Su trasero desnudo me baila con cada paso que da. Dándome un espectáculo visual de pocos segundos, porque a los pocos pasos desaparece de mi campo visual. Quedando completamente sola, me acuesto en el asiento trasero con olor a cuero y sexo.—¿Qué rayos acabas de hacer, Adhara? No puedes decir que estabas ebria. Lo hiciste bajo las sensaciones que el periodo de celo causa en mí, pero, también lo hice porque lo deseaba. Pude buscar a alguien más para saciarme, pero, lo escogí a él, ¿Por qué lo hice? — me pregunto abrumada.No entiendo en que consiste la habilidad de los Every, pero, está claro que cuando estoy cerca de ellos, no pienso con claridad y es por ello, que me pasan estas cosas. Aunque debo reconocerlo, no me arrepiento de tener sexo.La puerta del auto se abre y de inmediato, intento cubrir mi cuerpo, por lo que, el hombre que me extiende la toalla me sonríe como si fuera un buen chiste.—¿Por qué te cubres? No es la primera vez que te veo desnuda y dudo que sea la última ve
No sabía que iba a hacer. Quería reír, llorar, maldecir. No sabía que hacer realmente. Era claro que las intenciones de su madre, eran una sola y lo peor es que yo sin saberlo, había caminado a su trampa.—Todo esto es culpa de mi maldito periodo en celo— digo molesta.—¿Has dicho algo? — pregunta Jareth al tener la puerta del armario abierta.Rápidamente, corro a guardar la ropa interior que había sacado, como si me hubiesen encontrado robando. Avergonzada, coloco la bolsa bajo varias almohadas y me esfuerzo en que no se me vea algo con la toalla que aun cubre mi cuerpo.Jareth sale de su armario con un pantalón de dormir y sin camisa. El pantalón cae en su cadera de una forma que lo hace ver sexy, pero, me esfuerzo en no sucumbir a la tentación que él es.—¿Encontraste ropa de tu interés? — pregunto Jareth y yo cubro mis mej
Sabía lo que estaba haciendo. Comprendía perfectamente las consecuencias de mis actos, pero, no me detenía. El calor en mi cuerpo me impedía pensar que era una mala idea profundizar más mi relación con Jareth.Ahora, sólo pensaba en cómo darle un buen regalo de cumpleaños y por ello, quería ser una buena chica que pueda darle un excelente día de cumpleaños. El primero siendo su pareja en extrañas circunstancias. Esa que va a casarse y no se ama, pero, si disfruta de un buen sexo y la posibilidad de un embarazo.Jareth continúa besándome y cuando estoy por perder la facilidad de respirar por su violencia al besarme, él comienza a besar mi clavícula, dejándome un rastro cálido y húmedo que aumenta mi deseo sexual.—¿Qué tanto puedo usar mi regalo? — pregunta Jareth y yo intento conectar mis neuronas,
Su obsesión… ¿cómo podría ser posible que yo fuera capaz de convertirme en su obsesión? Era una omega común, con una familia que me desprecia al punto de hacer todo un escándalo para hacerme quedar mal, ¿Cómo era posible que iba a convertirme en su obsesión?¿Por qué incluso su toque más brusco y excitante, tenía más amor que las miradas y comentarios de mi padre? No podía comprender como un extraño podía hacerme sentir tan bien y no hablo de lo sexual, si no, de cómo mi cuerpo se relaja porque sé que incluso dándole el arma, no sería capaz de lastimarme, no ahora.—¿Cómo puedes hablar de bebés y obsesiones en un momento como este? — pregunto sin saber que piensa.El hombre, se inclina hacia mí con una sonrisa y me besa al punto que yo termino acostada en la isla y &eacu
Había perdido el control de mi propio cuerpo, no había momento en que pudiera entender mi propio cuerpo. Habíamos comenzado en la cocina y después de liberarme, habíamos pasado a la sala.Ahora, estaba en la ducha, dándome un baño mientras se profundiza en lo más profundo de mi canal. Ese camino que ya conoce a la perfección y aun siento que necesita recalcar un poco más para que quede claro.La liberación, hace que emita un gruñido en forma de gemido mientras siento como la fuerza me abandona el cuerpo y siento que no puedo más. Por lo que, cuando estoy por caerme, el hombre que me había estado complaciendo, me rodea con sus brazos y saliendo de mí, me carga para llevarme fuera de la ducha donde sin saber realmente donde estoy, soy acostada en la cama.Mi mente estaba nublada, era como si hubiese recibido una droga que me impedía recurrir completament
No sé cuánto tiempo había pasado, pero, la insistencia de un teléfono hace que me despierte aturdida en un espacio que escasamente puedo reconocer por la falta de luz. Mi cuerpo se siente relajado y mi cuerpo tiene un olor a coco que me hace sentir bastante exótica.Sabía que yo no me había colocado una loción o perfume con ese olor, pero, sabía quién pudo haber sido, después de todo, me perdí en los brazos de Morfeo, cuando él comenzó a masajear mi cabeza con una especie de aceite que relajó hasta la parte más escondida de mi mente.El teléfono sigue sonando y sin saber quién es, contesto con voz ronca mientras intento recuperarme de un corto descanso que no fue suficiente con tanto trabajo arduo con Jareth solo para satisfacer las exigencias que mi cuerpo tenía por estar en celo.—¿Hola? — susurro y la música
Una hora despuésCon un vestido pegado a mi cuerpo de un color rojo con abertura en mi pierna izquierda, mi maquillaje se ve bastante delicado y resalta mi belleza. Mi cabello, tiene un peinado recogido que muestra mi cuello.Uno que Jareth decora con un hermoso collar que hace juego con mis aretes. Sonriente, nuestras miradas se conectan con ayuda del espejo y yo me siento bien. Ya no siento la presión ni la intimidación por ser un alfa con mucho dinero y yo una omega que apenas ha comenzado a trabajar.—Te ves hermosa, cariño— dice Jareth dando un beso cerca de mi cuello y oído.Ese toque, lanza una descarga eléctrica en la que me esfuerzo en no pensar, porque entonces terminaría en cualquier parte de la casa, teniendo sexo. Por lo que, aprieto mis piernas y me levanto de la silla, sabiendo que ya es tarde.—También te ves muy bien— susurro reuniendo fuerzas para mantener
Todos me sonreían y yo me sentía de cierta forma abrumada por tanta atención, pero, feliz porque no son como las personas frías y groseras que se escudan de su dinero, poder y que son alfas, para humillar a personas como nosotros al no estar en su misma clasificación.—En mi vida me han acusado de todo, menos de acoso. Así que dejen de exagerar y tú Jareth, deja de ser tan posesivo. Yo no voy a quitarte a tu pareja, yo tengo a la mía— se queja la señora Eda aferrándose a mi brazo.Eso, hace que madre e hijo entren en una disputa relacionando cada acción de ellos en una señal de acoso. Mientras ellos discuten el hombre que es tan parecido a Jareth que resulta imposible no relacionarlos, me sonríe y extiende su mano, para después colocar su dedo índice sobre sus labios, en señal de que haga silencio.Con cuidado, me alejo del agarre ya no tan firme