—De verdad que te pareces a esa mujer—dice Salma mientras me miro al espejo usando una panza falsa. Estoy maquillada con un delineado y un esfumado como ella. Mis labios están rojos y llevo joyas costosas. —Se repite la historia Salma. Otra vez voy a usurpar a esa mujer. —Si. Pero el fin lo requiere, mírate, ya hasta siento que te odio—dice y cubre su boca divertida—De pronto se forma un nudo en mi pecho. Algo me hizo sentir una nostalgia. Añoranza. Suspiro entristecida. Entonces Salma me mira confundida. —¿Estás triste acaso? Ali… —limpio una lágrima rebelde. —Por un momento pensé en lo bonito que sería tener una hermana… que ironía , de niña quería tener una, y resulta que si, tengo una. Una que me odia, y que odio además . No es justo. Podríamos ser las mejores amigas, pero es imposible, ¿ Por qué la vida es tan injusta a veces Salma? —digo afectada al ver la imagen de Adele al espejo. Me siento sobre la cama pensativa. —No te pongas así. No es tu culpa que tú hermana result
Pasan los días y me entero por el tío Simons, a quien convencí de quedarse un tiempo conmigo mientras se recupera, de que Adele dió a luz. El tío no hace más que hablar de la bebé, dice que es hermosa, incluso llegó a comentar que Alexander está bastante emocionado. Suspiro resignada a qué nuestra separación sea definitiva. Entonces intento olvidarme de él de una vez por todas.…—Esta noche habrá fiesta en casa de Adele. Se va a celebrar el nacimiento de la pequeña Alexa. ¿ Por qué no vienes conmigo ?—abro mis ojos como platos. ¿Ir a la casa de Adele a celebrar ? No. Jamás iría a esa casa. —No se porqué tienes que pedirme algo así tío. Sabes muy bien que ella y yo no somos precisamente las mejores amigas. Además, ¿ Celebración aún cuando ni siquiera se sabe si Alexander es el padre? Me parece fuera de lugar—digo e introduzco el trozo de verdura a mi boca. Estamos almorzando. Sophie está con la niñera y Connor aún en la escuela. —¿ Pero que dices Alicia? La prueba se hizo de inmed
Para estar cerca del tío también he decidido volver a la empresa. Entonces Amelia llega de imprevisto. Su abogado consiguió que saliera bajo fianza. En realidad no hay pruebas contundentes en su contra. Estoy en mi oficina revisando unos balances pues he notado que algo no concuerda. las cifras no encajan. Entonces ella entra sorprendiéndome. —Amelia. Que bueno verte , eso significa que no tienen nada en tu contra, estás libre, de verdad me alegra muchísimo—Ella besa mi mejilla. —Si. Por supuesto, no pueden tener nada en mi contra pues no hice nada malo. ¿Sabes si Simons está en su oficina? Supe por los criados que está bastante bien y que está contigo ahora. Gracias por no dejarlo solo. —No lo dejo solo ni un momento. Menos si está Adele cerca. Si, el tío está en su oficina y Adele está de reposo de maternidad. Así que por aquí no se presentará en unos días afortunadamente. Pero no te vayas aún, tomate un café, le diré a la secretaria que nos traiga , ¿Sí?—Parece alterada y no qu
Alexánder. Cargo a Alexa mientras pienso que mi hija no tendrá un destino favorable mientras la crie una mujer como Adele. Es tan pequeña y tan indefensa. Entonces se la entrego a Jimena. Es quien la está amamantando. —Arreglate , te llevaré al médico para ver porque no puedes darle leche a nuestra hija—Le digo entrando a su alcoba. —¿ Qué? No iré a ningún lado. Eso suele pasarle a algunas madres primerizas , por favor Alexander, déjame dormír—dice y estoy a punto de sacarla de la cama cuando me llama mi abogado. Dice que debemos reunirnos para analizar las ventajas que tengo en la próxima audiencia. Tengo mucho en contra de Adele que de seguro no será necesario mucho más para que me den la custodia de Alexa. Así que la miro con reproche y salgo de su presencia. Voy con Jimena quien aún amamanta a la bebé. —De verdad no sabes lo mucho que te agradezco esto que haces , sabré pagarte muy bien —Ella me mira con pena. —Señor, para mí no es molestia darle de comer a esta bebé , es tan
El tío Simons me informa que Alexander ganó la audiencia. Le ha sido otorgada la custodia de su hija. Parece que hubo una fuerte pelea en el juzgado entre él y Adele. No porque Adele estuviera reclamando a su hija y sus derechos de madre, sino porque él le aseguró que al obtener la custodia se iría de Canadá con la bebé. El tío Simons dice que fue todo un drama. Lo peor es que Adele ni se inmutaba por tener que entregar a la niña sino que más bien se concentró en rogarle a Alexander que no la dejara. …Días después.Hoy es un día muy triste. Alexander pasará a despedirse de los niños. Irá al aeropuerto esta misma tarde. Yo no puedo despedirlo. Sería muy difícil para mí superarlo si tengo que verlo, así que le dije a Dereck que me llevara con él y así dejarlo despedirse de los niños tranquilamente. …Estamos dando vueltas en el auto y a cada rato miro mi teléfono. Le pedí a Andrea que por favor me avisara cuando Alexander se hubiera marchado. Miro a Dereck. Él me mira comprensivo.
