Frente a mis ojos tengo a la persona que menos me quería encontrar ni hoy, ni nunca. La única culpable de todos los males de Alex y míos y de todos los malos ratos que hemos tenido que pasar desde que estamos juntos.Frente a mí está la causante de que los gemelos casi terminaran muertos. Tengo delante de mí a Ingrid parada con su forma altanera de siempre, mirándome por encima del hombro como suele hacer, la única diferencia es que hoy no pienso permitírselo.Hoy, no estoy para nada de ánimos, ni tengo la paciencia para quedarme tranquila mientras ella habla todas las idioteces de siempre. Hoy se ha encontrado con la peor versión de mí y no tiene ni la más mínima idea de ello. La pobre, le deseo suerte porque la va a necesitar. La ira que siento dentro de mí es demasiado grande como para contenérmela, el dolor, el mal rato que pasé esperando noticias del doctor, el mal genio que me estaba conteniendo hasta ahora.Todo está apuntando en su contra y ella no sabe lo que se le va a ir
-Tres años atrás-¡Estoy tan agotada! No sé cómo puedo ser tan masoquista y que me guste trabajar desmedidamente. Todos los días llego a las ocho de la mañana a la estación y salgo a deshoras. Pero no me quejo, me gusta lo que hago, sobre todo cuando tengo la vista tan entretenida con Jason, podría pasar horas mirándolo y provocándolo prácticamente frente a su mujer, mi jefa.Ser una abogada no es tan malo cuando trabajo con el jefe de la policía y es tan apuesto como Jason. Siempre nos están felicitando por el buen trabajo que hacemos en equipo, no tienen ni la menor idea de lo buenos que podemos llegar a ser, sobre todo cuando estamos completamente solos en una habitación.Cuando más entusiasmada estoy pavoneándome delante de Jason, suena mi móvil. Lo extraño es que en mi pantalla sale el nombre de “Casa”. Si me están llamando después de tanto tiempo, algo debe ir estar iendo muy mal.–¿Sí?–Señorita Mancini ¿Es usted?–¡Gio! Me pondría a contarte cuanto me alegra escuchar
– Pequeña, tienes que tomar las riendas de esta familia, de lo contrario la sangre no parará de correr – Pero papá, ¿y mi hermano? Él puede hacerlo, yo no soy la indicada para ello – Tu hermano ya tiene suficiente con llevar la parte peligrosa, la acción, no puede hacer las dos cosas a la vez, es imposible, ni yo mismo pude hacerlo nunca – Papá, lo siento mucho, pero la primera razón por la que me fui de casa fue para alejarme de todo esto precisamente, no puedo, discúlpame – No te preocupes hija, solo te lo pedí porque me pareció la idea perfecta, pero estoy muy orgulloso de que sigas firme con tus convicciones – Muchas gracias papá, ahora descansa, lo necesitas, yo voy a organizar todas las cosas que traje en mi cuartoLe di un beso en la cabeza y salí del cuarto. Me sentí un poco mal al tener que rechazar su oferta, pero si aceptaba, todo el camino que había recorrido hasta ahora sería en vano, no me valdría de nada. No me lo puedo permitir.La cena en compañía de la familia f
Me he pasado toda esta semana intentando conocer más sobre el caso de mi hermano, pero no me permiten saber nada del mismo por cuestiones de ética laboral. Tengo que buscar la forma de sacarlo de la cárcel, no puedo verme involucrada por tanto tiempo con los negocios de mi familia o mi carrera se va ir por el retrete.Mi clave para saber más sobre las intenciones de Lorenzo Black, es acercarme a Alex y, si no ha cambiado, ahora mismo debe estar en su bar preferido.Sin perder tiempo fui hasta ahí y en efecto, me encontré con él. Entré pretendiendo que no lo había visto y me paré en la otra esquina de la barra pidiéndome una cerveza. – Que sean dos –dijo él caminando hacia mí cuando me reconoció- ¿Y eso tú por aquí? – ¿De qué te extrañas? Nosotros veníamos a este lugar constantemente, tú te fuiste, pero yo lo seguí frecuentando – En nuestro primer encuentro no te lo pude decir, no era el momento indicado, pero estás preciosa Ingrid – Eso es el tiempo que llevas sin verme – Tú sie
