ERA MI MADRE.

Samaniego se encontraba completamente absorto en sus pensamientos, quería ir al hospital puesto que estar en el lugar que vivía lo estaba asfixiando; no encontraba tranquilidad, su novia Mariana, no se encontraba, debía de estar en el restaurante, esa visión de ella mucho más joven, lo dejó perturbado, tomo su teléfono de la mesa de noche, necesitaba reportarse enfermo, al menos por ese día quería alejarse tanto de Mar, como de Lanah, pero sobre todo de la sombre de mil novecientos tres.

Miro el reloj en su teléfono eran las nueve de la mañana, la señorita Gela, ya debía encontrarse en su

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