Punto de vista del autor::

Zeus suspiró con frustración. La mujer es tan malditamente entrometida y prepotente.

Respondió a sus preguntas controlando sus nervios Y finalmente, terminó la sesión y agregó dos nuevos medicamentos a su receta descartando un medicamento antiguo que escribió la semana pasada.

Aurora habló con ella y la Dra. Eliza le contó sobre el progreso que estaba haciendo, aunque era extremadamente bajo, pero aun así era mejor que nada.

Aurora estaba feliz después de escuchar sus palabras y tomó la receta de ella. Como de costumbre, Zeus sostuvo su cálida mano con las frías manteniéndola sobre su muslo durante todo el viaje. Pero esta vez algo en él parecía haber cambiado, como si estuviera en una gran confusión.

Parecía que estaba pensando algo realmente profundo.

—Zeus.

Tarareó todavía mirando por la ventana del auto.

—¿Estás libre?

Esta pregunta de ella hizo que volviera la cabeza hacia ella con el ceño fruncido.

—¿Por qué?

—¿Contéstame estás libre?

Él sonrió besand