Es que, mientras más lo pienso, mientras más vueltas le doy dentro de mi cabeza, más me molesto. No me puedo creer lo mala que puede llegar a ser esta chica. No le importa nadie más que ella, no piensa en nada más, ni siquiera en sus pequeños. ¿Cómo se puede ser así? No lo entiendo la verdad y creo que nunca voy a ser capaz de hacerlo.-Yo… -dice caminando cada vez más hacia atrás- yo debería irme-¡De eso nada! No te quería aquí en un inicio, pero ahora no te puedes irNo entiendo muy bien lo que está sucediendo aquí, pero evidentemente es algo muy gordo cuando ella ha reaccionado de esta manera, no es propio de ella para nada y pienso averiguarlo como sea.De un momento a otro, Ingrid sale corriendo por el pasillo como una loca. Fue tan rápido que ni quiera me dio tiempo a comprender qué estaba pasando. Reaccioné e intenté agarrarla por su abrigo, pero no pude hacerlo. Nunca pensé que fuera a huir de esa manera. ¿A qué le teme tanto? ¿Qué puede ser tan grave como para que se
Después de otro día más en el hospital, al fin los gemelos están listos para ir a casa. Volvieron a repetir cada análisis, cada prueba y, para nuestro alivio y felicidad, están completamente fuera de cualquier tipo de peligro médico.Todavía no me puedo creer que después de tanto sufrimiento, finalmente estemos despertando de esta horrible pesadilla.Estoy parada a la entrada de su habitación apoyada en uno de los marcos de la puerta, disfrutando la escena que tengo frente de mí, los dos pequeños jugando en su cuna. No puedo parar de sonreír, verlos sanos y salvo es todo lo que estaba pidiendo desde que los recogí del apartamento de Ingrid.Todavía no soy capaz de comprenderla. Alex me dijo una vez que había tenido un pasado duro y difícil, pero, por muy angosto que haya sido su camino, no creo que nada justifique su falta de interés por sus propios hijos.He intentado sacarle información a Alex sobre ese pasado porque habla de él como si lo conociera bastante, pero no hay forma de
Abro mis ojos a regañadientes. La voz de Alex en forma de murmullo hace que me despierte. Giro mi cabeza hacia la mesita de al lado para fijarme en el reloj, son las seis de la mañana y él ya está peleando por algo. Lo escucho perfectamente maldecir en voz baja en un intento inútil por no despertarme.Alex está sentado en su escritorio, con los ojos fijos en su laptop. No tengo que observarlo mucho para darme cuenta de que algo no anda bien.En los últimos tiempos, las malas noticias nos han venido de todos lados. Ya lo escucho de esta manera, con un tono de voz preocupado, o gritando por el teléfono y la piel se me pone de gallina.Es como si todo el cuerpo se me predispusiera, como si ya supiera lo que viene y sabe que no es nada agradable.Estoy de las malas noticias hasta el último pelo de mi cabeza ¿Cómo es posible que todas las malas cosas nos vengan a la misma vez?Primero, el tema de los niños y la custodia, después, el problema con las filtraciones de la empresa de Alex, l
El corazón me late a mil mientras vamos en camino hacia la casa de los padres de Alex. No sé la razón, pero no hemos llegado todavía y ya me siento intimidada. Ya he conocido a sus padres y, a pesar de que no fue lo que esperábamos, tampoco fue tan mal, no entiendo por qué estoy tan temerosa.Supongo que está más relacionado con el hecho de que ahora sé de lo que ellos son capaces, más bien de lo que es capaz su madre.No sé la razón, pero siento desde el día en que la conocí que no siente mucha afinidad conmigo.Sé que no le gustó para nada que todos supieran que si hijo, el gran empresario, estuviera saliendo con su propia niñera, un comportamiento para nada adecuado.También estoy segura que pensó en un inicio que no se trataba más que de uno de sus caprichos, una más entre tantas contistas, una raya más para el tigre.A pesar de ello y contra todo pronóstico, Alex demostró que no era así. Demostró que me ama y que en verdad quiere estar conmigo.Me dió mi lugar, me presentó en eve