Al abrir los ojos me doy cuenta que voy en la parte de atrás de un automóvil. Pero tengo las manos y los pies atados. —Por favor, Adele, déjame salir de aquí —digo muy asustada por lo que pueda pasarme. —Todos me buscarán y muchas personas saben que estaba en tu casa. ¡Para ya este auto maldición Adele!—grito ansiosa. Ella acelera. Ha oscurecido y no veo nada, parece una zona montañosa. La señora Robinson va con ella. Adele ignora mis súplicas. —Señora Robinson…—susurro intentando obtener su compasión. —¡ Cállate maldición Alicia! ¿ Qué crees ? ¿ Que arruinas mi vida , te metes a mi casa y aún así saldrás ilesa?— grita por fin adele. La oigo con expresión aterrada. —Me cansé de soportarte , un favor, un maldito favor y tuviste que enamorarte de él —grita y acelera aún más el vehículo. —Baja la velocidad Adele o déjame conducir —dice su madre con tono autoritario. —Reniego de ti, no eres mi hermana, te odio Alicia—dice ignorando a su madre. —¿ Por eso secuestraste a mi hijo, Ad
Poco después unos oficiales de la policía vienen por mí como dijo Simons. Voy sin remedio pues aunque casi supliqué que no me separaran de Alicia, están en el cumplimiento de su deber. Asi que hablo con Simons sobre los niños. —Amelia cuidará a los pequeños, no te preocupes. Estamos peleados pero ama a esos niños. Ella los cuidará bien. ¿Necesitas un abogado?—pregunta Simons. —No. Acabo de hablarle y va directo a la estación. Estaré bien, soy inocente. Primero tengo que llevar a los oficiales por Alexa. Entregarla y esperar a que mi abogado me saque de esta. Por favor Simons, que Connor no sepa de la gravedad de Alicia ni de mi situación. Dile que iré lo antes posible a verlos, por favor—digo con un nudo en la garganta. Voy a mi casa , la puse en venta y aún no aparece comprador. Es donde está la niñera cuidando a Alexa. Llego y tomo a la bebé , la abrazo triste, nostálgico…de verdad estaba encariñado con ella. Pero los oficiales me hacen entregarla a una oficial que nos acompaña
Alexander. El invierno llegó y no solo a Canadá, sino también a mi corazón. La tristeza y la soledad me invade pero me esfuerzo por hallar alivio con mis hijos. Los días pasan y Alicia es Dada de alta pero bajo estricto reposo así que me encargo de los ellos mientras ella se recupera totalmente. Los llevo todas las mañanas y todas las tardes para que ella los vea aunque es Andrea o Amelia quien me recibe en la puerta. Espero en el recibidor y después los llevo de nuevo conmigo. Varios días después llega un mensaje a mi teléfono. Es del medico. Dice que Adele me súplica que vaya a verla y de solo pensarlo mi estómago se revuelve. Aún no la dan de alta pues sus heridas fueron bastante graves. Por más que me niego decidí finalmente ir y enfrentarla. Tengo muchísimo que recriminarle. Así que después de traer a los niños de estar con su madre un instante voy a la clínica. —Ella está muy deprimida señor Brown, no quiere vivir, su situación es bastante lamentable—dice el doctor Cordova.