—Llamará, sé que lo hará—digo mientras doy vueltas por el recibidor. Estamos en la casa de Jack, Alexander, el comisario Franck Meyer , varios oficiales, Salma y yo. Salma me abraza para infundirme un poco de calma. Miro mi reloj constantemente. Alexander se acerca. —Todo saldrá bien Alicia. Ya verás —asiento triste. Entonces suena el teléfono. Corro a tomarlo pero el comisario me lo impide. Enseguida le hace una seña a Jack para que sea él quien atienda. Cubro mi boca muy nerviosa. Siento mi corazón tan agitado. Miro como Alexander respira hondo varias veces. Debe estar tan ansioso como yo. Entonces Jack contesta y Connor responde. «Tio Jack » Al oír su voz sentí una gran emoción pero también inmensas ganas de llorar. —Connor—Traicionada por mis nervios y mis emociones intento quitarle el teléfono a Jack. «¿Mami?» pregunta y comienza a llorar. Alexander me toma por la cintura y me aparta. Entonces lo abrazo conmocionada. —Por favor Alicia, deja que ellos hagan su trabajo o lo ar
—¡ Mamita!—Se cuelga de mi y lo alzo para llorar en su hombro. Luego lo beso con mucha algarabía. No puedo soltarlo. Los dos lloramos felices. Entonces lo observo. Su cara. Luce un poco más grande. —Mi amor, te extrañé muchísimo, Connor estás aquí —Digo emocionada sin poder parar de llorar. Él me besa muchas veces. —Te amo mami, perdóname por dejarte tanto tiempo sola—dice. Entonces Alexander le habla. —Señor Brown, está aquí también —muerdo mi labio mientras ambos se abrazan. Momento después el comisario nos indica que la salud de Connor aparentemente está bien y que podemos llevárnoslo ya mismo. …Es un día hermoso y no quiero separarme de mi hijo. Hacemos muchas cosas juntos y trato de mimarlo lo más posible. Estoy muy sensible y me descubre muchas veces llorando mientras lo miro. Él no parece tener algún trauma pero debo llevarlo a revisión muy pronto. Por ahora solo deseo estar con él. Ambos muy cerca y muy felices. Aún no lo puedo creer. Entonces mi tío viene a verme en la
—Pues como no hay una prueba fehaciente de lo que se le acusa , la señorita Adele Robinson de Williams queda absuelta de todos los cargos—pronuncia el juez semanas después. El odio y la impotencia que siento en ese momento es enorme. Alexander salió muy enojado de la sala. Desde esa vez que ví las fotografías decidí ponerle punto final a toda esta descabellada historia entre ambos. Hoy tenía esperanza de por lo menos ver a Adele pagar sus culpas, pero el hecho de que Connor tenga la condición toc les hace pensar a todos que no pueden confiar en su declaración. Eso me entristece y me enoja. Por eso , suplico a la juez una apelación. Esa mujer es culpable y no puede andar por ahí libre. Mi vida y la de mis hijos no estará a salvo si ella continúa libre. Salgo de prisa muy enojada mientras ella junto con su madre y su marido celebran. Respiro hondo y junto a Salma y Jack salimos de allí muy enfadados. —Creo que nunca pagará todo lo que ha hecho esa descarada—dice Salma. Respiro hondo.
