— Pero Saimon rechazo su legado, el prefirió ser conocido como Samael, la mano derecha del Diablo de Italia, y ese es Amir Rossi Zabet, el hijo de Alejandra.— ¿Y eso en que afecta a Ian?— En que Amir y Saimon estan en el norte de Italia, todo lo que antes era el territorio de los De Luca, antes de
— ¿En qué piensas? — Greco llevaba media hora viendo como su hermano tenía la vista fija en los libros de contabilidad, pero no pasaba hoja alguna.— Como expandir más el negocio. — dijo con voz quedada, en realidad estaba pensando que hacer para enorgullecer a sus padres, aunque no pudieran verlo,
Las palabras de Gabriel hacían eco en los oídos de Cielo, las preguntas que en más de una ocasión se había hecho, sin obtener respuesta, se repetían una y otra vez, porque la verdad era solo una, ella no sabía quién era el padre de Pamela, pero si estaba segura de que no era ninguno de esos hombres
— ¡¿Cómo fuiste tan estúpido?! ¡¿en qué m****a pensabas?! — los gritos de Greco lo sacaron de su miseria.— No pensaba, esa es la verdad, fue… cuando mataron a nuestros padres, solo podía pensar que no descansaría hasta acabar con sus asesinos y no pensaba sobrevivir, entonces, creí que lo mejor ser
Gabriel era un buen asesino, uno sigiloso, casi una sombra de la que no te percatabas, hasta que ya estaba sobre ti, pero ahora no era el caso, el doctor paso la mayor parte del tiempo danzando con el tatuado, pues cuando él daba un paso, Gabriel estaba enfrente, de derecha a izquierda, hasta que Ma
— Sí, comprendo, pero teniendo en cuenta la masa muscular de la señora, creo que ella tenía malos hábitos, ¿Qué saben de cómo se alimentaba antes? — tanto Macarena como Gabriel se vieron por unos segundos, ninguno de los dos la conocía de “antes” y su única fuente de información, estaba en la habita
— Eso no…— Gabriel… aún estoy procesando el saber que soy adoptada, el amor por los padres que me criaron solo ha aumentado desde que lo sé, su dedicación, amor, comprensión y cuidados en mí, solo provocan el amarlos aún más, pero hay otras cosas que no abandonan mi cabeza, el saber si fui amada, c
El miedo era una emoción que pocas veces había surgido en Gabriel Ángel, pero últimamente era la que más lo acechaba, era tan recurrente que comenzó a diferenciarla, miedo a perder a su hijo, miedo a que este lo rechazara, miedo de lastimar a su mujer que ya estaba demasiado herida, aunque no sangra