorar, además Erick ya me está abrazando o mejor dicho me sujetando.Cuando se voltea y tengo la oportunidad no lo dudo, me paro, ya no quiero aguantar más, necesito algo de la poca voluntad que queda dentro de mí.—¿A dónde vas? —dice tomándome del brazo.—Necesitó agua —contesto rápidamente.—No te he dado permiso.—Por favor Erick, no me tardo —digo aguantando las lágrimas que amenazan con salir —él me mira.—Regresa rápido Nicole.Asiento con un intento de