Punto de vista de autor;3

Y el hombre era en verdad fiel a sus palabras. A la mañana siguiente, él ya estaba sobre ella chupando sus senos cuando ella se despertó sintiéndose extremadamente caliente. Ella gimió dejando que él oscureciera las marcas que dejó en ella.

Ni siquiera esperó el desayuno ya que lo primero que hizo después de abrir los ojos fue devorarla con la mirada. Tenía la costumbre de levantarse temprano sin importar cuán tarde se hubiera dormido. Al despertar, la miró fijamente a la cara durante un buen rato antes de besarle toda la cara y quitarse la manta para revelar su hermoso cuerpo.

Como la noche anterior la única fuente de luz era una lámpara no podía ver mucho de ella, pero ahora la luz del sol revelaba sus curvas ante sus ojos. Trató de controlarlo, pero lo perdió cuando sus hermosos senos aparecieron a la vista.

Él besó, chupó y mordió con más fuerza sus senos solo para que ella despertara gimiendo. Ella no lo detuvo y arriesgándose, tocó sus pliegues solo par