Ya mismo traigo a la bebé Alicia. Pero la voy a extrañar, Aunque por supuesto que entiendo que es tu derecho y …—Gracias por cuidarla por mi. Pero creo que es hora de cumplir con mi deber —Ella me trae a la niña. Primero lloran un poco pero finalmente está a gusto en mis brazos. La abrazo conmovida. Es tan hermosa. —Perdoname cariño por haberte alejado así de mi. Nunca más volveré a hacerlo. Te lo juro—digo y beso su suave mejilla. Amelia, la esposa de mi tío trae sus cosas y me marcho con mi hija. En casa la presento con Connor quien hace muchísimas preguntas. ¿ de quién es? ¿por qué la has traido? ¿ de dónde la sacaste? Etc. Poco a poco se empieza a entusiasmar con la idea. Paso más tarde a ver a Laura. Estamos en la sala de visitas. Ella muestra un brillo bonito cuando nos mira. —Mamá , estamos vivas, tus bebés aparecieron, estamos aquí , y ellos son tus nietos— La enfermera dice que mamá ha presentado signos de avances desde que vine a verla la primera vez. Eso me contenta mu
—¿ De verdad sales con ese payaso?—pregunta mientras se coloca la ropa. Me mira con gesto soberbio. Respiro hondo y me levanto cubriendome con las sábanas. —Si. ¿ que pretendes? ¿ que viva toda la vida creyendo en cuentos de hada contigo Alexander? Yo también tengo derecho a …—aprieta mi cara entre su mano con suavidad sin dejarme terminar y me mira con intensidad. —Sabes que no es a él a quien amas , pobre, lo harás sufrir mucho porque cada vez que yo te bese no podrás resistirte y vendrás conmigo dejándolo triste y abandonado , porque preferirás estar a mi lado—Me da un corto beso y se va dejándome perpleja. —De verdad eres un completo vanidoso, arrogante y pretensioso Alexander Brown —digo llena de emociones confusas. Lo quiero lejos, lo odio, pero a la vez quiero tenerlo cerca y siento que estoy completamente enamorada de él. No me entiendo y prefiero vestirme y pasar más tiempo con los niños, aunque no sé si pueda dejar de pensar en lo que hizo Alexander que me demuestra que m
—Para nada, podemos aguantarte un rato más—digo juguetona. Él se finge ofendido. En ese instante el juego donde se subió Connor se detiene y mi pequeño corre hasta mí. —Él es mi hijo, Connor —digo. Dereck lo saluda. Entonces Connor lo ignora. Hace eso con los extraños. —Disculpa, tiene una condición que lo hace comportarse así. Pero deja que te conozca más. —Esta bien, puedo entenderlo —Comenzamos a caminar. Connor empieza a pedir que le lave las manos. —Oh, espera cariño —digo y le pongo desinfectante. Eso lo hace relajarse y seguimos mirando los juegos y hablando divertidos. Dereck nos compra helados. —Mami. ¿ puedo subir aquí?—Son carritos chocones. Lo dejo subir. Entonces aguardamos a que este termine la gira. —Y… ¿ es tu novio el de la otra vez ?—pregunta Dereck de pronto. —¿ Alexander? Mmm , no. Pero es el padre de los niños. —Pero parece que se cree con derechos aún sobre ti. —Si, es un tonto—digo y le hago un guiño. —Lo es—dice y me dedica una mirada cautivadora. Me h
—Tengo noticias, me quedaré en Brampton, no me voy a alejar de mis hijos solo por los caprichos de Adele —dice Alexander días después. Vino por los niños y aunque siento un poco de temor, debo pensar también en que ellos necesitan a su padre en sus vidas. —Me alegra muchísimo… por los niños, claro. ¿Vas a entrar? Te ofrezco un café. —No. Estoy bien, ven pequeña —Sophie parece encantada con irse a sus brazos. Connor corre escaleras abajo portando su bolso y lleva puesta la gorra azul que le dejó hace poco su padre de cumpleaños . —Está bien, por favor, cuídalos mucho. ¿si? Te los encargo mucho. —Quedate tranquila Alicia. Los cuidaré con mi vida. Será un fin de semana maravilloso, ¿Verdad campeón?—Luce muy atractivo en su rol de padre. —Aquí está la fórmula de la leche para Sophie, estas son las cosas que debes darle y las porciones, ah, aquí está la lista de las cosas que puede y no puede comer Connor. —Entendido… —Si Sophie llora…—No llorará y si lo hace yo lo arreglaré y en
Alicia. Voy rápidamente a la clínica, Amelia, la esposa del tío Simons me acaba de avisar que el tío fue ingresado con mucho dolor. Dejo a los niños con la niñera y salgo de prisa. Al llegar miro a Amelia. —¿ Cómo está? Pobre tío , trabaja demasiado. —Está siendo tratado. Yo le insisto en que debe retirarse un tiempo pero él no oye argumentos. Es tan necio. —Tal vez ahora sí decida poner atención. ¿ que dice el médico?—Dice que no entienden la razón de su dolor abdominal. —Pero , ¿y los análisis? ¿ que dicen?—Todo sale bien. Yo tampoco entiendo. ¿será acaso por… ?—¿ Qué? Dime por favor Amelia, ¿ hay algo más?—parece afligida. —Tenemos problemas. ¿Sabes algo? Él y yo …él y yo estamos teniendo problemas, creo que nos vamos a separar. No sé si eso sea la razón de sus malestares y por eso son esos dolores inexplicables. —Oye, lamento mucho eso. ¿ No tienen manera de solucionarlo? —No. Es definitivo —hace gesto triste. —Cuanto lamento esto. Pero el tío tendrá que entenderlo. C